La llegada por la pandemia del coronavirus casi al final del verano nos impuso nuevas rutinas y la incorporación de accesorios a los que no estábamos acostumbrados como el uso diario del tapaboca o barbijo.
En un comienzo todos acudieron a las farmacias a comprar los barbijos descartables de hospital, pero con el paso de los meses muchos vieron en el diseño de estos productos una salida económica a la crisis planteada por la enfermedad.
De colores, estampados, con tachas, para niños, lisos, con estampas de superhéroes, con fotos de familiares, clubes de fútbol, bandas de rock… había variedad para todos los gustos y lo mejor de todo, es que el invierno invitaba además de protegernos del virus a mantener el calor en nuestra garganta.
Con la llegada del calor la situación se complicó y muchos de los tapabocas que adquirimos ya no podremos usarlos por lo grueso e incómodo.
Existen algunos tips o recomendaciones para seguir teniendo la boca y la nariz cubierta pero no sufrir de calor de esta época.
La tela debe ser liviana y adecuada. Ya hay empresas que comenzaron a utilizar en sus diseños el género que usan los deportistas para entrenar, el dry fit y está dando buenos resultados entre los consumidores además de protección. También telas como el algodón o la lycra, además de ser cómodas, son las recomendables.
Con respecto a los colores siempre los más claros, si bien se ensucian con más facilidad, son los que absorben menos el calor y son más cómodos de usar.
También una de las recomendaciones de la época estival es lavar nuestro tapaboca cada noche con un poco de jabón para tener listo y desinfectado nuestro accesorio personal como el tapabocas que, al parecer, llegó para quedarse.