El comediante Carlos Balá, quien había sido internado ayer de urgencia, falleció a los 97 años, según confirmó esta mañana su nieta Laura Gelfi. “Estamos devastados pero unidos y así se fue él, con la familia unida y mucho amor”, afirmó la nieta en declaraciones formuladas a Teleshow, en las que precisó que el fallecimiento se produjo anoche.
Carlitos marcó generaciones y es parte de la historia del arte argentino. Sus ocurrencias, no solo en las grabaciones, sino en cada aspecto de su vida pasaron a ser parte del lunfardo y para entender su rapidez para cautivar a sus espectadores hay que ir hasta sus humildes inicios, cuando sacaba carcajadas a los pasajeros de la línea 39 de Chacarita, su barrio.
Hace unos años, cuando cumplió 86, los colectivos de la línea 39 aparecieron ploteados con su imagen. Días atrás, poco antes de que cumpliera 97 años, Carlitos Balá siguió ligado a los colectivos en los que empezó a trabajar con los chistes y monólogos que luego lo transformaron en un ícono del cine, la radio, el teatro y el entretenimiento infantil, recuera Clarín.
La terminal del 39, en Jorge Newbery y Guevara, en Chacarita, tiene desde el mes pasado un mural de hierro, que se ilumina de noche, con la imagen de Balá.
La obra es de Alejandro Marmo, el escultor que creó el mural de Evita en el ex Ministerio de Obras Públicas (MOP) sobre la avenida 9 de Julio y de la serie de “los iluminados”, que tiene esculturas de Luca Prodan, Gustavo Cerati, Charly Garcia, Mercedes Sosa, Luis Alberto Spinetta, Juan Alberto Badía y Diego Maradona, entre otros.
Con “Carlitos Iluminado”, Marmo y la línea 39 homenajearon a Balá, que en los años 50 inició un vínculo que se volvió indeleble con el colectivo de va de Chacarita a Barracas y La Boca.
La muerte de Carlitos Balá enluta al país
Emblema de la infancia de toda una época, cuya vigencia perduró a lo largo de varias generaciones, Carlitos Balá había sido homenajeado en 2017 en la Cámara de Diputados de la Nación por su “trayectoria artística y su aporte a la cultura popular”. “Aquí llegó Balá”, “qué gusto tiene la sal”, el “gestito de idea”, son apenas algunas de las frases de sus shows que quedaron sellladas en la historia y fueron una marca registrada de su identidad.
El mismo año en que fue homenajeado en el Congreso de la Nación, el 2017, Balá recibió también el diploma de Ciudadano Ilustre en un homenaje que se le realizó en la Legislatura porteña. A principios de ese mismo año había recibido también una Mención de Honor en los premios Estrella de Mar, en tanto en 2016 lo homenajearon en los premios Gardel, y fue declarado “Embajador de Paz” en el Vaticano. Actor, comediante, humorista, músico, Carlitos Balá -cuyo nombre real era Carlos Salim Balaá Boglich- había sido internado ayer de urgencia en el Sanatorio Güemes, de la ciudad de Buenos Aires, tras haber sufrido una descompensación.
Había nacido el 13 de agosto y pasado a la fama con el mítico “Show de Carlitos Balá”, un emblema de la infancia para muchas generaciones. “Ya van cuatro generaciones que me siguen, contando ésta de Panam.
Hay que entenderlos. Tienen otros chiches, pero siguen siendo chicos. No tengo tiempo para estar triste, tengo alegrías que me eclipsan. Y hago reír todo el día. En los aviones me pongo a bailar con las azafatas.
La fórmula es recibir cariño. Yo soy de espíritu joven. El cariño te rejuvenece. Todo el mundo debería recibir cariño, pero está el poder adelante y nadie la quiere entender. Yo tengo cerca el cementerio de la Recoleta y digo: ‘Así terminamos todos’, había asegurado Carlitos Balá antes del homenaje que le hicieron, en 2017, en la Cámara de Diputados.