“Amante de las flores” y “El vestido” son los títulos de dos de los poemas escritos por la estadounidense Louise Glück, Premio Pulitzer y autora de varios libros de poesía, quien resultó ganadora hoy del Nobel de Literatura, según el fallo de la Academia Sueca recién anunciado en Estocolmo.
- “Amante de las flores”
En nuestra familia, todos aman las flores.
Por eso las tumbas nos parecen tan extrañas: sin flores, sólo herméticas fincas de hierbacon placas de granito en el centro:las inscripciones suaves, la leve hondura de las letrasllena de mugre algunas veces?
Para limpiarlas, hay que usar el pañuelo.
Pero en mi hermana, la cosa es distinta:una obsesión.Los domingos se sienta en el porche de mi madrea leer catálogos.Cada otoño, siembra bulbos junto a los escalones de ladrillo
.Cada primavera, espera las flores.Nadie discute por los gastos.
Se sobreentiende que es mi madre quien paga;después de todo, es su jardín y cada flor es para mi padre.
Ambas ven la casa como su auténtica tumba.No todo prospera en Long Island.
El verano es, a veces, muy caluroso,ya veces, un aguacero echa por tierra las flores.
Así murieron las amapolas, en un día tan sólo, ¿eran tan frágiles?
- “El vestido"
Se me secó el alma. Como un alma arrojada al fuego,pero no del todo,no hasta la aniquilación.
Sedienta, siguió adelante. Crispada, no por la soledad sino por la desconfianza, el resultado de la violencia.
El espíritu, invitado a abandonar el cuerpo, quedar expuesto un momento, temblando, como ante sde tu entrega a lo divino; el espíritu fue seducido, debido a su soledad,por la promesa de la gracia.
¿Cómo vas a volver a confiaren el amor de otro ser Mi alma se marchitó y se encogió?.El cuerpo se convirtió en un vestido demasiado grande para ella.
Y cuando recuperé la esperanza,era una esperanza completamente distinta.