Argentina es el primer país de América Latina en producir la vacuna rusa Sputnik V. Esto luego de que hoy se anunciara la producción del primer lote a cargo de la farmacéutica Laboratorios Richmond SACIF junto con el Fondo Ruso de Inversión Directa (RDIF, el fondo soberano de inversión de Rusia).
Este fondo y sus socios facilitaron la transferencia de tecnología al laboratorio y el primer lote se enviará al Centro ruso Gamaleya (creador de la vacuna) para el control de calidad. Se espera comenzar con la producción a gran escala en junio y la intención en el futuro es poder exportar a países de América Central y América Latina.
En tanto, el laboratorio Richmond ya produjo en Argentina 21.000 dosis de la Sputnik V a la espera de ser analizadas y aprobadas por el ente regulador ruso.
En diciembre el director ejecutivo del Fondo Ruso de Inversión Directa, Kirill Dmietriev, había anticipado los planes. “Ya empezamos la producción en India, Brasil, China y Corea. En el segundo trimestre (de 2021) desplegaremos la producción en Argentina, donde hay farmacéuticas muy potentes”, había afirmado.
El lunes 12 había llegado a Ezeiza un cargamento de 170 kilos, con materiales de investigación traídos por el laboratorio desde Rusia y con ello se daba el puntapié inicial.
Esta vacuna es la que más se está utilizando en el país. Fue el primero de América Latina en registrar oficialmente Sputnik V bajo el procedimiento de autorización de uso de emergencia. Además fue la primera que se autorizó para ser usada en mayores de 60 años, por lo que es la que ese segmento está recibiendo de manera mayoritaria.
Fue el inoculante con el que se inauguró la campaña de vacunación contra el Covid-19 el 29 de diciembre.
Esta vacuna ya ha sido registrada en 60 países a nivel mundial y ha sido inoculada a 3 mil millones de personas. Según ha informado Gamaleya, la eficacia de la Sputnik V es del 97,6%. Esto a partir del análisis de los datos sobre la tasa de infección por coronavirus entre los vacunados en Rusia con ambos componentes del Sputnik V desde el 5 de diciembre de 2020 al 31 de marzo de 2021.
Requiere dos dosis, de componente diferente que deben inocularse con una diferencia de al menos 21 días.
El director del instituto Gamaleya aseguró que tiene una efectividad de dos años.
En tanto, según un estudio del Conicet, los que ya tuvieron Covid-19 solamente necesitarían una dosis de la Sputnik V. Se determinó que los pacientes generaron una respuesta inmune con niveles de anticuerpos similares e, incluso, superiores a los producidos por no infectados que recibieron dos dosis de la vacuna.
Este desarrollo se basa en una plataforma probada y bien estudiada de vectores adenovirales humanos y utiliza dos vectores diferentes para las dos inyecciones en un curso de vacunación, lo que, aseguran sus desarrolladores, proporciona inmunidad con una duración más prolongada que las vacunas que utilizan el mismo mecanismo de administración para ambas inyecciones.