Mendoza tiene el segundo sistema de trolebuses más grande de Sudamérica, pero en la actualidad el servicio está prácticamente en desuso. Desde la Secretaría de Servicios Públicos dicen que se debe a la baja demanda. Y si bien por el momento no se va a invertir en nuevas unidades, aseguran que el servicio no va a ser abandonado. Por su parte, especialistas remarcan la importancia de revalorizar este sistema de transporte muy rentable, sin contar que la provincia tiene una estructura única, lo cual hace que sea un despropósito su abandono.
En diciembre de 2018, el Gobierno de Mendoza realizó la adjudicación de 18 colectivos eléctricos que en la actualidad funcionan en los recorridos troncales que presta la Sociedad de Transporte de Mendoza (STM).
Las unidades, que reciben la denominación técnica de autobús urbano, son de piso bajo, con motorización en paralelo, de 12 metros de largo y con tres puertas laterales de acceso. Tienen una capacidad mínima de 29 pasajeros sentados y espacio reservado para sillas de ruedas. Estos buses tienen una vida útil de 12 años aproximadamente, debiendo operar al menos 80.000 kilómetros al año. Según la Secretaría de Servicios Públicos, actualmente hay siete de estos coches cumpliendo el recorrido Parque.
Por el momento no está prevista la incorporación de troles debido a la falta de oferta, pero no se descarta que a futuro esa sea una opción viable. En tanto, desde Transporte aclararon que se está trabajando para realizar la adquisición de más unidades a GNC.
Desde el Gobierno remarcaron que se está trabajando en la movilidad sustentable y ecológica desde largo tiempo, con la incorporación de los micros eléctricos y el metrotranvía. En esta línea de un servicio de transporte público sustentable, la STM tiene dos colectivos a GNC circulando por las calles del Gran Mendoza.
Están a prueba desde el año pasado, siendo la primera provincia del país en contar con este tipo de motorización. Estas unidades tienen capacidad para 60 personas.
En referencia a los controles, desde Servicios Públicos explicaron que todos los colectivos de la STM son sometidos a mantenimientos técnicos en el taller de la empresa estatal, ubicado en calle Perú de Ciudad.
Por otro lado, afirman que las catenarias no generan ningún inconveniente en el área metropolitana, se les hace mantenimiento y el cableado no ha registrado ningún problema.
En referencia al poco uso del sistema, el ex titular de la STM, Leopoldo Cairone, expresó: “No creo que el trole deje de funcionar; sé que están trabajando en algunas unidades para colocarlos en el circuito Parque. Hay líneas que no están funcionando. Es muy cara la compra de troles, de hecho, tengo entendido que ahora se va a realizar una compra de colectivos a gas”.
Y agregó: “No creo que deje de existir, si no, bajarían las líneas y por el momento no lo han hecho. Creo que se está esperando a que la situación económica sea más favorable. Particularmente creo que la línea Parque debe dejarse porque es cultural, es turística, y el trole ha sido un ícono de la provincia”.
“Es una lástima porque es un buen servicio el trole y en Mendoza tenemos más de 100 kilómetros con líneas. Es la provincia que más tendido tiene. Pero los tiempos van cambiando y la verdad es que me conformaría con que quede el recorrido Parque como ícono histórico, cultural y turístico”, cerró Cairone.
Infraestructura millonaria en desuso
En conversación con Los Andes, el especialista Mariano Antenore, referente de la Asociación Rosarina Amigos de Riel, contó sobre los primeros pasos del trole en nuestra provincia. “El sistema de trolebuses de Mendoza fue inaugurado en 1958 con las líneas Villa Nueva y Dorrego, con trolebuses Mercedes Benz enviados desde la Capital Federal. Pero en 1962 se incorporaron 32 troles cero kilómetro de industria japonesa marca Toshiba, que son los que funcionaron hasta 1994 aproximadamente. Con estos se inauguró el sistema con las líneas Parque, Dorrego, Villa Nueva y después, mucho más tarde, se agregó la línea Pellegrini, y posteriormente la línea Godoy Cruz- Las Heras”, resumió.
Y aclaró: “En 1984 también llegaron 17 trolebuses rusos cero kilómetro que funcionaron durante 25 años. En 1988 llegaron 78 coches usados de Alemania, que ya venían con 15 años de uso, y pudieron funcionar hasta 2003-2004. Lo que quiero señalar es que los trolebuses pueden ser caros inicialmente, pero tienen un periodo de amortización de 30 años; no son un medio de transporte obsoleto”.
El especialista además destacó que hace 15 años se realizó la renovación de todo el sistema de cableado en la provincia, incluyendo la instalación de la línea Las Heras- Godoy Cruz y con eso se sumaron cien kilómetros de redes, que tienen menos de tres lustros de instalados, “Es una picardía que no se usen porque se puede considerar que las instalaciones están nuevas y, en extensión, la red de trolebuses de Mendoza en cuanto a cableado es la segunda de América del Sur luego de la de San Pablo, Brasil. Es el sistema más extenso por eso es un despropósito que no tenga trolebuses”, sentenció Antenore.
Hoy los troles tienen autonomía con batería. Vale decir que mientras van enchufados con las lanzas a los cables se van recargando las baterías y una vez que se termina el cableado se bajan las lanzas y pueden seguir andando solos durante aproximadamente 20 o 30 kilómetros.
El ómnibus a batería, además de tener un alto costo inicial, implica un gran tiempo de recarga en los galpones de la empresa y la autonomía no es la ideal. A medida que baja la vida útil de la batería es peor. Además, el valor de reposición de la batería equivale a un 50 o 60% respecto del ómnibus nuevo. “No es tan buen negocio; puede ser en los lugares donde no hay sistema de trolebuses. Pero en donde lo hay, como en Mendoza, es un despropósito prescindir de semejante red”, remarcó Antenore.
“Mendoza no tiene que descolgar ni un metro de los cables que tiene actualmente instalados. Debe valorar que tiene la segunda red de trolebuses más grande de Sudamérica. Hay que ver lo que pasa en otras ciudades donde hay otra mirada hacia los troles. Es una falacia considerarlos un medio de transporte obsoleto. En la actualidad, en Suiza se utilizan”, apuntó el experto.
En cuanto al riesgo que puede generar la línea de cableado sin utilizar, por ejemplo ante la presencia de viento Zonda, el especialista aclaró que no representan ningún peligro. Sólo en caso de que con una fuerte tormenta pueda caer un árbol en la línea, por ejemplo. “Es una infraestructura potencialmente útil; es obligación del Estado mantenerla porque se gastaron muchísimos millones de dólares en reponer todas esas instalaciones hace menos de 15 años”, cerró Mariano Antenore.