Los feriados Semana Santa generaron un éxodo cordillerano y miles de mendocinos decidieron viajar a Chile para descansar un fin de semana XXL en las playas de Viña y Reñaca, aunque muchos otros sumaron un mini tour de compra por Santiago para aprovechar los precios muy inferiores en el país trasandino.
Esta combinación: playas, sol y precios muy bajos (comparados con la desmesurada inflación en Argentina) contribuyeron a que colapsara el siempre cuestionado paso Internacional Cristo Redentor.
La demora para hacer todos los trámites en el complejo fronterizo Los Libertadores ayer durante casi toda la jornada superaron ampliamente las 9 horas de demora, hoy la espera sigue siendo igual. Es decir que un viaje promedio, siempre y cuando la espera en la aduana chilena sea de nueve, para llegar a Reñaca rondará las 17 horas. Recomendación: paciencia. .
Las filas de autos superaron ayer los 8 kilómetros y Gendarmería Nacional decidió interrumpir de manera intermitente el tránsito en el peaje de Las Cuevas para evitar que la fila de vehículos llegara hasta el interior del túnel Internacional.
A todo este panorama se sumaron los trabajos de refacción de los famosos caracoles y un choque en la localidad chilena de Los Andes y algunos viajeros demoraron casi 24 horas en llegar al país vecino. “Fue una locura. Salimos el miércoles a las 4 de la mañana y llegamos a Santiago casi a la misma hora del viernes. Ahora estamos debatiendo cuándo volver para evitar que nos pase a la vuelta”, relató un mendocino a este medio.
El miércoles cruzaron por ese paso fronterizo 7.045 personas en 1.179 autos y 30 colectivos, mientras que durante el caótico día de ayer lo hicieron 10.419 en 2.481 autos y 37 micros, según datos de Gendarmería Nacional. Es decir que en solo dos días salieron del país 17.464 turistas, una cifra que superó nuevamente la capacidad de atención de las autoridades aduaneras de Chile.
Ante la excesiva espera en la cordillera y la falta de infraestructura para atender necesidades básicas, se recomienda, sobre todo si viaja con niños y adultos mayores, llevar agua y alimentos suficientes para tolerar la espera, además, claro, de cualquier dispositivo que contribuya a que los más chicos se entretengan dentro del auto.