Pese a que en julio comienzan las liquidaciones de invierno, las ofertas, que se lanzaron desde mediados de mes y rondan entre el 20 y el 50%, no lograron generar un repunte en las ventas. De hecho, el relevamiento mensual que realiza la Federación Económica de Mendoza muestra que la caída promedio fue de 27%, que trepa a 31% cuando se excluyen los rubros esenciales. Esto ha provocado que se considere que esta disminución de alrededor del 30% es parte de la “nueva normalidad”.
La consulta, que se realizó entre el 28 de julio y el 1 de agosto, incluyó a pequeños y medianos comercios de toda la provincia, asociados a cámaras adheridas a la FEM. El resultado arrojó que las ventas minoristas, medidas en cantidades, cayeron en julio un 26,95% en promedio con respecto al mismo mes de 2019. Se consideró tanto las que se realizaron en los locales físicos como a través de la modalidad online.
Si se excluyen los rubros esenciales, el declive se acentúa y alcanza el 31,26 %. Es que los que menores caídas interanuales tuvieron, fueron, precisamente: Alimentos y Bebidas (-9,66%), Farmacias (-10,33%) y Ferreterías, Materiales Eléctricos y Construcción (-13,54 %).
En cambio, los rubros que más cayeron son: Relojerías, Joyerías y Bijouterie (-51,50 %), Calzados y Marroquinería (-44,36 %), y Ropa y Artículos de Deportivos (-43,32 %). En estos últimos, particularmente, se observa que las liquidaciones de temporada no lograron tener el impacto esperado en un repunte de la actividad comercial.
Los números se ubican apenas por encima del promedio nacional, que registra la CAME (Confederación Argentina de la Mediana Empresa). La entidad indicó que la caída de las ventas, medida en cantidades, fue de 27,7% en julio y, cuando se quitan las actividades esenciales (Alimentos y Bebidas, Farmacias y Ferreterías), se llega al 33,8%. Sin embargo, este porcentaje está muy influido por el AMBA, en donde el descenso alcanzó el 38% y, la excluir esa región, en el resto del país la merma fue de 13,7%.
El vicepresidente de la FEM, Adolfo Brennan, indicó que junio y julio fueron dos meses con apertura completa (hasta mediados de mayo los comercios podían vender de modo online pero no recibir a clientes en los locales). Agosto sería el tercer mes, por lo que ya se marcando una tendencia que muestra una reducción promedio de 30% en el consumo.
El relevamiento de junio también había arrojado una baja del 38% con respecto al mismo mes de 2019 y, si bien se había observado un repunte considerable en los primeros días del mes, el retorno de las salidas según la terminación del DNI provocó un nuevo retroceso. Al punto que la medida impactó de modo negativo en las ventas por el Día del Padre.
Aunque desde hace un tiempo los comercios mendocinos lanzan liquidaciones periódicas -más allá del fin de temporada-, para atraer a los consumidores, desde los primeros días del mes pasado y con más fuerza a partir de mediados de julio, se empezaron a ver anuncios de descuentos en los negocios del centro. Las rebajas están en torno al 30%, pero en algunos locales llegan al 50% de bonificación en artículos de invierno.
Sin embargo, esto no produjo una reversión significativa en la tendencia a la baja en las ventas con respecto a 2019; que ya era un año en el que los comerciantes insistían en que estaban atravesando una situación crítica por la disminución en el consumo.
Hoy, los dueños o encargados de los negocios resaltan que la designación de días para realizar compras, según la terminación del DNI, ha provocado que haya un número considerablemente menor de personas caminando por las veredas y mirando vidrieras. Y esto se agravó cuando comenzó a darse el pico de contagios de Covid-19 en la provincia. También han notado que las personas mayores, que no sólo compran para ellas mismas sino para regalar a sus hijos y nietos, se han resguardado (tal como se aconseja, por tratarse de un grupo de riesgo).
El Día del Niño podría significar una oportunidad de alivio para diversos rubros dentro del sector comercial, pero Brennan comentó que hay poco stock de juguetes. Asimismo, indicó que se está apostando a la compra anticipada, teniendo en cuenta las limitaciones a la circulación por número de documento, y para evitar que se produzcan aglomeraciones en los días previos.
Desde la FEM subrayaron que se sostienen los inconvenientes para reponer mercadería en general. En un primer momento, diversos artículos se vieron afectados por el cierre de las fábricas, pero cuando se permitió que retomaran la producción, se mantuvieron las dificultades con el transporte (la provincia y la Ciudad de Buenos Aires siguen con una cuarentena estricta). Tampoco se han eliminado las restricciones a la circulación de camiones entre provincias. Y en lo que respecta a las importaciones, la brecha entre las distintas cotizaciones favorece la especulación.
Adrián Alín, titular de la Cecitys (Cámara Empresaria de Comercio, Industria, Turismo y Servicios de la Ciudad de Mendoza), coincidió en que habían observado un repunte en las ventas en los primeros días de junio, pero que luego, cuando se volvieron a implementar las salidas por terminación de DNI, se notó mucho la caída. Y aseveró que están muy preocupados, porque los comerciantes no alcanzan a cubrir los costos.
Desde la entidad también han planteado la importancia de hacer una compra anticipada para el Día del Niño, para evitar que haya mucha gente en los comercios en los días cercanos a la fecha. Y también invitan a comprar en los negocios locales, en lugar de hacerlo por Internet a las grandes cadenas, ya que en muchos casos hay demoras considerables en la entrega de mercadería por problemas de logística (algo que ya se observó con los regalos para el Día del Padre).
Alín consideró que hay una necesidad contenida de la gente de salir a comprar y a la vez temor al contagio, pero que se debe entender que, como ya manifestó el gobierno, el virus está circulando y hay que aprender a convivir con él; sólo se debe aprender a cuidarse mejor. En este sentido, señaló que la Cecitys desarrolla campañas que apuntan a que se extremen las medidas en los comercios, para que no se contagie el personal ni los clientes.