Cáncer de útero: esperan que el test y las vacunas logren una notable disminución en su impacto

Aunque anticiparse a su desarrollo es accesible, es el tercer tipo de cáncer con más diagnóstico en el sexo femenino y causa unas 70 muertes anuales en Mendoza. Hoy es el día mundial de su prevención.

Cáncer de útero: esperan que el test y las vacunas logren una notable disminución en su impacto
Controles ginecológicos y vacunación, las claves para controlar la incidencia de nuevos casos de cáncer de cuello uterino

El cáncer de cuello uterino es el tercer cáncer más diagnosticado en personas de sexo femenino. Es una de las causas por las que se insiste en los controles ginecológicos anuales y, pese a su fácil detección, sigue causando muertes: se estima que se registran unas 70 anuales en Mendoza y unas 2.000 en el país. Pero las perspectivas son altas en cuanto a reducir su incidencia y, más aún, eliminarlo.

“El cáncer cervicouterino es altamente prevenible y tratable”, dijo recientemente el director general de Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, y sostuvo que “podría convertirse en el primer cáncer en ser eliminado”.

En este sentido, el test de detección de VPH (virus de papiloma humano) avanza para posicionarse como una gran herramienta tras el objetivo de reducir la incidencia de esta patología. Aunque todavía no es de uso masivo, gana terreno e incluso ha sido incorporado al sistema público de atención de la salud.

“Es un gran recurso, de fácil utilización, cómodo, se hace cada cinco años y es de bajo precio”, enumeró el médico gineco-obstetra, Daniel Rúffolo, para señalar que tiene todo a favor. Incluso puede realizarse sin un médico y, si los resultados son buenos, se repite a los cinco años, lo cual puede implicar su reemplazo por los tradicionales controles anuales. “Sumado a la vacunación, seguramente en 20 años la incidencia de cáncer de cuello de útero se verá drásticamente en disminución”, consideró.

El 8 de marzo pasado, el ministerio de Salud local puso en marcha la implementación de los test de VPH como tamizaje primario para cáncer de cuello uterino.

“Estamos dando un salto muy importante en la prevención de este cáncer agregando una nueva práctica. El test de VPH ofrece ventajas frente al Pap. Entre ellas se encuentran mayor sensibilidad, si da negativo recién se repite a los cinco años, posibilidad de autotoma para llegar a población remota. En definitiva, queremos llegar al 2030 sin cáncer de cuello uterino en Mendoza ya que es una enfermedad altamente prevenible”, expresó optimista la ministra de Salud, Ana María Nadal.

Los centros de salud y hospitales son los encargados de las tomas. Se realiza la integración del laboratorio de VPH con los laboratorios de citología e histopatología. La Obra Social de los Empleados Públicos (OSEP) también los ha incorporado.

En el sector privado, el ingreso es más tímido. Es que por el momento no están cubiertos por las obras sociales y tienen un costo de 4.000 pesos. Los procedimientos tradicionales sí tienen cobertura. Pero en este sentido, Ruffolo consideró que en el corto plazo se incorporarán y serán de uso masivo.

Preparados: controles y vacunas

El 26 de marzo es el Día Mundial de la Prevención del Cáncer de Cuello Uterino y en ese marco, se busca generar conciencia. Ante esto, la vacunación y los controles ginecológicos son las principales estrategias.

“A pesar de que podría prevenirse casi por completo, continúa siendo un problema significativo de salud pública en Argentina. Se estima que cada año se diagnostican en el país alrededor de 4.500 casos nuevos”, explicó el doctor Diego Santoni, ginecólogo, oncólogo y mastólogo de Clínica del Pilar, miembro de la Asociación de Clínicas y Sanatorios de Mendoza (Aclisa) en un informe de la entidad.

El profesional explicó que este tipo de cáncer es producido por el virus del papiloma humano (HPV) que tiene como característica introducirse en las células y cambiar su aspecto y comportamiento. Debido a ello, estas pierden la capacidad de ser reguladas por el propio organismo, empiezan a proliferar y es entonces que surge la posibilidad de producirse el cáncer.

El virus del papiloma humano ingresa, en la mayor parte de los casos, por transmisión sexual. Sin embargo, existen otras causas menos recurrentes, como transmisiones congénitas (es decir, la localización del virus en el canal del parto que podría llegar infectar al bebé), o a través de elementos que estén contaminados por el virus.

Santoni detalló que el test de VPH permite identificar a las mujeres que poseen los tipos de VPH de alto riesgo oncogénico. Existen más de 100 tipos de VPH, 13 de los cuales están relacionados con el cáncer cervicouterino.

Expresó que, si da como resultado negativo para VPH, no se hace papanicolau y se repite recién a los cinco años; en tanto, si da positivo, debe entrar en el proceso de los controles anuales habituales. El autotest se está utilizando en zonas rurales para aquellas personas con mayores dificultades de acceso al sistema de salud. “La población objetivo para el tamizaje con el test de VPH son las mujeres de entre 30 y 64 años”, refirió el profesional.

Por otra parte, en el país, niñas y niños pueden recibir la vacuna contra el VPH a partir de los 11 años de manera gratuita. Desde 2011 se incorporó al calendario de vacunación para todas las niñas de 11 años nacidas a partir del año 2000 y luego, en 2017, se amplió para todos los varones de 11 años nacidos a partir del año 2006.

Síntomas de alarma para cáncer de cuello uterino

Parte de la prevención es estar atentos a conductas y síntomas que puedan ser una señal de alarma.

Entre los síntomas y signos se cuentan:

-Manchas de sangre o sangrado leve entre o después de la menstruación.

-Sangrado menstrual más prolongado y abundante de lo habitual.

-Sangrado después del coito, el lavado genital o el examen pélvico.

-Secreción vaginal maloliente.

-Dolor durante las relaciones sexuales.

En tanto, los factores de riesgo son:

-Muchas parejas sexuales. “Se estima que el 90% de las personas serán infectadas por el VPH durante su vida”, advierte la Organización Panamericana de la Salud.

-Relaciones sexuales a temprana edad.

-Otras infecciones de transmisión sexual. Aquí se incluyen clamidia, gonorrea, sífilis y VIH/SIDA, las que aumentan el riesgo de adquirir el VPH, advirtió Santoni.

-Sistema inmunitario débil. Las probabilidades de desarrollar este cáncer pueden ser mayores si se posee otra enfermedad que debilita el sistema inmunitario y se tiene VPH.

- Tabaquismo. Está asociado con el carcinoma de células escamosas.

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