Como en muchos de los hogares de nuestro país, cada diciembre el pueblo Capioví de Misiones se transforma en un escenario único por la Navidad. Su Adornado con miles de luces, decoraciones recicladas y figuras gigantes de Papá Noel le valió para que lo distingan como “el pueblo más navideño de Argentina”.
Este año, sin embargo, la celebración se vio interrumpida por un inesperado incidente: el icónico árbol de Navidad, una estructura de 14 metros hecha con más de 15.000 botellas plásticas, sufrió un incendio durante la madrugada del domingo pasado por a un cortocircuito en su sistema de luces.
Las llamas se propagaron rápidamente, consumiendo gran parte de la estructura y dejando a los vecinos impactados. En el lugar donde se encontraba el árbol, instalaron una decoración simbólica con flores blancas y mariposas monarca, que habían sido la temática central de este año.
“Lo que pasó con el árbol es lo que sucede en la vida misma. Si uno se cae, se vuelve a levantar. Obvio que duele lo ocurrido porque sabemos el entusiasmo que le puso la comunidad a este festejo. Hay que tratar de continuar”, expresó Carolina Silva Ramos, directora de Turismo de Capioví, quien además contó que ya se puso en marcha un operativo provincial para volver a armar el árbol.
“La iniciativa involucra a escuelas técnicas y colaboradores que llegan desde Posadas y otras localidades. Aunque se espera que la nueva estructura sea más sencilla que la original, el objetivo principal es mantener vivo el espíritu de unión y celebración”, agregó.
EL NACIMIENTO DE UN LEGADO
La tradición navideña en Capioví comenzó en 2009 como un proyecto familiar de catequesis y, con el tiempo, se convirtió en una de las celebraciones más esperadas de Misiones. Cada año, la comunidad trabaja colectivamente para crear un ambiente festivo con decoraciones recicladas, armando así árboles de Navidad, ángeles, renos y hasta trenes iluminados.
Este año el diseño de la ornamentación general y el árbol principal estuvieron a cargo de la artista Úrsula Kleiner: “Los adornos tienen un profundo significado. Las velas simbolizan la paz, la luz y la vida espiritual en este mundo revuelto, mientras que las mariposas monarcas representan la perseverancia, la transformación y la renovación”, explicó el pasado 30 de noviembre en la Plaza de Los Pioneros.
Con el correr de los años la decoración fue abarcando distintos sectores la zona. En 2010 se extendió por la avenida San Luis Gonzaga, corazón de Capioví y en la plaza principal montaron un árbol de 10 metros.
En 2012 fue tanta la repercusión del evento que se creó un grupo llamado “Decoración Navideña Capioví” al que le asignaron un lugar para fabricar los adornos con elementos reciclables. Un año después todo se convirtió mucho más espectacular. Incorporaron un trineo de Papá Noel y renos en tamaño real construido con 13 mil botellas de plástico.
Entre los años 2014 y 2019 la decoración navideña se expandió por todo el pueblo. Ubicaron regalos gigantes en las rutas, construyeron un tren decorado y diseñaron rosetones y esferas enormes que adornaron las plazas.
Los mayores atractivos son el icónico pesebre con las figuras de la sagrada familia, una oveja hecha con más de 16 mil argollas de desodorante, más de 30 casas hechas de tapitas y una figura de Papá Noel de 4 metros iluminado con luces LED.
“La decoración no es solo una cuestión estética, sino un reflejo de los valores que mantienen unidos a los vecinos. Y la reutilización de materiales reciclados promueve una conciencia ecológica que se transmite a las nuevas generaciones”, explicó la directora de Turismo del lugar a Infobae.
Cada temporada navideña se suman nuevos adornos en los alrededores del pueblo. Ahora lucen cupcakes iluminados, coronas de adviento, flores como la estrella federal y mariposas.