Continúa la investigación por la caída del helicóptero que combatía los incendios en la localidad neuquina de Aluminé. La tragedia ocurrió el miércoles y se cobró la vida del piloto, Carlos Rodríguez Santa Ana (54), de Capital Federal, y del mecánico Francisco Javier Escudero (45), oriundo de Villa Dolores (Córdoba).
La aeronave, un Bell 412, pertenecía a la empresa Helicópteros del Pacífico, que tiene su sede central en Temuco, Chile, y una oficina en Buenos Aires. Era alquilada todos los años por el gobierno de Neuquén, detalló Clarín.
“Todavía es muy prematuro pero es seguro que el clima fue el que influyó. Sabemos que se precipitó a tierra y explotó. Había mucho humo en la zona donde volaba. La máquina llevaba un helibalde que había descargado sobre las llamas. Después se precipitó. Nuestro personal bajó hasta el lugar usando arneses y confirmó la muerte de los dos tripulantes”, dijo el secretario de Desarrollo Territorial del gobierno de Neuquén, Jorge Lara.
Néstor Toro García es un bombero de Córdoba e integra las patrullas de refuerzo en el combate contra el fuego y fue el primero en llegar a la zona de la tragedia. Intentó rescatarlos pero la aeronave explotó antes.
“Estábamos transportando a nuestra gente. Cuando yo ya estaba terminando con los bomberos era el último vuelo que hacíamos y atrás venían dos helicópteros y me entero de un accidente y que había caído en la zona”, relató a Cadena 3.
“Me dicen de qué nave se trata y conozco quiénes son los pilotos y mecánicos porque también han trabajado en los incendios de Córdoba”, agregó.
Néstor contó que el helicóptero accidentado entró en una cañada de baja altura y de ahí no pudo salir. Al encontrar la máquina, intentaron bajar y saltar, pero tampoco pudieron hacerlo porque era una zona muy profunda, con mucha piedra.
“No podíamos bajar y volvimos a la base a buscar una grúa. El piloto me preguntó si me animaba a bajar y yo dije que sí porque soy bombero y paramédico. Bajé a 20 metros de la máquina accidentada, pero lamentablemente llegamos tarde”, contó.
“Cuando llegué a la máquina la envolvieron las llamas y me aproximé lo más que pude, pero no pude constatar si estaban con vida porque la nave agarró fuego”, describió. Para el operativo de rescate, Néstor hizo un descenso en rapel, con una linga y enganchado con un arnés al otro helicóptero que estaba estacionado en el aire.
“Uno piensa en los compañeros en la familia y no piensa en el miedo ni en el peligro que conlleva”, señaló. “Lamentablemente le tenemos que dar el pésame a las familias del piloto y el mecánico. Hicimos lo que se pudo y uno sabe que nuestro trabajo conlleva un riesgo. Fue muy triste el día de ayer”, comentó.
Qué dijo la empresa sobre la caída del helicóptero en Aluminé
“Nuestra mayor preocupación está en la familia de la tripulación de la aeronave, como así también del equipo en el lugar”, señalaron en un comunicado desde la empresa Helicópteros del Pacífico.
Agregaron que conforme a los protocolos, intervino la Junta de Seguridad en el Transporte (JST), el organismo que determinará la causa del accidente.
La aeronave que cayó fue un Bell 412SP. “El helicóptero contaba con los máximos estándares de mantenimiento conforme a la normativa de la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC) y el piloto estaba habilitado por esa agencia y había recibido entrenamiento en Flight Safety, una empresa global especializada en capacitación aeronáutica”, afirmaron.
Comunicaron que son una empresa con una flota de seis aeronaves y que se especializa en servicios aeronáuticos, con “gran experiencia en el combate del fuego y cuenta con los estándares más altos en materia de seguridad operacional”.
