El equipo de goalball para ciegos del Este mendocino, Águilas Doradas, que entrena en el polideportivo profesor Antonio Sasso de San Martín, logró traer a Mendoza la copa de la Liga del Interior que se jugó en Salta, el fin de semana pasado, a pesar del gran sacrificio económico y logístico que enfrentaron. En este deporte paralímpico, todos los jugadores utilizan antifaces opacos para igualar la visibilidad.
“Fue una alegría enorme, y para nosotros doblemente importante, no solo por ser el primer campeonato que ganamos, sino porque todos los gastos corrieron por nuestra cuenta. Estamos en una situación económica difícil y este mes nos quedamos sin sponsor”, contó Lourdes Milagros Escudero, de 22 años, una de las pioneras del goalball en Mendoza.
Lourdes, que nació prematura y fue diagnosticada con retinopatía del prematuro, compartió el desafío de viajar a Salta para el torneo junto a los otros cuatro integrantes del equipo y las dos técnicas. “Conseguimos los pasajes usando nuestros certificados de discapacidad, pero viajamos en micros diferentes y en días distintos. Además, el trayecto duró 26 horas, ya que debimos hacer trasbordo. Lo más destacable es el esfuerzo que hacemos; todo sale de nuestros bolsillos”, destacó.
Este año fue positivo para Águilas Doradas, que también comenzó a competir en la Liga Federativa. En septiembre realizaron su primer torneo competitivo en San Martín. “Hemos podido adquirir pelotas, arcos, redes, cintas táctiles, ropa y elementos de protección, pero los costos son altísimos”, explicó Lourdes, quien añadió que este mes finaliza el acuerdo con el único sponsor que los apoyaba.
Desde principios de año, el equipo viene reclamando apoyo económico, ya que muchos de sus viajes dependen de la ayuda que puedan recibir. Águilas Doradas es el único equipo de la zona Este que practica este deporte, el cual está diseñado específicamente para personas ciegas o con baja visión. Aunque el equipo, formado en 2023, sigue sumando adeptos, se enfrentan a grandes inconvenientes financieros para posicionarse.
Además de Lourdes, el equipo está compuesto por Nicolás Baroni, Brian Pepa, Uriel Zingariello y Pablo Coria. Los implementos necesarios, como pelotas, antifaces y camisetas, son costosos y difíciles de conseguir. Por otro lado, cada competencia implica gastos de viaje, alojamiento y comida. Lourdes comentó que el equipo realiza rifas, colectas y té-bingos para recaudar fondos, ya que una pelota de goalball puede costar alrededor de 200 mil pesos.
“Nos cuesta sumar gente, aunque de a poco lo vamos haciendo. Es un deporte mixto, de alto impacto, y no muchos se animan”, dijo Lourdes. Los entrenamientos del equipo se realizan tres veces por semana en el polideportivo de San Martín, bajo la dirección de las entrenadoras Mariela y Carolina, quienes están comprometidas con el equipo y participan en cada viaje.
El equipo Águilas Doradas surgió en 2018, pero la pandemia postergó su concreción. En 2023, con la incorporación de Nicolás Baroni, el proyecto se reflotó y desde entonces el equipo ha seguido creciendo.
Lourdes, quien es comunicadora social graduada del IESDyT 9-001 “Gral. José de San Martín”, expresó que no se imagina su vida sin el deporte. Aunque asegura que no sufrió bullying, reconoce que la vida aún no es totalmente inclusiva. Sin embargo, tiene grandes planes para su futuro profesional.
Cómo ayudar:
- Instagram: @aguilasdoradas2023.
- Para apoyar al equipo, empresas o particulares pueden contactarse al 263-4713691.