Nadal anticipa rebrote de coronavirus en Mendoza: “Aunque haya vacuna, no habrá inmunidad de rebaño este año”

La ministra de Salud ofrece un balance a un año del primer caso de Covid-19 en la provincia y adelanta cómo se preparan para la llegada de una segunda ola. Además, cuenta las dificultades en el trato con Nación a la hora de luchar contra la pandemia.

Nadal anticipa rebrote de coronavirus en Mendoza: “Aunque haya vacuna, no habrá inmunidad de rebaño este año”
Nadal dialogó con Los Andes para hacer un balance y evaluar las perspectivas para los próximos meses. José Gutiérrez / Los Andes

A un año del inicio de la pandemia en Mendoza, con el primer positivo notificado justo un 21 de marzo, el recorrido ha sido difícil. Aunque nuestra provincia presenta una pausa epidemiológica, ya se anticipa el inevitable ingreso de una segunda ola de Covid-19.

La ministra de Salud, Desarrollo Social y Deportes, Ana María Nadal, dialogó con Los Andes para hacer un balance y evaluar las perspectivas para los próximos meses.

- ¿Qué balance hace de la gestión de este año de pandemia, considerando los perjuicios que implicó en diversas aristas?

- El año 2020 ha sido uno de los más difíciles que nos ha tocado vivir. Sabíamos que nos enfrentábamos a algo muy difícil por lo que habíamos visto en otros países. Era algo transversal porque no afectó sólo lo sanitario, sino que a la gente se le instaló la pandemia en sus vidas y en sus trabajos. Eso lo hace una situación inédita y difícil. Los resultados los pongo en la decisión política del gobernador, fuimos una de las primeras provincias que entendieron que las cuarentenas estrictas y prolongadas y sin buscar salidas progresivas no servían. Por eso fuimos una de las primeras en flexibilizar la cuarentena y en generar protocolos para cuidar las actividades económicas. Es fundamental rescatar que la respuesta del sistema de salud fue del sector público y privado. Que existió una muy buena articulación, y también con la obra social provincial.

- ¿Qué aspectos fueron fundamentales?

- Veíamos que al flexibilizar no teníamos un comportamiento distinto al del resto de las provincias: no aumentaban los casos, y esto fue una validación de que las medidas tomadas fueron las acertadas. La pandemia tiene una parte asociada al comportamiento individual, y que las personas entendieran las normas de prevención que establecimos contribuyeron a que Mendoza pudiera permanecer abierta. Esta ha sido una lección aprendida a sostener para los tiempos que vienen, porque podemos enfrentar una segunda ola de contagios.

- ¿Cómo definiría la relación que se tuvo con el gobierno nacional teniendo en cuenta que planteaban diferentes posturas?

- Nos costó. En la reunión del Consejo Federal de Salud (N. de R.: se realizó el viernes) dijeron que las cuarentenas rígidas no son la única solución y Nación decía lo mismo que hemos sostenido nosotros durante el año pasado. Eso dificultó la relación con Nación, que en aquel momento fue más dura porque esa mirada distinta generaba dificultades.

- ¿Qué dificultades? ¿Sienten que la provincia fue perjudicada?

- Cuando pedimos algo, los insumos llegaron, así que en ese sentido no. Pero estaba la tensión del trato diario, en sostener una posición. Decíamos que estábamos bien, y decían no, que había que restringir, y presionaban para que hiciéramos lo mismo que otras provincias.

-¿Puede ampliarse más el sistema de salud en caso de ser necesario?

-Sí, siempre se puede expandir. Hay un punto difícil que son las camas de terapia intensiva, porque el recurso humano es escaso. Por ejemplo, usamos estructuras extrahospitalarias como los hoteles y las camas intermedias para ventilados crónicos, que son un alivio para las terapias intensivas.

-¿Qué cree que nos depara este año?

- Un posible rebrote. Volveremos a la incertidumbre. Se van a hacer todos los esfuerzos, pero lo más probable es que ingresen las nuevas variantes. Esperemos que más tarde que temprano. Fundamentalmente, la Manaos, porque estamos muy cerca de Brasil y ya están circulando las de Sudáfrica y la del Reino Unido. Eso genera un contexto de más contagio y nos hace mirar la segunda ola, que nos vamos a tener que esforzar mucho en contener. Y para eso algo importante: llegar a la mayor vacunación. Esto tiene dos momentos: el de adquirir vacunas, que asume el Estado Nacional como responsable y nuestra responsabilidad de aplicarla. Organizamos una campaña de vacunación que está siendo positiva.

-¿Van a alcanzar a vacunar a los mayores de 70 años inscriptos antes de la segunda ola?

- Esperemos, eso es difícil de prever. De los 112.000 inscriptos tenemos vacunadas aproximadamente 70.000 personas, es decir, el 50% de los inscriptos. Y la vacuna Sinopharm creo que pronto va a ser aprobada para mayores de 60 años. Empezamos por los mayores de 70 porque hay evidencia de que evita la enfermedad grave y la mortalidad.

-¿Cómo sigue la estrategia?

- Ahora vamos a empezar la inscripción para personas de entre 50 a 60 años con obesidad y sobrepeso, que vemos que tienen riesgo. El objetivo en la vacunación tiene que estar en los mayores de 60 años. Esta aporta cobertura de 60% a 70% para no enfermarse y 98% a 100% de efectividad para no hacer la forma grave.

-¿Cómo será el año?

-Será difícil, con circulación viral. Trabajamos en estas líneas: lo aprendido en el sistema de salud para volverlo a implementar, tratar de controlar lo más posible la transmisión, llegar temprano para evitar las formas complicadas. Aunque haya vacuna no habrá efecto rebaño este año.

-¿No hay ni una mínima chance de lograrlo?

-La vacuna es escasa y no hay nada que haga pensar que llegará la cantidad de vacunas para lograrlo.

-¿Qué puede ser lo mejor que tenemos y qué lo más problemático frente a lo que se viene?

- La fortaleza son las lecciones aprendidas. Lo más problemático, la aparición de nuevas cepas que nos van a hacer aprender cosas y que tienen más contagiosidad. Probablemente se presenten más casos, por lo que siempre hay más posibilidades de complicaciones.

-¿Cree que la vacuna va a lograr impacto este año?

- No va a impactar en la transmisión, sí en la letalidad.

-¿Cree que ha sido lenta la vacunación en Mendoza?

-No creo que haya sido lenta, estamos acelerados a niveles de que nos quedamos sin vacunas, o sea que es una intensidad total. Entre los ministros provinciales comentamos que la información que da Nación genera ruidos en las provincias. Vacuna que llega es vacuna que aplicamos.

-¿El gobierno mendocino va a sostener su postura de mantener la apertura todo lo que se pueda?

- Con responsabilidad, día a día se irán evaluando las medidas, pero creo que los mendocinos hemos hecho mucho y estamos aquí con un esfuerzo social que espero podamos mantener. Siempre va a ser esta la postura inicial: sostener esta ecuación que nos ha permitido mantener la provincia en equilibrio.

-¿No abrieron las escuelas para cerrarlas en pocos meses si aumenta la circulación?

-No lo sabemos, creo que no, teníamos que darles presencialidad a los chicos, porque para muchos implica una merienda y una revinculación con el ambiente escolar. Los niños y adolescentes perdieron su vida social, ojalá podamos sostener la presencialidad, por eso está el método de burbuja para identificar los contagios. Además, hemos comprado test nasales para los chicos que son menos invasivos para hacer un diagnóstico rápido. Claro que se va a complicar porque nos va a aparecer el otro panel viral con virus sincicial, gripe, infecciones respiratorias invernales que acompañan a los chicos.

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