Los casos de diabetes tipo 2 en niños y adolescentes son cada vez más frecuentes. Esto es así a tal punto que están superando los diagnósticos de diabetes tipo 1, que era la más habitual. Así lo advirtió a Los Andes la doctora Miriam Tonietti, médica pediatra especialista en Nutrición y Magister en Diabetes.
“Hay muchísimos más casos, estamos detectando un aumento en la cantidad de chicos con obesidad importante y que muchos de ellos ya tienen hiperglucemia, prediabetes o diabetes”, aseguró. El aumento es tanto que en el mundo, la cantidad de chicos con diabetes 2, está superando la cantidad de chicos y adolescentes con diabetes 1; para la pediatría, la diabetes 1 era la causa número 1, pero desde el incremento de las tasas de obesidad, cada vez en chicos más pequeños y con obesidades más graves, está aumentando significativamente la prevalencia de diabetes 2″, expuso. Es que para la profesional, el peso corporal es el principal problema pero no es el único. Y de hecho, esta está asociada a otras conductas que tienen impacto en el desarrollo de diabetes aunque no se llegue a la obesidad.
Lo hizo en el marco del XXIV Congreso Argentino de Diabetes, en el que fue una de las disertantes. El evento se realiza en Mendoza, desde el miércoles y hasta el sábado en el hotel Hilton. Cuenta con la participación de 211 disertantes, de los cuales hay 16 invitados internacionales.
Por qué hay más diabetes en niños y adolescentes
La médica explicó que estos casos se presentan en general en la peripubertad. Esto dado que es una etapa en que hay cambios metabólicos a los que se suma un cambio fisiológico. “Durante la pubertad hay un estado de insulino-resistencia fisiológico, entonces en chicos que tienen reclinación en la función de la célula beta, que es la célula que fabrica insulina, ante la necesidad de una respuesta mayor por la pubertad para mantener la salud, falla y aparece como diagnóstico clínico de diabetes”, detalló la experta.
Sucede que en el contexto actual hay prácticas, hábitos y conductas que afectan la salud y condicionan el desarrollo de este desorden metabólico. Un alto sedentarismo es parte crucial del problema y un gran predisponente para el aumento de peso. La Sociedad Argentina de Pediatría advierte que 85% de los chicos con diabetes tipo 2 tiene sobrepeso u obesidad.
El uso y abuso de pantallas, el tiempo encerrado en casa, la nocturnidad (común en el adolescente) que hace que duerman más de día, son parte del combo.
Pero las dietas también están dejando mucho que desear, en general con escaso consumo de frutas y verduras, la opción saludable, y alto contenido de alimentos menos saludables como procesados, grasas, hidratos de carbono y azúcar.
Además, no puede soslayarse otro aspecto que destacó la médica: la diabetes tiene predisposición genética, se nace con ella. Si se suman los otros factores, las chances de desarrollarla son mayores.
Según un metaanálisis publicado en 2022 en JAMA Network Open, y que reflejó El País de España, aproximadamente una cuarta parte de los jóvenes con diabetes tipo 2 no son obesos. Allí también se advierte que los investigadores están analizando la posible influencia de otros factores relacionados con el estilo de vida y el ambiente, como la exposición al estrés crónico y la contaminación atmosférica.
Cuadros más complejos
Hay una particularidad que están viendo los expertos en este grupo: la evolución de la enfermedad es de desarrollo más rápido y complejo y de tratamiento más desafiante. Sucede que no responden a los tratamientos del mismo modo que los adultos. La misma publicación de El País señala que investigadores han determinado que la metformina, un medicamento antidiabético oral que se suele recetar a los adultos, no funciona tan bien en los jóvenes. “En un estudio en el que participaron 699 jóvenes con diabetes tipo 2, el fármaco antidiabético estándar metformina controló los niveles de glucosa en sangre solo en aproximadamente la mitad de los participantes”, refiere.
Hay que tener en cuenta que si se presenta diabetes y no se recibe el tratamiento adecuado, puede verse gravemente afectada la salud.
“En sujetos adolescentes o jóvenes tiene una evolución mucho más agresiva que en adultos y además una menor respuesta frente a los fármacos que tradicionalmente se utilizan por años en diabetes 2, como los insulinosensibilizadores; además la tasa de progresión de las complicaciones micro y macrovasculares en los jóvenes es mucho más alta y en periodos más cortos de tiempo”, dijo Tonietti.
Agregó que cuesta mucho revertir el daño que produce esa hiperglucemia temprana y que es tóxica para todo el cuerpo. “Los jóvenes en general lo que tienen es mayor respuesta de célula beta frente a la insulino resistencia y un agotamiento de la función de la célula beta más precoz”, reiteró.
Importancia de los controles médicos
Hay un aspecto a tener en cuenta en todo este contexto. Sucede que durante la infancia los controles médicos periódicos son habituales pero se van haciendo más laxos a medida que el chico crece y en la adolescencia es probable que hasta desaparezcan. Es que suele darse por sentado que si no hay algún signo, el chico está saludable. Sin embargo, la doctora reconoció la importancia de concretarlos, en tanto es una estrategia para una detección temprana que evitará que se complique la situación
Dijo que no necesariamente se trata de tomar una muestra de sangre. “El pediatra en el examen anual de esa población, más allá de pesar y medir al chico, puede preguntar sobre los patrones alimentarios, cómo es el patrón de movimiento de ese chico, cuántas horas está sentado frente a pantalla, y eso también te va a ir imprimiendo factores de riesgo, que puede ser un sujeto no tan obeso o con tanto sobrepeso y que tenga ese factor de riesgo modificable y desencadenar en sujetos genéticamente predispuestos la aparición de la diabetes”. La necesidad de control de sangre la decidirá el profesional que atienda.
“Que no se deje de hacer controles en salud de los chicos -resaltó- porque muchas veces las condiciones de salud no son óptimas y no se traducen solamente en el crecimiento o en peso, creo que hay factores que uno debe prevenir y modificar y esos son detectados en un buen interrogatorio clínico o en el consultorio del médico especialista”.
A partir de esto habrá que elaborar estrategias para modificar los patrones alimentarios y estimular fuertemente las actividades de movimiento “porque el músculo móvil es lo que hace la insulina -afirmó la especialista- con lo cual uno tiene que disminuir las horas de sedentarismo y tiene que hacer actividad física recreativa, aunque no sea deportiva, pero tratar de que el chico recupere esa capacidad innata de los jóvenes que es la vida en movimiento”.
El Congreso de Diabetes
Bajo el lema “70 años investigando, educando y construyendo el futuro”, el Congreso de Diabetes busca actualizar a la comunidad médica sobre las últimas investigaciones y enfoques en el tratamiento de la patología. En este contexto, se dan conferencias que profundizan en temas esenciales para los profesionales de la salud, talleres interactivos y lo último en tecnología para el tratamiento de la diabetes. Además, contará con conferencias clave que abordarán los avances más recientes y los desafíos actuales en el manejo de esta enfermedad.
Entre los temas que se abordan se cuentan diabetes tipo 1, diabetes tipo 2, el abordaje de la obesidad, el cuidado del adulto mayor y el uso de tecnología avanzada en la gestión de la diabetes.
Se estimaba una asistencia de más de 3.000 profesionales de la salud, incluidos médicos clínicos, endocrinólogos, pediatras, nutricionistas, enfermeros y otros especialistas dedicados al cuidado de pacientes diabéticos.