En su último acto como oficialismo y al filo del plazo legal, el Frente de Todos convocó a la Comisión de Juicio Político de la Cámara de Diputados para firmar el dictamen de acusación contra los cuatro jueces de la Corte Suprema de Justicia.
El miércoles próximo vence el plazo legal para dictaminar en el marco de la prórroga de las sesiones ordinarias, por lo que la presidenta de la comisión, Carolina Gaillard, citó a una reunión para el martes a las 13, con el fin de evitar que el proceso quede en la nada.
Sin embargo, se trata de un acto testimonial: si bien el oficialismo tiene los votos propios para dictaminar (16 miembros sobre 31 totales), no cuenta con los dos tercios que se necesitan en el recinto para aprobar la acusación y proceder al juzgamiento en el Senado.
El o los dictámenes que se firmen (podría producirse uno por cada juez) tendrán vigencia hasta el 28 de febrero de 2025, según lo establece el reglamento de la Cámara.
La reunión del martes se desarrollará en plena transición presidencial entre Alberto Fernández y Javier Milei, y luego de que el futuro ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona, se reuniera con los jueces Horacio Rosatti, Carlos Rosenkrantz, Ricardo Lorenzetti y Juan Carlos Maqueda.
“El juicio a la Corte no tiene andamiaje ni fáctico ni jurídico. Es algo ilegítimo que tiende a presionar y perturbar la honorabilidad de los jueces sin sustento alguno”, denunció Cúneo Libarona en diálogo con Todo Noticias, y calificó el proceso como “infame”.
Los magistrados son acusados de mal desempeño en sus fallos sobre el “2x1″ a favor de genocidas, el giro de coparticipación a la Ciudad de Buenos Aires y el Consejo de la Magistratura, a lo que se suman supuestas irregularidades en la obra social del Poder Judicial de la Nación.
La comisión se reunió 25 veces y recibió a un total de 71 testigos. Los jueces fueron convocados para ejercer su defensa ante los diputados, pero no asistieron. Rosatti y Rosenkrantz, presidente y vice de la Corte, presentaron sendos escritos y rechazaron los cargos en su contra.
La última reunión terminó en escándalo, cuando Gaillard la dio por terminada sin darle la palabra a la oposición, tras informar brevemente sobre la ausencia de los jueces.
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