Parecía una amenaza lejana, difícil de percibir en la vida cotidiana. Y de llegar finalmente, todos esperaban algo como la pandemia de Gripe A H1N1 en 2009: apenas unas semanas de cuidados y una vuelta progresiva a la normalidad. Error. A un año de registrarse el primer caso de coronavirus en Argentina, los barbijos son la norma principal de convivencia, todavía hay que estar a dos metros de otro ser humano y la vacunación avanza, seguro, pero entre denuncias por corrupción (el vacunatorio VIP) y una pelea por acaparar la mayor cantidad de dosis en detrimento de los países más pobres.
Argentina tuvo confirmado el primer caso de Covid-19 el 3 de marzo de 2020. Lo anunció en una conferencia de prensa el por entonces ministro de Salud, Ginés González García. Semanas antes, el 23 de enero, el exfuncionario había sugerido en radio La Red que en ese momento “no había posibilidad” de haber casos en el país.
El primer paciente era un hombre de 43 años que había viajado por Italia -una de las zonas más golpeadas por el virus- y luego España, desde donde tomó un avión con destino a Ezeiza, donde la medida sanitaria era llenar una declaración jurada.
El paciente en cuestión fue identificado como el empresario Claudio Ariel Pazzi. Cuando comenzó a sentirse afiebrado, se dirigió a la clínica Swiss Medical Center, ubicada en el barrio porteño de Recoleta, en la ciudad de Buenos Aires. Allí le hicieron estudios y, por protocolo, quedó aislado. Al día siguiente, fue trasladado al sanatorio Agote y transitó la enfermedad con un relativo buen estado clínico y sin mayores sobresaltos. Tanto así que, como dato de color, grabó un video que se hizo viral en el que se lo podía escuchar preguntándole a una enfermera si podía comer sushi durante su internación. Recibió el alta en 10 días.
“Cuando bajé del avión, tenía toda la remera transpirada y me pareció medio raro. Entonces, por precaución, pero en ningún momento pensé que pudiera ser por Covid-19, fui directo a hacerme ver”, recordó el empresario en una entrevista con Infobae, publicada hoy. Tras su contagio, quizá el más famoso de la pandemia, el hombre reconoció: “No tuve secuelas. Hago deportes todos los días”.
“Yo viajé y tuve la enfermedad antes de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) declarara que se pasaba de una epidemia a una pandemia. Entonces, ahí todos hacían vida normal”, rememoró Claudio Ariel Pazzi sobre aquel tiempo lejano, cuando asistía a exposiciones de moda. Desde su contagio, donó varias veces sangre.
Al poco tiempo, más precisamente el 20 de marzo, el país entraba en fase de aislamiento social, preventivo y obligatorio. El cierre total duraría inicialmente unos pocos días hasta el 31 de marzo, pero se extendió por varios meses dependiendo de la ciudad, la ocupación de camas y el nivel de contagios. Actualmente, Argentina se mantiene en etapa de distanciamiento.
Desde el 3 de marzo de 2020, Argentina suma 52.192 fallecidos registrados oficialmente a nivel nacional y 2.118.676 contagiados. En cuanto a la vacunación, la única salida posible de la pandemia, ya hay 1.126.108 personas inoculadas, de las cuales 823.446 recibieron una dosis y 302.662 las dos, mientras que el total de vacunas distribuidas es de 2.179.110.
