Atrás del título “caso 98”, ya famoso (para bien o para mal), hay una persona infectada de coronavirus. La historia empezó el viernes pasado, cuando el test para saber si tenía o no Covid-19 le dio positivo a un hombre de Maipú. El resto ya es de conocimiento público, a partir de esta persona que estuvo en una fiesta con varias más, se desencadenó una ola de contagios que está teniendo diversas consecuencias.
Por eso, ayer por la mañana la ministra de salud recorrió el barrio en donde viven varios de los involucrados (distrito Luzuriaga) para comenzar una investigación epidemiológica que en cuatro días arrojará el resultado de si ya hay o no transmisión comunitaria del virus. Por la tarde, el gobernador hizo una serie de anuncios que significan una vuelta atrás en varias libertades que ya se habían conseguido por el respecto general de los mendocinos a la cuestión sanitaria.
Los memes y el estigma
Sucedió que el “caso 98” fue una persona que estuvo en una reunión en la habrían participado más de 20 invitados, que alguien se enteró de eso, grabó un audio contando de una forma que hasta puede resultar jocosa pero sin dudas no lo es (ya que hablamos de la salud y la integridad física y moral de seres humanos) y que ese mensaje de voz se hizo viral en el WhatsApp de miles de mendocinos.
Fiel al estilo argento, muchas personas -incluso maipucinos que se auto gastaban- comenzaron entonces a realizar distintos chistes en las redes sociales vinculados a esta suerte de película local tragicómica. Al punto de que el caso 98 terminó siendo ayer Trending Topic (TT, la traducción sería algo así como las frases más usadas) en Twitter y los memes, fieles también a la creatividad, se dispararon a más no poder.
Pero, insistimos, detrás de todo esto hay personas que no la están pasando nada bien. Ese audio viral, menciona por ejemplo a alguien que no sabía que los vecinos le habían puesto el apodo que ahí se escucha y se sintió muy lastimada. Por otra parte, hasta el propio Rodolfo Suárez indicó ayer en conferencia de prensa que el caso 98 “fue a una reunión de la que habrían participado más de 20 personas y dos de los contagiados reconocieron que compartieron bebidas del pico de la botella”.
Además, hay personas mencionadas en ese mensaje de WhatsApp que están sufriendo amenazas y hasta han llegado a quedarse sin trabajo o se les han cerrado las puertas de distintos lugares por esta situación. Así es que las consecuencias del caso 98 a estas alturas no sólo están vinculadas a la salud si no también al estigma que cayó sobre muchos vecinos que nada tuvieron que ver con la mencionada fiesta.
“Son daños grandes los que se producen con todo esto. Gente que entra en episodios depresivos, ansiosos, se generan problemas en la autoestima y hasta deseos de estar encerrados, no querer salir por lo que ‘se dijo de’. Y ni siquiera sabemos si son reales todas las cosas que dice el audio. Creo que la responsabilidad no sólo es del caso 98 si no también de todas las personas que hablan al respecto sin saber”, analizó la licenciada en Psicología, Alicia Montón.
Asimismo, la especialista agregó que también debería multarse a quien grabó el audio porque es responsable de las consecuencias psicológicas que provoca en todas las personas de las que habla. “Cuando nosotros estamos juzgando a alguien de algo que lo tiene que juzgar la ley, esta especie de justicia por mano propia por supuesto que no está buena y hace muchísimo daño”, subrayó la psicóloga.
En definitiva, esta persona infectada con coronavirus generó todo tipo de sentimientos en la sociedad; desde los que tienen bronca e impotencia, hasta quienes expresan sus deseos de lastimarlo. Si hay forma de redimirse o no, sólo el tiempo lo dirá. Por ahora, la única alternativa es seguir cuidándose individual y colectivamente.