El ministerio de Salud de la Nación había advertido el año pasado que la falta de uso de cañerías por el aislamiento y la reducción de actividades, podría favorecer la proliferación de la bacteria legionella. Se trata del microorganismo que está causando un brote de neumonía en Tucumán.
En un comunicado del 9 de marzo de 2021 advertía que, si bien se trata de una infección poco frecuente y con subdiagnóstico, en ese contexto los riesgos de una infección podrían incrementarse. Lo hizo luego de la paulatina reactivación de actividades tras lo más complicado de la pandemia de Covid.
“El cierre temporal o el funcionamiento reducido en el uso normal del agua pueden favorecer el estancamiento de agua en un sistema de cañerías lo cual puede aumentar el riesgo de crecimiento y propagación de Legionella y otras bacterias asociadas a biofilm”, advertía. Refiere un incremento del riesgo si durante los periodos de inactividad no se han realizado tratamientos de mantenimiento, limpieza y desinfección.
Situación de la legionella por la pandemia
“Debido a la situación actual de pandemia COVID-19, muchos lugares como hoteles, instalaciones de ocio, oficinas, spa, gimnasios, clínicas estéticas, y peluquerías han permanecido cerrados por varios meses. También muchas viviendas domiciliarias de veraneo”, detalla la cartera sanitaria.
Refiere que el cierre temporal o el funcionamiento reducido en el uso normal del agua pueden favorecer el estancamiento de agua en un sistema de cañerías lo cual puede aumentar el riesgo de crecimiento y propagación de legionella y otras bacterias asociadas a biofilm. El agua estancada también puede provocar niveles bajos o indetectables de desinfectante, como el cloro. La bacteria Legionella crece mejor entre temperaturas de 20°C a 45°C y destaca que la temperatura óptima de crecimiento es entre 35 y 40°C. Las altas temperaturas bactericidas deben ser superiores a 60°C.
“Cualquier persona puede contraer la infección por legionella, sin embargo los cuadros de neumonía y neumonía severa están asociados a grupos vulnerables como inmunosuprimidos, adultos mayores, individuos con problemas pulmonares crónicos y tabaquistas”, informa además.
Las duchas, canillas, bañeras de hidromasaje, fuentes de agua, sistemas de rociadores, torres de enfriamiento de edificios comerciales o industriales pueden representar un elevado de riesgo para la transmisión de Legionella si durante los periodos de inactividad no se han realizado tratamientos de mantenimiento, limpieza y desinfección.
Subdiagnóstico y brote de legionella
La legionelosis - explica- es una forma de neumonía potencialmente mortal y se contrae a través de la inhalación de aerosoles o gotas de agua contaminada con concentraciones elevadas de la bacteria Legionella. En Argentina es una enfermedad probablemente sub-diagnosticada, debido a que la confirmación de un caso de legionelosis puede representar un desafío diagnóstico.
Por otra parte, advertía que, dado que es una enfermedad infrecuente, muchos laboratorios de centros de salud no cuentan con la metodología para el diagnóstico. Sin embargo, existen antecedentes de brotes de legionelosis, como el ocurrido en la ciudad de Carmen de Areco en 2011 y durante el año 2019 y 2020, se han estudiado casos nosocomiales en dos instituciones, aislando Legionella pneumophila en la ducha de una de las instituciones.
Cómo debe actuar el sistema de salud ante la sospecha de legionella
El ministerio de Salud expresa que ante la sospecha de legionelosis se pueden descargar los instructivos y planillas de derivación del enlace: http://www.anlis.gov.ar/category/bacteriologia-especial/
Por aquel entonces reconocía que varios países del mundo estaban alertando sobre el riesgo de colonización de Legionella en sistemas de agua de edificios que han permanecido cerrados y han elaborado documentos y guías.