Lo dijo el momento en que fue detenido, 6 de julio de 2023 desde el que se cumplen 15 meses este domingo. Y lo repite una y otra vez desde el Módulo de Conducta en el que pasa sus días, entre las clases de Formación Ética y Ciudadana que dicta a otros internos, su rol como monitor del Taller de Informática y las clases de alfabetización: Giovanni Caroglio (29) insiste en que no es un estafador, sino un deudor.
“Me equivoqué a la hora de operar, soy trader y me equivoqué en el índice del Nasdaq y en el índice Dax. Perdí 1.100.000 dólares. No tengo problemas de decirlo, es lo que sucedió”, se defiende.
Esta versión no se condice con la imputación que la Fiscalía de Delitos Económicos mantiene sobre él y sus dos hermanos, todos como autores y coautores de reiteradas estafas y por asociación ilícita, en base a las pruebas recolectadas en la investigación.
Son 134 las causas contra los Caroglio y que, unificadas, siguen su curso en la Justicia. Son las que mantienen a Giovanni (29), Genaro (32) y Gitan (33) Caroglio en el complejo penitenciario San Felipe.
Y el fiscal Hernán Ríos considera que las pruebas recolectadas son suficientes para que los hermanos aguarden detenidos el juicio.
Los Caroglio están imputados por estos delitos con dos productos que ofrecían y con el que, sostiene la acusación, se hicieron con más de 1.100.000 dólares (no se descarta que el piso sea a partir de 3,8 millones de dólares).
FONDOS DE INVERSIÓN Y LOTES VIRTUALES
El primero de los emprendimientos por los que “Los 3 G” (Giovanni, Genaro y Gitan) llegaron a la Justicia fue We Are Capital”. Se trataba de un fondo común de inversión en dólares y con promesas de exorbitantes ganancias (hasta 8% mensuales y en dólares) a través del que ofrecían a particulares la posibilidad de invertir en commodities y en la Bolsa.
“Me prestaban dinero por un contrato de mutuo, con distintas cláusulas. Y en una de ellas hablaba del riesgo inherente de la inversión, tanto para el acreedor como para mí. Ofrecía intereses altos, el riesgo era alto también”, explica Caroglio a Los Andes.
Giovanni, el menor de los tres hermanos imputados, reconoce su responsabilidad y define todo como “un negocio jurídico que falló” (“si salía bien, todos estarían felices y yo no estaría acá”, agrega).
Incluso, asumiéndose como deudor, aclara que su idea es ofrecer un arreglo a cada inversor que le confió su dinero. Pero, acota, necesita que se haga un repaso de la documentación que demuestra que cada denunciante es un acreedor. Y también, con sinceridad, insiste en que no puede poner a disposición de inmediato los 1.100.000 dólares.
“No sería serio que dijese que voy a conseguir ese dinero a 1 o 2 años. Yo necesito reestructurar la deuda, estudiar las denuncias. Hay algunas que no tienen ni contrato. Gente que dice ‘Soy Pepe Hongo e invertí dólares’, sin pruebas. Y estamos imputados por eso también”, se explaya.
“Puedo proponer una devolución a 8 o 10 años. Pero no he hecho ninguna propuesta aún”, prosigue el joven.
En la misma causa, Giovanni Caroglio está imputado por la venta de lotes virtuales en el metaverso y con la promesa de que aquellos que se habían vendido inicialmente en 10 dólares iban a cotizar a futuro en 500 dólares. “Criptocountry” es el nombre de este desarrollo con que convenció de invertir a otros particulares.
Aquí Giovanni Caroglio ni siquiera se reconoce como un deudor. “Por ‘Criptocuntry’ no voy a ofrecer arreglo, porque el producto se está desarrollando. Nunca se prometió ninguna ganancia por el videojuego, y todo se cumplió a la perfección”, resume.
¿UN NEGOCIO QUE SALIÓ MAL?
En el Módulo de Conducta donde permanecen alojados y privados de la libertad los Caroglio se destacan distintas actividades y talleres. Giovanni Caroglio practica rugby y ajedrez.
Hasta el momento se han celebrado 72 audiencias para definir el cese de la prisión preventiva de los hermanos. Quieren aguardar el juicio en libertad, aunque el fiscal se aferra de distintas pruebas para insistir en que la liberación de los hermanos implicaría riesgo procesal (fuga).
“Me arrepiento muchísimo del emprendimiento. Tenía 25 años y cometí muchos errores después de perder dinero. Si uno se preocupa por deberle a la tarjeta, ¡imaginate lo que sentía cuando me llamaban más de 100 personas todos los días!”, reconstruye.
Y confiesa que al principio les ocultó a los inversores que el dinero se había perdido.
“Debería haber avisado. Pero tuve miedo, porque recibía amenazas. Y me excusé diciendo que estaba trabado en un broker”, se sincera.
VÍNCULO CON COSITORTO Y LOS 3,8 MILLONES VIRTUALES
En el expediente de la mega causa que involucra a “Los 3 G”, sobresale un video en el que Giovanni Caroglio es invitado por Leonardo Cositorto para que exponga sobre Criptocountry.
Cositorto, al igual que Caroglio, hoy se encuentra detenido e imputado por estafas y asociación ilícita en el contexto del emprendimiento Generación Zoe.
“No llegué a tener un vínculo estrecho con Cositorto. Una vez me reuní con él en Buenos Aires y me pidió desarrollar un proyecto como el de Criptocountry. Ofreció pagarme 13 millones de dólares. Pero nunca se concretó esa propuesta”, describe Caroglio. Y cuenta que vía Zoom presentó el proyecto, pero no volvieron a hablar.
Otra prueba contundente para el fiscal Ríos al momento de insistir en la culpabilidad de los Caroglio tiene que ver con movimientos financieros en la plataforma Binance (de intercambio de divisas y criptomonedas).
En agosto de 2023, Gendarmería aportó a información donde se observaba que los hermanos Caroglio -y otros imputados, ya libres- depositaron 3.780.278 dólares entre diciembre de 2020 y julio de 2023.
De esos 3,78 millones de dólares, los implicados retiraron en el mismo período 3.621.741 dólares. Y esos movimientos coincidieron con el período en que los imputados recibieron cifras millonarias de parte de los denunciantes para “moverla” en un fondo de inversión.
“Allí figuran los datos de las personas a quienes enviamos ese dinero. Debería ser prueba para que nos den la libertad inmediata, porque se ve a donde fue cada dólar. Muchos eran clientes, empleados en Criptocountry, con sueldos de programadores”, se defiende.
Incluso, rememora que una semana antes de que se produzca la detención, mantuvo una reunión con el abogado de un grupo de acreedores y ofreció entregar un terreno urbanizado como forma de pago. No obstante, esa propuesta no avanzó.
“No estaba flojo de papeles el terreno”, se defiende Caroglio sobre la información que trascendió por entonces.
CRÍTICAS AL FISCAL
Giovanni Caroglio se mantiene en contacto permanente con sus padres, y es su madre quien va a visitarlos periódicamente, mientras que su padre -aquejado por asuntos de salud- está haciendo reposo.
“Yo perdí el dinero porque arriesgué mucho y no debería haberlo hecho, no fui profesional”, destaca.
Para el cierre, Caroglio se detiene en cuestionamientos sobre el accionar del fiscal, al considerar que Ríos toma el caso como algo personal y no profesional.
“Yo no estoy pidiendo que no se investigue, ¡al contrario! Pero que lo hagan bien. Voy a seguir a disposición de la Justicia, solamente estamos buscando una situación más amable”, concluye.