Alejandra es comisario inspector, Cecilia es subcomisario y Lorena es piloto de helicóptero. Tres mujeres policías con distintos perfiles profesionales que han hecho carrera dentro de la Fuerza capacitándose en diferentes áreas hasta llegar a liderar puestos que a lo largo de la historia de la Policía de Mendoza fueron dirigidos por hombres. Pero estas tres uniformadas se enfrentaron a cualquier tipo de obstáculo, desafiaron estereotipos y derribaron mitos.
Se destacan por sus tareas llenas de responsabilidades y se caracterizan por ser líderes, únicas en lo que hacen y, sobre todo, por haber abierto el camino a otras mujeres para demostrar que el género no es una condición a la hora de cumplir un sueño.
“Pasión, vocación y convicción”
Alejandra Alaniz es licenciada en Seguridad Pública y el pasado 12 de marzo asumió como la primera mujer comisario inspector a cargo de la Jefatura de Seguridad de la Departamental de Capital. Su rango es la penúltima jerarquía dentro de la Policía y con 46 años tiene a más de 400 efectivos bajo su mando.
Desde chica, Alaniz soñó con ser policía, oficio que lleva en la sangre. Su abuela se jubiló como sargento en el área de Dactiloscopía en la Policía de San Juan, mientras que su papá fue un efectivo de Investigaciones en Mendoza. “Estoy enamorada de la Policía; no fue casualidad que haya entrado a la fuerza un 14 de febrero”, detalló con simpatía en diálogo con Los Andes. “Para ejercer esta profesión hay que tener pasión, convicción y vocación. Pero, sobre todo, valor para defender a la sociedad que confía en nosotros”, agregó.
Llegar hasta la jerarquía que ocupa ahora no fue fácil pero cuenta con un legado impecable y con una carrera repleta de años de formación. Fue la única mujer policía del país en ser seleccionada, en una oportunidad única, para ir a la Universidad de Defensa Nacional, en Washington. Allí fue capacitada en Derechos Humanos y Derecho Internacional Humanitario.
Más allá de la formación académica, Alaniz dejó ver con claridad que para lograr ocupar puestos de este tamaño hace falta, además de formación, ser acreedora de un carácter especial para no perder la meta. “Jamás sentí discriminación ni pasé por momentos incómodos trabajando entre tantos hombres porque creo y confío firmemente en el espíritu de camaradería y de respeto, entendiendo que todos somos iguales y que nuestro objetivo es defender la vida”, afirmó.
“Salvar vidas es el objetivo”
Lorena Olmos es oficial inspector de la Policía de Mendoza y hace 16 años ejerce como piloto comercial de helicóptero. En 2006 tuvo la posibilidad de comenzar a estudiar para cumplir su sueño de aprender a volar. Entre los seleccionados, fue la única mujer dentro de la institución que se animó a lograr la meta. El resto fueron varones.
Una vez que colocó un pie en ese primer helicóptero, ni siquiera el cielo fue un límite para su carrera. Rápidamente Olmos se aventó a realizar estudios que la habilitan para volar diferentes modelos de aeronaves y realizar varios tipos de vuelos que van desde lucha contra incendios, misiones de vuelo de búsqueda y rescate, vuelos policiales de evacuaciones, traslados sanitarios de pacientes críticos hasta el traslado de figuras públicas como presidentes.
“Soy una convencida de que las capacidades no tienen que ver con los géneros. Para cumplir los objetivos hay que ser perseverante, siempre poniéndote una meta y buscando cumplirla sin importar otra cosa. Se debe cumplir con la función pública a disposición de quien lo necesite y el objetivo es salvar la vida a quien se encuentre en peligro, sin importar de quién se trate”, destacó Lorena, quien está estudiando para la licenciatura en piloto instructor.
A pesar de todos estos años, sigue siendo la única mujer piloto dentro de la Policía y resalta que jamás sintió una situación de discriminación o de competencia por haber sido la única fémina. “Me siento muy agradecida con la institución y con mis compañeros del Cuerpo de Aviación”, cerró.
“Cuidar a quien nos cuida”
Cecilia Zambrano es subcomisario en Asistencia al Policía. Allí es la coordinadora del Programa de Promoción Integral al Personal Policial y está a cargo de un equipo interdisciplinario de policías y distintos profesionales con el objetivo de ayudar al personal policial y al del Ministerio de Seguridad. “Cuidamos a quienes nos cuidan”, resaltó esta mujer de 46 años que ocupa el puesto más alto como policía dentro del área que comanda y que cuenta con decenas de subordinados.
Dueña de un temple especial, desde hace años es también la coordinadora del Centro de Monitoreo de Violencia de Género de Mendoza, que funciona desde 2017 y del que fue elegida para liderarlo debido a que era la única mujer policía mendocina en haber realizado un posgrado en Victimología y Violencia de Género avalado por el Ministerio del Interior.
“Una mujer puede ser jefe y estar a cargo de un lugar. El respeto te lo das vos misma. No es un impedimento llegar a un puesto alto mientras se tiene la voluntad para hacerlo”, señaló la subcomisario, quien además ha organizado los funerales de compañeros fallecidos en cumplimiento del deber. Como si todos esos cargos no fuesen de suficiente responsabilidad, Cecilia también se hizo cargo del “comité de crisis Covid-19” y, junto a su equipo, llevan a cabo la campaña de vacunación de policías de toda la provincia.
