Ángela, la ahijada presidencial que aún espera ser reconocida

Nació en 2012 bajo la presidencia de Cristina Fernández y, pese a que realizaron las gestiones, nunca le dieron la beca. La requiere porque su familia vive en la pobreza.

 Ángela, la ahijada presidencial que aún espera ser reconocida
Ángela vive en el barrio Flores, de Ciudad, y necesita la beca que le adeudan.

Ángela tiene 9 años y una mirada que derrite. Ojos oscuros, oyuelos perfectos, se debate entre la picardía y la inocencia. Poco entiende sobre las consecuencias dramáticas que la pandemia por el Covid-19 y la cuarentena han dejado en el país y en su barrio -el Flores, en Ciudad- donde la miseria se agudizó en este contexto de pandemia.

Nació en 2012 bajo el mandato de Cristina Fernández de Kirchner y si bien en su momento su mamá envió una carta a la Casa Rosada, nunca tuvo respuesta.

Ángela forma parte de la población creciente de la pobreza en Mendoza, que asciende casi al 42% de la población. También integra la franja más castigada, la de menores de 0 a 14 años.

Lejos de su escuela General Patrocinio Recabarren, Ángela pasa sus días en el barrio y, como puede, con su puñado de hermanos y cumpliendo a cuentagotas con las tareas. Es que en su casa sólo hay un teléfono que debe repartirse entre su numerosa familia.

Su papá, que hace tareas de jardinería, se quedó sin una de sus principales changas en el lavadero en una casa de alquiler de esquíes que cerró con la pandemia.

Si antes del aislamiento estaban complicados, hoy mucho más, cuenta su mamá Mariana Tobar, también desempleada aunque dice que se da maña para la costura, que podría ser modista, pero que no tiene máquina de coser.

Como sea, así van las cosas en la familia, que ahora redobla la apuesta para lograr el subsidio y la medalla que a Ángela le correspondería por tradición cuando se nace séptimo en una familia.

La primera en llegar al mundo fue Ximena (18), luego Camila (16), Gina (15), Kiara (13), Giuliana (12), Ornela (10), Ángela (9) y Ezequiel (7).

“¿Cómo es Ángela? Inquieta, amante de las plantas y de los juegos al aire libre, aunque también le encantan las muñecas”, la define Mariana y agrega que la escuela “le cuesta un poco”.

Cuando fue gobernador Francisco Pérez -relata- le hicieron promesas para gestionar el madrinazgo de la entonces Presidenta, pero todo quedó en la nada. “Ahora insistimos con representantes del Gobernador y tengo esperanzas de lograr la beca, que sería de mucha ayuda”, dijo Mariana.

Además de las changas, la familia de Ángela vive del subsidio que percibe su mamá por sus siete hijos, que asciende en total a 17.000 pesos.

De esa cifra recibe 11.000 porque se le descuentan algunos préstamos que, dice, sacó para comprar libros.

“¿Si alcanza? Sólo para las deudas del almacén”, confiesa la mujer y reitera su deseo de contar con una máquina que le permita realizar arreglos de costura.

Quien desee ayudar a esta familia puede comunicarse al teléfono: (261) 155566552.

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