Además de presentar un elevado número de contagios, la segunda ola de casos de coronavirus ha mostrado en nuestra provincia una baja en la edad de las personas que requieren internación, tanto en sala común como en terapia. Esta tendencia no es exclusiva de Mendoza, sino que de un modo u otro se ve en otros lugares de la Argentina y el mundo.
En la Provincia, esta realidad ya se percibe en efectores públicos y en privados mientras que, según confirmó a Los Andes Andrea Falaschi, directora de Epidemiología del gabinete provincial, “el 60% de los internados tiene entre 45 y 60 años”.
“La mitad de las camas críticas están ocupadas por ‘sub 60’, en general. Depende mucho de los efectores, algunos están más dedicados a pacientes de (la obra social) Pami y tienen un rango etario más elevado, pero más o menos la mitad son menores de 60 años”, confirmó a su vez Rodolfo Torres, coordinador médico de la Asociación de Clínicas y Sanatorios de Mendoza (Aclisa).
Un relevamiento hecho por este diario por distintos hospitales confirma que la situación actual en este momento es justamente la de una baja en el rango etario de internaciones por Covid-19. En el Hospital Central, por ejemplo, la edad promedio de los internados en camas UTI (unidad de terapia intensiva) ronda los 50 años, cifra similar a la que arroja el mismo sector del Perrupato, en San Martín.
Otra institución que muestra esta realidad es el Hospital El Carmen, de la Obra Social de Empleados Públicos (Osep), que además de tener sus camas críticas al máximo de ocupación, oscilando entre el 90 y el 100%, tiene una edad promedio de 55 años entre internados en ese sector. Las edades, en este caso, “van de los 37 a los 72 años”, precisaron desde la obra social.
“En terapia está aumentando la proporción de internados que son menores de 60 años”, reconoció Victoria Codina, médica infectóloga del Hospital Privado, agregando que esta tendencia “es algo que estamos viendo a nivel país, no sólo en la provincia”. Y si bien las personas jóvenes tienen menos riesgo de desarrollar cuadros graves, ya no son tan raros los casos de menores de 30 años que llegan a necesitar camas UTI.
Aunque no siempre hay datos exactos de cada hospital en cuanto al porcentaje de adultos jóvenes que llegan a terapia (algunos hablan de un 50%), Gonzalo Álvarez Parra, representante regional de la Sociedad Argentina de Terapia Intensiva, confirmó la realidad: “Sí, hay pacientes de 21 años, de 27 y hasta de 30 años, conectados a asistencia respiratoria mecánica”.
Esa misma realidad se traslada a las camas comunes para Covid-19, que también tienen una alta ocupación de pacientes jóvenes, más de lo que ocurría durante el pico de 2020.
“El 85% de los que ocupan esas camas son menores de 60 años”, reconoció una fuente del Hospital Lencinas, de Godoy Cruz, que cuenta con 24 plazas destinadas a la pandemia, más un módulo con otras 17.
Más allá de esto, según los datos publicados por el Ministerio de Salud local, la edad promedio de los fallecidos sigue siendo de 72 años, la misma que en octubre de 2020, cuando fue el pico de casos el año pasado.
Los más contagiados
Siguiendo esa misma fuente, tampoco se han modificado mucho los porcentajes de contagiados por grupo etario, siendo que entre los 15 y los 59 años se da el 80,5% de los casos.
Incluso esta semana se notó un leve incremento del porcentaje promedio de infectados que tienen entre 15 y 29 años, que pasó de 22,7% a 23,1%.
Sobre esto, Rodolfo Torres detalló que “la mayor cantidad de contagiados son menores de 40 años” y que “se ha notado un incremento en los adolescentes y adultos jóvenes este año”.
En coincidencia con el coordinador médico de Aclisa, Codina confirmó que en esta oportunidad “hay mayor transmisibilidad y mayor proporción de personas jóvenes afectadas”.
Teniendo en cuenta que uno de los grupos que primero recibió vacunas es el de los adultos mayores de 70 años fue uno de los primeros en ser inmunizados, se estima que esto ha contribuido a que no ingresen tanto a terapia. “Es un hecho que más del 50% de ellos ya están vacunados. Ese grupo etario, además, es el que más se cuida porque tiene más miedo de enfermarse”, reflexionó el médico emergentólogo Sergio Saracco.
Caso testigo: el promedio de edad de internados en terapia en el Saporiti es 36 años
Como parte de este incremento de internaciones por Covid-19 entre personas jóvenes, tal vez el ejemplo que mejor muestra esta realidad llega desde el Este provincial, ya que en el Hospital Carlos Saporiti, de Rivadavia, las seis camas de terapia intensiva dedicadas a pacientes Covid están ocupadas, todas por menores de 70 años.
Los datos impactan si se tiene en cuenta que el promedio de edad de esos internados es de 36 años, muy por debajo de la cifra que se manejó durante la primera ola de casos.
De esas seis personas que han desarrollado cuadros graves de coronavirus y requieren una internación en terapia intensiva, hay dos que tienen sólo 23 años. Esto representa un poco más del 30% de las camas.
Además, otro 30% de las plazas UTI covid del Saporiti están ocupadas por personas que tienen entre 30 y 40 años: uno de los pacientes tiene 31 años y otro 36.
Finalmente, las últimas dos camas alojan a pacientes de 42 y 65 años. En todos los casos, son personas que desarrollaron complicaciones tras haberse contagiado de coronavirus.
Las cifras que preocupan
Según el reporte que semanalmente emite el Ministerio de Salud de la Provincia, cerca del 80% de los infectados tienen entre 15 y 59 años, coincidente con las edades que más actividad social tienen, ya sea por estudio, deporte, trabajo o reuniones.
Hasta la semana pasada el 76,6% de los fallecidos tenía entre 60 y 89 años, y los decesos de mayores de 90 representaron el 7% del total.
La ocupación de camas de terapia, según este informe, era hasta el viernes del 87,12% en el Gran Mendoza y de 84,95% en el total del territorio provincial, aunque desde el ámbito privado hablan de un 99% de ocupación, lo que necesariamente llevaría a empezar a derivar pacientes (si sigue la alta cantidad de contagios) a los efectores públicos.
Esta semana, el ministerio que dirige Ana María Nadal decidió dar por suspendidas las cirugías programadas que no sean ambulatorias o que requieran una internación superior a 24 horas posteriores a la intervención.
