Agostina Saua: “De chica tenía la idea de irme, pero ahora no dejaría Mendoza”

La Reina Nacional de la Vendimia alterna sus días entre la responsabilidad de representar a la provincia, las clases de inglés en el colegio Scalabrini Ortiz, la natación que le sirve para despejarse y los encuentros familiares.

Agostina Saua: “De chica tenía la idea de irme, pero ahora no dejaría Mendoza”
Agostina Saua, Reina Nacional de la Vendimia

Pasaron casi siete meses desde la noche que la coronaba como Reina Nacional de la Vendimia. Entre tantos viajes y eventos, su rol de profe y sus entrenamientos de natación y algún torneo, finalmente coincidimos en el club Mendoza de Regatas al que representó y que la catapultó al trono de la Ciudad de Mendoza para luego llevar por primera vez en la historia vendimial el cetro al departamento capitalino.

Es un cambio personal muy grande... Es un antes y un después”, grafica Agostina Saua, conciente de que a pesar de ser una frase hecha es tal cual lo que siente y experimenta. Ahora la gente la reconoce en las calles, sus alumnos de tercer año del Monseñor Scalabrini (aunque ya la conocían del año pasado) pidieron sacarse fotos cuando retomó su función de “profe de Inglés”, desde el gimnasio que da a la terraza donde hacemos la producción de fotos también se escuchan comentarios sobre la soberana.

Está en pareja desde hace un año y tres meses -cuenta con ojos brillosos y sonrisa de oreja a oreja porque el día de la entrevista era justo el aniversario-, pero prefiere reservar su nombre para el círculo íntimo. Dice que ya tiene bastante exposición ella misma. La lleva natural, como si le fuese innata, pero confiesa que le costó un poco al principio ver su imagen en todos lados, escuchar su voz en programas y grabaciones. En sus redes sociales, se la ve muy cómoda con es rol; sin embargo, cuenta que ha sido todo un aprendizaje.

Además de aprender a convivir con la exposición, esta joven de 24 años aclara que no estaba acostumbrada a tanto maquillaje, vestidos largos y zapatos altos -hasta la capa deja sentir su peso después de tantas horas sobre los hombros-. Alterna sus días de eventos en los que requieren la presencia de la Reina de la Vendimia, con sus siestas en el gimnasio y las noches de entrenamiento en la pileta que continúa “sin presiones” más como un modo de despejarse.

-Pero ¿te has presentado en torneos?

-Sí, me he presentado igual. En el invierno pude entrenar más por lo que no había tantos eventos, pero si estoy muy cansada y no me da, no me exijo.

Agostina Saua, Reina Nacional de la Vendimia
Agostina Saua, Reina Nacional de la Vendimia

Arrancó con natación ya de grande, antes hacía vóley (sus padres le recomendaban deportes de equipo por lo que es hija única). “Agos” tiene claro que sus estilos más fuertes son pecho y mariposa. “Espalda también -apunta-. El crol es el que menos... no lo nado rápido. En resistencia lo puedo nadar mucho tiempo, en aguas abiertas por ejemplo, pero en velocidad media no; no soy rápida”, admite y cuenta que este año ha participado en el torneo de aguas abiertas de La Florida (San Luis).

Gajes del reinado

-¿Con qué palabra definirías esta etapa de tu vida?

-Crecimiento. Creo que esta etapa es de un gran cambio que experimentan todas quienes han sido reinas. Es un cambio personal muy grande y que la vida que teníamos hasta este momento ya no es la misma.

-¿En qué ha sido un antes y un después el reinado en tu vida?

-En mí misma... a nivel personal. Crecés de golpe en dos semanas en un montón de aspectos: emocional, a nivel personal, superás miedos, luchás contra cosas que no te imaginás, que no pensás que van a aparecer en el camino. Uno no se percibe a uno mismo cuando vive la vida y no tiene tanta exposición. Después te ves en la tele, te ves en cámara, te ves en fotos o hablando, y te ves que no sos la misma, que vas cambiando, que vas creciendo, aprendiendo también. Creo que el cambio más grande es a nivel personal.

-¿Fueron realmente un grupo de reinas tan “lindo” como decían?

-Sí. La primera vez que nos vimos antes de entrar al hotel fue en la Pisada de la Uva, en el Shopping. Ahí ya se vivía un buen clima, no nos conocíamos, muchas nos vimos ahí por primera vez y bailamos, comimos, siempre estuvimos juntas... Cada grupo de chicas es distinto y tuvimos la suerte de que todo fuera bien.

-Fuiste una de las últimas en ser electa y ya te perfilabas como favorita ¿cómo viviste eso?

-La verdad es que no sentí nada. Igual, siento que hago oídos sordos como para no pasarla mal o para no pensar o ver cosas que no son así. Hay un montón de cosas que pasaron y que nunca viví ni me enteré, estaba como en una burbuja. La gente o mi familia me decían ‘¿no te das cuenta que estás dentro de las favoritas, que la gente habla de vos...?’. Y la verdad es que no. Ahí adentro estás en un mundo paralelo. No sabes qué pasa afuera; qué habla la gente. Más que por las redes que es lo único que ves y que es lo que más te dicen que no veas porque te encontrás con cosas que no son lindas y te arruinan el momento que uno está viviendo. Entonces me mantenía alejada y el contacto que tenía con mi familia era más personal y no hablábamos mucho del tema y de afuera.

Agostina Saua y Rocío Neila, reina y virreina nacional de la Vendimia 2024 en el tradicional desayuno real en la terraza del Hyatt. Fotos: Gobierno de Mendoza.
Agostina Saua y Rocío Neila, reina y virreina nacional de la Vendimia 2024 en el tradicional desayuno real en la terraza del Hyatt. Fotos: Gobierno de Mendoza.

-¿Cómo ha sido tu experiencia con los haters?

-Siempre he tenido mensajes buenos. Creo que lo de los hater o las cuentas truchas han puesto algún comentario, pero nunca me han hablado al privado. Sí en videos o en medios. Ahí siempre hay comentarios de todo. No en mi cuenta. Pero eso es algo que hay que aprender. Yo me acuerdo que lo primero que hice cuando llegué al hotel apenas había salido reina fue meterme a ver las redes y era todo lo que no había que hacer. Yo pensé que me iba a encontrar con cosas re lindas y no. Me acuerdo que me puse a llorar y me acosté a dormir, no hice nada. Y, ahora, me arrepiento tendría que ni haber visto el celu, festejar y quedarme tranquila con lo que yo viví, con lo que yo sentí.

-Da la sensación de que la relación que tenés con Rocío Neila (virreina nacional) es genuina y va más allá del rol que les toca...

-Sí, con ‘la Roci’ tampoco nos conocíamos. Me acuerdo que la primera vez que le hablé fue cuando ella tuvo el accidente y después recién nos vimos en el hotel. Yo soy más tímida y en el grupo me cuesta integrarme, pero ella era mucho más extrovertida. Y sí coincidíamos en un montón de cosas que ahora nos damos cuenta: en fotos siempre juntas, en el micro nos sentábamos juntas. No sabíamos que estábamos como destinadas a estar siempre una al lado de la otra.

-¿Cómo llevás el tema de la belleza, el cuerpo, la exposición que tiene una reina en esta época?

-Siempre dejamos en claro con las chicas y tratamos de dar el mensaje de que no hay cosificación, de que el rol de la Reina ha cambiado y cuando la nombran ya no mencionan su estatura ni su color de ojos ni su pelo, sino que mencionan su nombre, sus estudios, quién es, qué hace, su proyecto… Hace años que eso está cambiando y se va trabajando. Mucha gente ya lo ve así, pero hay gente que aún no, hay gente que sigue diciendo ‘ésta es más linda que la otra’. Nosotras somos mujeres en un todo y quizá la belleza va incluida, pero eso no tiene que ser lo más importante. El rol que nosotros tenemos no va por la belleza, si fuera por la belleza, nos hubiésemos presentado para Miss Universo. Esto es para representar a la provincia a nivel nacional e internacional y para mostrar y dar a conocer nuestra gran industria que es conocida a nivel mundial.

Al principio, ése era uno de mis mayores miedos porque de más chica tuve problemas y siempre fui muy acomplejada de mi cuerpo. Y pensé que con tanta exposición no quería pasarla mal. Por ahí vos te ves en una foto que no te gusta y empezás a hacer cosas que no están bien, que no te hacen bien. Siempre ése fue mi gran miedo, pero bueno, siempre tuve a mi familia…

Agostina Saua, Reina Nacional de la Vendimia
Agostina Saua, Reina Nacional de la Vendimia

-En este sentido, ¿qué le sugerís a tantas chicas y chicos?

-Lo recomendable es tratar de verse uno como en verdad es y escucharse, cómo se siente. No cómo te ves en una foto ni cómo te ve alguien o lo que alguien puede decir de tu cuerpo. Cada uno es como es y el cuerpo hay que cuidarlo y no hay que exigirle estereotipos o cosas que por ahí no son necesarios.

Planes y proyectos

-¿Cuáles son tus sueños y expectativas a futuro? ¿Qué te imaginás?

-No sé. Estoy abierta a lo que venga. Me gustaría un cambio, no sé si me gustaría dar clases el resto de mi vida. Estuve pensando en estudiar Ceremonial y protocolo. Vamos a ver si también me abro… Ya dejé tranquilo a mi papá, que me dice ‘el Plan B ya lo tenés, tenés un título, podés conseguir trabajo, entonces ahora si querés dedicarte a la música, dedicarte a estudiar algo nuevo, a viajar’.

-¿Has pensado en irte del país?

-No, a vivir no. Sí me gustaría viajar y conocer. De chica tenía la idea de irme, pero ahora no dejaría Mendoza, me encanta. Soy una enamorada de Mendoza y de la familia. Sí me iría porque siento que un viaje te abre la cabeza; volvés y tampoco sos la misma.

-¿Sos más Susanita o chica moderna?

-Primero quiero viajar, quiero crecer en lo mío, tener lo mío. Siento que hay pasos previos para poder darle la vida que se merece a un futuro hijo, hija. Tengo claro que todavía tengo un montón de cosas que vivir por mí misma, pero soy de esas que piensan que también con un hijo o hija podés viajar, podés igual estudiar y crecer. Pero también he pensado que sería bueno ser madre a los 27/30. Siento que una madre más joven es diferente. Pero será lo que tenga que ser.

-Siempre se te ve sonriente... ¿Te enoja algo?

-No. Cuando me enoja algo tampoco soy de pelear. Tal vez, no te hablo, te ignoro, o sea, no voy al choque… Por ahí, mi pareja me dice enojate un día, porque un día vas a matar cuando te enojes de verdad.

La profe de inglés con ganas de más

Agostina Jazmín Saua Carrión cumplió 24 años el 27 de mayo, en lo que está siendo un año muy especial para ella. Aunque, reconoce, el gran salto lo dio el año pasado cuando consiguió ir a vivir sola gracias a la posibilidad que le brindó ejercer su título de profesora de Inglés, que obtuvo en la facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional de Cuyo. Antes había estado viviendo con su abuela Luisa, quien fue la que la marcó y le enseñó a reencontrarse consigo misma.

Además de la natación, Agos disfruta del canto. Cuenta que fue su papá Darío quien le inculcó el amor por el canto, dado que siempre cantó y hasta tuvo una banda. Por eso, la música aparece entre sus posibles nuevos horizontes.

Agostina Saua, Reina Nacional de la Vendimia
Agostina Saua, Reina Nacional de la Vendimia

Ahora lo que más añora son los encuentros domingueros en casa de la abuela, punto de encuentro con toda la familia y sus diez primos que son como los hermanos que no tuvo de chica.

Ping pong central

  • Una persona central en tu vida: Mi papá.
  • Tu odio central: Lo que más me saca de quicio son los comentarios negativos de personas que no tienen ni idea... pero no solo de mí.
  • Tu defecto central: Soy muy, muy autoexigente conmigo, y por ahí con los demás, como que lo traslado.
  • Tu virtud central: Soy muy optimista. Le veo el lado bueno a todo.
  • Lo central de bueno que tiene el reinado: El cariño de la gente es lo más lindo de toda la experiencia. Creo que todo lo que uno puede generar en la otra persona; esa felicidad de cosas y de proyectos que uno logra. Y también lo que se recibe.
  • Lo central de malo del reinado: La gente que ve el reinado como una cosificación de las chicas.

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