Tras haberse logrado que las personas mayores disminuyan el consumo de tabaco ahora son los más jóvenes, incluso los adolescentes, los que se están inclinando por esta práctica.
Los chicos están consumiendo más cigarrillos tradicionales. A eso se suman los vapeadores, que ingresaron hace unos años para instalarse en un mercado que crece, ofreciendo lo que parece casi un juguete y que ha ganado adeptos sobre todo entre los adolescentes. Es común verlos con esos aparatitos, sobre todo cuando se trata de salidas recreativas, reuniones y fiestas.
Tanto levemente por debajo de los 18 años como superando la mayoría de edad, los chicos relatan que tienen muchos amigos que consumen cigarrillos y que, de hecho, empiezan haciéndolo eventualmente para luego llevarlo a una práctica que realizan varias veces a la semana e incluso todos los días. Quizás, como pasa con el alcohol, a veces el consumo es eventual en el marco de alguna reunión, pero en gran cantidad.
Ante esta situación y aunque falta tiempo para conocer las verdaderas consecuencias del vapeo, por estas prácticas puede advertirse la posibilidad de que en un futuro se incrementen los casos de cáncer de pulmón, tal cual anticipan los médicos.
Especialistas consultados reconocen que se está viendo que los chicos están fumando más: están consumiendo sobre todo cigarrillos tradicionales y preocupa el vapeo. Es que los consumidores creen que es menos dañino, sin embargo, los médicos aseguran que también causa daño y que, de hecho, ya se está viendo.
“El vapeo se cree que no es tóxico, que no da cáncer en el pulmón pero da enfermedades inflamatorias pulmonares que van a terminar a lo largo de los años desarrollando un tumor de pulmón”, afirmó la doctora Lorena Liponacci, jefa de Oncología de tórax del Hospital Italiano de Buenos Aires en diálogo con Los Andes.
“Falta dato todavía a más largo plazo, pero lo que yo quiero dejar como mensaje es que el vapeo no es inocente, terminas teniendo otra adicción, la necesidad de tener que consumir algo”, subrayó.
En adultos, Mendoza es la segunda provincia donde más se fuma, después de Santa Cruz. Más de un cuarto de los mayores de 18 años consume tabaco de algún modo según expresa la IV Encuesta de Factores de Riesgo (ENFR), realizada por el Ministerio de Salud de la Nación con datos hasta 2018 (lo último que hay). Pero descendió: en 2005 era el 31,5% de los mayores de 18 y en la última encuesta fue 26,8%.
El 17 de noviembre es el es el Día Internacional de la lucha contra el Cáncer de Pulmón, el tipo de cáncer más frecuente a nivel mundial.
Qué produce el vapeo
La Asociación Argentina de Medicina Respiratoria (AAMR) advirtió sobre el asunto recientemente. Señaló que la edad de inicio de consumo de tabaco es cada vez menor y es por eso que los especialistas aseguran que el tabaquismo se volvió una enfermedad pediátrica.
En Mendoza y el país, la edad de inicio se ubica a los 11 o 12 años, según las últimas estadísticas que se manejan.
Los especialistas ponen el foco en que las estrategias actuales de las tabacaleras están dirigiéndose a este segmento con la intención de generar nuevos consumidores y nuevas formas de consumo asociadas a nuevos dispositivos.
Entre alumnos secundarios de Mendoza que tienen menos de 16 años, 2 de cada 10 ha consumido tabaco al menos una vez. La contracara es que 81% no ha probado cigarrillos. Es el resultado de una encuesta realizada por la Universidad Nacional de Cuyo (UNCuyo) en alumnos de entre 13 y 15 años de sus 6 colegios secundarios el año pasado.
Alfredo Morán, expresidente y miembro de la AAMR y referente en Mendoza de la entidad dijo que parte del problema es que ya se sabe qué daño provoca el cigarrillo pero falta información sobre estos nuevos productos. Es en ese sentido que los profesionales señalan que hay que esperar unos años para ver las consecuencias sobre la salud e incluso avanzar en su análisis.
“Lo usan porque tiene rico olor y tiene rico sabor, y entonces la sustancia que está metiendo a sus pulmones, va a pasar a su sangre, va a circular por todo el organismo y va a generar daños”, explicó.
Por lo pronto, ya están viendo en adolescentes cuadros respiratorios asociados o un agravamiento de los preexistentes, como el asma, y dijo que los síntomas del consumo del tabaco y del vapeo son los mismos.
Señaló que las sustancias que le colocan al vaper todavía se están investigando y se está estudiando el resultado de su uso y el daño que produce. “Entonces, nosotros estamos evaluando daños agudos a corto plazo, que ya hemos visto que se han producido en algunos grupos de jóvenes y también lo que vamos a ver es daño a largo plazo, y ya se identificaron algunas sustancias que son cancerígenas que tienen este tipo de productos, por nombrarlos de alguna forma”, destacó.
Consecuencias de fumar en el corto plazo
“Obviamente vamos a ver un aumento en la incidencia de enfermedad pulmonar crónica y de tumores en pulmón a raíz del consumo de esta sustancia, muchas todavía no están identificadas, pero sí algunas ya se identifican como cancerígenas”, remarcó el médico.
Especificó que ese humo irrita la mucosa y al hacerlo produce síntomas: “Lo primero que irrita es la nariz, la tráquea, y los bronquios; entonces, esa inflamación constante, a lo largo de un tiempo, me va a producir cambios, esos cambios podrían derivar en que desarrolle un asma, desarrolle un EPOC, y si seguimos agrediéndolo, la gran posibilidad es que desarrolle tumores. Ese sería el mecanismo básico por el cual la inflamación me va a producir un cambio”.
Además contó que los vapeadores y sus insumos son costosos y por lo cual, en Argentina donde hay un deterioro del poder adquisitivo, muchos apelan a otras sustancias para agregarles. “En nuestro país tenemos la habilidad de industrializar o de transformar las cosas, entonces la gente local le pone sustancias que fabrican; por ejemplo, si quiero un vaper con sabor a vainilla, le pongo la vainilla que uso para las tortas. Lo que sucede es que obviamente no es una sustancia para que yo pueda poner en mis pulmones y en mi organismo, sino que es para la torta, no para los pulmones. Entonces, lo que generalmente puede llegar a producir es lo que denominamos una injuria aguda del pulmón”, refirió.
Dijo que puede ser aguda o a largo plazo, dependiendo del grado de consumo. “Imagínate que cualquier cosa que vos metas a tus pulmones que no sea aire o los gases que normalmente respiramos va a producir un daño a largo plazo porque no son sustancias que se puedan absorber por esta vía y es un grave problema”, manifestó Morán.
Riesgo de adicción
Otra consecuencia de la que hablan los expertos es que al tratarse de una sociedad consumista, se tiende a consumir y fumar es parte de esto. Entonces tanto el cigarrillo tradicional como el vaper aseguran que son la puerta de entrada a una adicción aunque se consuman eventualmente, porque si no hay uno se consume otro u otra sustancia.
Por otra parte, Morán planteó que es difícil saber cuándo un chico ha fumado con vapeador o dispositivo electrónico lo que dificulta la intervención de los padres. Cabe detallar que se trata de dispositivos electrónicos que se usan con soluciones líquidas que pueden tener sabores como a frutas por ejemplo. Además, suelen tener presentaciones llamativas.
Lupinacci cree que hay que actuar y dió un consejo simple: “Yo haría hincapié en campañas anti-tabaco, anti-vapeo, ejercicio físico, salir, todo eso que parece algo tan básico, no tenés que pagar el gimnasio, salís a caminar, los chicos a veces están todo el tiempo sentados con la tablet y todo eso, hay que fomentar el deporte porque el que hace deporte no va a querer fumar porque va a querer rendir bien”.
