Después de varios meses de preparación para que las elefantas Pocha y Guillermina dejen de vivir en cautiverio en el ex Zoológico de Mendoza y emprendan un largo viaje hacia Brasil, donde vivirán en un santuario junto con otros animales de su especie y a punto de hacerse este traslado, el Ministerio de Ambiente de la Nación le comunicó a la provincia, que antes de validar el permiso hará una consulta a la Justicia. El temor es que la dilación haga que expiren los permisos que otorga Brasil.
La noticia tomó por sorpresa al secretario de Ambiente de la provincia, Humberto Mingorance, quien advirtió que este revés demora un proceso complejo que se hizo con madre e hija para que pudieran ingresar a las celdas de grandes dimensiones, donde por varias horas serán trasportadas hacia la reserva natural el Santuario de Elefantes Brasil.
“No entiendo el motivo porque si hace seis meses atrás nos dieron todas las autorizaciones, firmadas por el mismo ministro Juan Cabandié y el equipo técnico, por qué ahora tienen estas dudas, cuando tenemos todo autorizado”, se preguntó Mingorance.
El miércoles a última hora desde Nación se comunicó que se remitirá el caso de las elefantas a la Justicia para que termine de dar luz verde a esta operación del ex Zoo en vías de convertirse en el Ecoparque.
“Yo estoy seguro que por el Ministerio de Ambiente de Nación o por la Justicia nos van a autorizar el viaje de Pocha y Guillermina, hay que recordar que ya hay varios fallos judiciales con respecto al bienestar animal, porque lo consideran como persona no humana y no pueden estar privados de la libertad. Lo que está haciendo Cabandié no es un hecho menor en términos judiciales, apelo al raciocinio”, advirtió el funcionario en declaraciones a Radio Aurora.
Están por vencer las autorizaciones
El funcionario deseó que en 10 días más se pueda destrabar la gestión, porque las autorizaciones que exige Brasil vencen en mayo.
“El proceso más largo fue el proceso de adaptación para que puedan ingresar a los contenedores, con una tarea que no es invasiva, se les hace cariño, son amigables para que los animales entiendan cómo tienen que entrar. Ahora necesitamos la parte burocrática y es una locura pensar y no quiero pensar que se trate de una cuestión política”, dijo el titular de Ambiente.
Ahora, Mendoza apelará a la decisión con gestiones directas para agilizar el fin de una vida en el encierro de Pocha y de su hija Guillermina que en sus 25 años nunca conoció la vida en libertad.