Con la fundación de la Universidad Nacional de Cuyo (UNCuyo) en marzo de 1939, se crearon dos institutos que darían continuidad a la enseñanza agronómica en nuestra provincia: la “Escuela de Agronomía” (a partir de 1946 Facultad de Ciencias Agrarias) y el Liceo Agrícola “Domingo F. Sarmiento” (comenzó en 1940).
Fueron ambas herederas de la antigua Escuela de Agricultura (originalmente Departamento Nacional de Agricultura) creada por Domingo Faustino Sarmiento en septiembre de 1870, siendo presidente de la República. El predio que ese complejo ocupó corresponde al actual Centro Cívico, donde se encuentra la Casa de Gobierno y los demás edificios públicos, y se denominó desde su adquisición (en 1872) Quinta Agronómica.
Cuando se creó la UNCuyo, en 1939 la facultad inició sus actividades prácticas en dicho predio, de la mano del ingeniero agrónomo Guillermo Magistretti (1898-1974), jefe de trabajos prácticos de Zoología Agrícola. Ese año ingresaron según los registros originales sesenta y nueve alumnos, pero de ellos sólo lograron completar la carrera veintitrés y de éstos, dieciocho lo hicieron en tiempo y forma, es decir que se recibieron al año siguiente de completar el cursado en 1944.
Tres años de incertidumbre
El primer rector de la UNCuyo fue el doctor Edmundo Correas (1901-1991), abogado y hombre de letras. Según las entrevistas realizadas a algunos alumnos fundadores, la mayoría del presupuesto universitario era para la Facultad de Filosofía y Letras. Esto se veía claramente pues en la misma Quinta Agronómica (sede original de Ciencias Agrarias) se realizaron importantes modificaciones que requirieron grandes inversiones, prácticamente como decían algunos de los primeros egresados era un “club social y deportivo”, pues se instalaron canchas de tenis, de básquetbol, se modificó un depósito de agua que tenía la Quinta para convertirlo en pileta de natación y hasta se armó un campo de equitación; además se realizaban allí pomposos banquetes de carácter social.
Esta realidad molestó mucho a los alumnos de nuestra facultad, por cuanto veían que los presupuestos se orientaban para otros rubros y fines y se descuidaban los destinados a la institución y la enseñanza. Este hecho se revirtió con la huelga estudiantil de 1941. Tres promociones, las de 1939, 1940 y 1941 con un total de sesenta y tres estudiantes, fueron a la huelga lo que constituyó un punto de inflexión histórica, por cuanto ya en 1942 se desembolsaron importantes partidas. De esa forma se consiguió la instalación completa de la cátedra de Mecánica Agrícola, se concretó el primer jardín botánico de la casa de estudios y más importante aún, se armó la fábrica de aceite de oliva, que perdura hasta hoy con fama nacional e internacional. Es decir, ese año comenzó el verdadero afianzamiento de nuestra facultad.
Primer viaje de egresados, 1943
En julio de 1943 se realizó el primer viaje de egresados con un itinerario que abarcaba el noreste argentino. Acompañaron a los estudiantes los profesores Bruno Videla (Zootecnia), Benno Schnack (Horticultura) y luego se incorporaron al viaje el doctor Egidio Feruglio (Edafología), el ingeniero Félix Albani (Meteorología) y el ingeniero Guillermo Covas (Forrajicultura).
Los noveles agrónomos
Dieciocho jóvenes rindieron su última materia ese año. El primer alumno en recibirse fue Adolfo Ramón Mallea (con los años llegó a ser decano de la FCA), el 28 de marzo, tras rendir Administración Rural. El diploma número 1, y por razones administrativas, corresponde a Alberto Alcalde, quien rindió su última materia Enología II el 10 de abril. Alcalde estudió y clasificó todas las variedades de vides que se cultivaban en Argentina, fue un gran ampelógrafo, hombre del INTA. El último egresado de ese año fue Juan Eduardo Dutto que rindió su última materia Fruticultura el 23 de diciembre de 1944.
Merece un reconocimiento especial el egresado Julio César Agrifoglio que no ingresó en 1939, como los restantes sino en 1940. Es decir, completó en un tiempo récord la carrera en cinco años de cursado, se recibió el 11 de noviembre de 1944, con Enología II.
Juan José Vega y Pedro Zuloaga rescataron parte de una importante colección ampelográfica (alrededor de 1.000 variedades), que ha sido considerada la décima colección del mundo.
Pedro Deis fue el sucesor de Aquiles Maveroff en la cátedra de Enología.
En tanto, a Leonardo Pedano le correspondió ser el único sacerdote de todos los egresados de Ciencias Agrarias hasta la fecha. A él le tocó bendecir las instalaciones de la bodega de la facultad.
Almena Pons dedicó su carrera a estudiar y enseñar principios de la vitivinicultura y se desempeñó como profesor de la materia de Terapéutica Vegetal.
Roberto, que no tenía ningún parentesco con José, tuvo el mejor promedio de la promoción.
Un hecho poco conocido es que ya desde 1940 los alumnos concurrían al predio de Chacras de Coria (actual emplazamiento de la facultad), según lo demuestran registros fotográficos de época. Dicho inmueble había sido obtenido por expropiación en 1937, según la Ley 12.571 “para la Escuela Nacional de Agricultura y Enología”.
Por último, nuestro recuerdo y reconocimiento a estos pioneros. A ochenta años de su egreso, traemos al presente sus nombres y rostros inmersos hoy en los amarillentos y añosos registros. Eso, creemos, es nuestro mejor homenaje.
La joven Universidad Nacional de Cuyo comenzaba a nutrir con sus profesionales a la comunidad mendocina.
*El autor es ingeniero agrónomo-FCA-UNCuyo
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