La depresión y los trastornos por ansiedad han aumentado en más de un 33 % los últimos años y en su atención persiste el subdiagnóstico.
Así lo aseguró Rolando Salinas, Jefe de Salud Mental del Hospital Alemán de Buenos Aires y profesor de Psicología de la salud de la UCA.
Además, este ex- asesor del Ministerio de Salud de la Nación explicó que los cuadros que se presentan están asociados a sintomatología somática, promoviendo consultas médicas generales con saturación del sistema de salud y gasto ineficaz. Es en este sentido que advirtió sobre las brechas en la atención de salud mental y propuso algunas estrategias. Lo hizo en el marco del Día Mundial de la Salud Mental, que se conmemora hoy, promovido por la Federación Mundial de Salud Mental y con el apoyo de la Organización Mundial de la Salud (OMS). La fecha apunta a crear conciencia, disminuir el estigma asociado, y promover el fortalecimiento de los servicios en el área.
Hay que destacar que la salud mental se considera un derecho humano básico, y un estado positivo de la misma se define como aquel en el que las personas pueden sentir, pensar, y actuar de manera que mejore su aptitud para disfrutar la vida y hacer frente a las dificultades.
“La pandemia de Covid-19 vino a agravar el histórico déficit en el diagnóstico y tratamiento de padecimientos mentales, aumentando su incidencia por su impacto social y económico”, explica.
Años perdidos y brechas
El especialista refirió que según datos de la OMS más de un tercio de los años perdidos por discapacidad o muerte prematura son causadas por padecimientos mentales, y la distancia entre las personas tratadas y las que deberían recibir tratamiento tiene una brecha del 66%.
América Latina, es la única región del mundo, donde aumentó el número de suicidios, que es del 9/100.000 promedio. Y el cuadro se completa con el incremento del consumo de sustancias psicoactivas y alcohol.
El experto resaltó que llamativamente en casi todos los países, pero particularmente en los subdesarrollados, hay una desproporción del gasto en salud mental respecto del gasto total en salud, que no se correlaciona con la carga de enfermedad que representan, a pesar de que expertos de la OMS y el Banco Mundial han calculado un ahorro de cuatro dólares por cada uno invertido. Recordar el lema “no hay salud sin salud mental”.
Recomendaciones
Salinas hizo referencia a que el Comité regional de la OMS ha publicado, recientemente, algunas estrategias para mejorar la situación de Salud Mental. En línea con las mismas, se pueden sugerir unas pocas acciones que aliviarían mucho la situación de Argentina, donde la crisis socioeconómica crea situaciones altamente vulnerables:
-Fortalecer los sistemas de asistencia en Salud Mental: La OMS aconseja la educación del personal de salud en áreas de atención primaria para la detección y el tratamiento de problemas de salud mental con un bajo costo, ofreciendo un programa específico para mejorar la brecha a los países que lo solicitan.
-Complementar la actual Ley de Salud Mental: dedicada principalmente a reglamentar la internación, con disposiciones que promuevan la rehabilitación basada en la comunidad y la prevención. Crear las condiciones para que se desarrollen instituciones que permitan dar continuidad al cuidado de las personas vulnerables, evitando tanto la institucionalización prolongada, como la situación de calle, o el aumento de personas inimputables que cometen delitos.
-Integrar políticas de prevención a los contenidos educativos: con el objetivo de retrasar el inicio en el consumo de sustancias, que es mucho más grave en edades tempranas.