El mundo está en vilo a la espera de una vacuna contra la Covid-19 que, al menos, dé un respiro frente a la pandemia. Aunque aún no hay certezas sobre cuándo pueden estar listas ni cuál estará primero, hay tres con más chances de llegar al país y, por ende, a Mendoza.
Ante esto, el sistema de Salud trata de ajustar todo lo que puede para estar preparado ni bien lleguen pero esto se hace a tientas: no saben bien qué llegará ni cuándo. Aunque se había anunciado para diciembre, ahora hay quienes creen que podría ser en enero.
Los esfuerzos están puestos en la logística y distribución. Por eso, desde la Dirección de Inmunizaciones de la provincia reconocen que están planteando tres escenarios diferentes para tener con qué afrontar cualquiera de las tres vacunas con más chances de llegar. En este marco, lo más crítico es la cadena de frío.
Por un lado, tienen diferentes demandas de temperatura. Hay que generar una meticulosa logística para su traslado y almacenamiento y algunas requerirán más lugar que otras.
Las necesidades de su mantenimiento son las que también determinarán la campaña. Por ejemplo, desde ya se descarta la vacunación puerta a puerta y difícilmente pueda hacerse en una plaza o parque, aunque nada es definitivo aún.
La ministra de Salud, Ana María Nadal, señaló hace unos días que en una primera instancia esperan recibir 200.000 dosis. Al respecto, Iris Aguilar, jefa de Inmunizaciones, explicó que ese es el piso. “Estamos haciendo la proyección como si recibiéramos la vacuna de la gripe y de esa se reciben de 30.000 a 40.000 dosis por semana”, detalló.
Diferencias y un as bajo la manga
Las dos con más posibilidades de llegar antes son la vacuna rusa Sputnik y la del laboratorio Pfizer, sobre la que se realiza el ensayo de la fase III en Argentina.
En segunda instancia corre la de AstraZéneca, respecto de la cual hay un acuerdo para producirla en el país.
La de Pfizer se tiene que conservar a -70 grados y por lo tanto es una vacuna que va a estar más centralizada. Es decir que el almacenamiento se concentrará más en el Gran Mendoza y al respecto Aguilar dijo que ya tienen asegurado el espacio para hacerlo en ultrafreezers que requiere. “Manden las que manden tengo dónde ponerlas. Para la rusa estamos comprando freezer”, apuntó Aguilar.
Aunque dicha temperatura puede parecer un problema para el traslado, la funcionaria destacó que no es así; al contrario: es más de cuidado la vacuna rusa que requiere -18 grados.
Es que esta última necesita de un frío constante y sólo soporta 30 minutos fuera de él. En cambio, “la de Pfizer cuando la sacas del ultrafreezer dura cinco días a entre 2 y 8 grados, que es la temperatura habitual en que conservamos una vacuna de calendario. Es compleja a nivel central pero no tanto a nivel periférico”, explicó Aguilar.
Además no se requieren vehículos especiales. Eso implicará organizar más que nada la frecuencia del envío.
La de AstraZéneca necesita entre 2 y 8 grados. Para el almacenamiento se suma otra situación que las diferencia: la de Pfizer ocupa menos lugar ya que los frascos son multidosis, mientras que la Sputnik es monodosis, es decir, que son muchos frasquitos para tantas dosis.
Pero, por otra parte, la Dirección tiene un as bajo la manga: un recurso al que pueden apelar ante una contingencia en la que no puedan mantener el frío, como un corte de luz general. El frigorífico Aconcagua, por compromiso social empresario, les facilita una cámara que mantiene a -20 grados. Es decir, como plan de contingencia, si hay una falla en la cadena de frío, recibiría la Sputnik. Este acuerdo ya está vigente desde antes de la pandemia.
Aguilar anticipó que creen que podrán afrontarlo con los recursos existentes aunque buscan fortalecer la disponibilidad de heladeras, sobre todo en la periferia y para la Sputnik.
Por ello, la provincia no considera por ahora apelar a las cámaras frigoríficas de Grido ni cualquier otro soporte externo al sistema para el mantenimiento de las vacunas.
Antes de ayer surgió la novedad de que Córdoba apelará a este recurso en el marco de la logística que prepara.
Acuerdos para la logística
Los encargados de colocar las vacunas serán los agentes sanitarios ya entrenados para esto. Por eso, desde Inmunizaciones señalan que con la estructura actual podrán realizarlo.
Pero, además, han llegado a un acuerdo de colaboración con la UNCuyo, específicamente con la facultad de Enfermería y Medicina, quienes colaborarán con el triage, el registro y la preparación de insumos.
Además, hoy habrá una reunión con el Ejército para saber qué puede aportar en transporte y organización del procedimiento.