Una clase virtual de la carrera de Abogacía en la Universidad Nacional de Cuyo fue interrumpida por un usuario que insultó y mostró una foto del dictador alemán Adolf Hitler para atacar a una compañera, que justo exponía sobre el sufragio femenino. Tras repudiar este “discurso de odio”, la Facultad de Derecho ya avanza con una investigación para dar con el autor de los agravios.
Era el martes por la tarde cuando los profesores Facundo Salido y Gimena Iriart brindaban una clase online de la cátedra Historia de las Instituciones Argentinas y Latinoamericanas, que forma parte del primer año de la carrera de Abogacía. Hay unos 367 inscriptos en la materia, de los cuales 100 estaban conectados vía Google Meet, debido al límite establecido por la plataforma. Es decir, algunos alumnos suelen compartir acceso desde una misma cuenta.
Se trata de una “clase invertida”, en la que “se une teoría y práctica con un modelo de debate”, según explicó Salido en diálogo con Los Andes. Los estudiantes eligen tópicos vinculados a la historia y la política para contrastar posturas diferentes y, a veces, antagónicas. “Para que vayan ejerciendo la abogacía desde primer año y defender argumentos desde una posición y otra, siempre con respeto”, agregó el docente.
Durante la última videollamada grupal, una estudiante comenzó a disertar sobre la Ley N° 13.010 de Voto Femenino, cuando fue interrumpida de manera violenta. Un oyente identificado como “José Mansilla” le gritó “zurda de mierda” y tomó el poder de la pantalla para dedicarle una foto de Hitler. Entonces, los docentes expulsaron al intruso de la sala virtual.
En los registros de la cátedra no existe alguien llamado “José Mansilla”, pero no se descarta que sea algún alumno de la misma facultad e, incluso, de la universidad. Por cuestiones obvias de funcionamiento, cualquier persona con el enlace de Meet puede ingresar, más allá de que se lo distribuya en grupos cerrados de estudiantes y docentes.
“Aún no podemos determinar específicamente que sea en concreto un estudiante de la facultad o un seudónimo”, dijo Salido, aportando que junto a su colega hicieron la denuncia correspondiente ante las autoridades de la facultad. Más allá de identificar y sancionar al autor gracias a la dirección de IP, por ejemplo, recolectar información acerca de si a otros docentes les pasó con un tal “José Mansilla” y/o mecánica parecida.
“Hay un clima político y límites que se están rompiendo”
“Jamás nos había pasado que intervinieran una clase”, aclaró el responsable de la materia. Ya en otras ocasiones se debatieron temáticas como la de la Generación del 80 y el régimen conservador de Julio Argentino Roca. Y a pesar de que hubo posturas enfrentadas a tono con la revalorización de los últimos tiempos, “fue súper respetuoso”. El debate continuó, y se evaluó a los alumnos con normalidad.
De hecho, Facundo Salido recordó que, al principio de la polémica clase del martes pasado, pensó que la imagen de Hitler era usada por la alumna como contexto para referirse a la época en que fue sancionada la ley del voto para las mujeres, en 1947, hasta que vio cómo el oyente insistía con las agresiones.
Dejando de lado la chata disputa entre banderas partidarias, el docente asoció el estallido de estos agravios al estilo discursivo del gobierno de Javier Milei, replicado e intensificado por los simpatizantes libertarios en las redes sociales.
“Creemos que hay un clima político y límites que se están rompiendo. Nunca se habían dado este tipo de ataques. Uno ve a mandatarios del ámbito público nacional con este tipo de terminologías que desdeñamos en el marco de la democracia”, consideró el abogado.
“Hablar de ‘zurdos’ o ‘ratas’ no hace a un debate respetuoso. Lo atamos a la coyuntura porque son los discursos que circulan por las redes”, añadió.
Repudio de la UNCuyo e investigación para dar con el autor
La Facultad de Derecho repudió el hecho y afirmó que “no tolerará los discursos de odio en una institución plural y respetuosa como la UNCuyo”. Anticipó, además, que la Dirección de Informática ya trabaja para dar con el autor de los agravios.
“Los discursos de odio atentan contra la dignidad y los derechos de las personas. El odio no tiene espacio en nuestras comunidades ni en nuestras sociedades”, declaró la casa de estudios en un comunicado oficial.
“Promover la tolerancia, el respeto y la empatía es fundamental para construir un futuro donde todas las voces sean escuchadas y valoradas”, indicaron desde Derecho.