La Campaña de Nacional de Prevención de la Ceguera por Diabetes 2023 se desarrollará el 1 de diciembre, orientada a la difusión, educación y concientización sobre la ceguera producida por diabetes. Ese día se llevará a cabo la evaluación gratuita de personas que padezcan esta enfermedad.
Esta campaña puede llevarse a cabo en hospitales públicos, clínicas privadas, consultorios, espacios públicos o cualquier espacio que permita el acceso de los pacientes https://oftalmologos.org.ar/diabetes2023
La diabetes es una enfermedad metabólica crónica que se caracteriza por niveles elevados de azúcar en sangre; sin un correcto seguimiento y tratamiento dicha condición puede con el tiempo generar complicaciones en diferentes órganos, siendo uno de ellos el ojo. (O siendo uno de ellos los ojo)
En la Argentina, la prevalencia de la diabetes es del 12.7%, según datos del Ministerio de Salud y Desarrollo Social del 2018), dicho índice se encuentra en aumento progresivo de casos y, además, debido a la falta de síntomas en la etapa temprana de la enfermedad, aproximadamente 4 de cada 10 pacientes con diabetes desconocen su condición.
Existen diferentes tipos de diabetes, tales como la diabetes tipo 1, tipo 2, la gestacional y la asociada a otras enfermedades, siendo la diabetes tipo 2 la más frecuente.
En cuanto al impacto oftalmológico de la diabetes, es considerada una de las causas más importantes de baja visión y ceguera en el mundo.
Las complicaciones oculares de la diabetes se vinculan con la retinopatía diabética y el edema macular diabético, como así también con el aumento del riesgo de refracción inestable (o cambio frecuente del aumento de los anteojos), cataratas a edades más tempranas, glaucoma, ojo seco, parálisis de nervios oculomotores (lo que produce visión doble), neuropatía óptica, entre otras.
Existen diferentes factores de riesgo asociados a la aparición de complicaciones de la diabetes. La duración de la enfermedad constituye el elemento de riesgo más importante en la progresión de la retinopatía diabética. Otro factor de riesgo a tener en consideración es la falta de control de la enfermedad, asociado a valores elevados de glucemia (azúcar en sangre) y de hemoglobina glicosilada; el valor de esta última se debe tener en cuenta ya que refleja los niveles de glucemia en los 3 meses previos al estudio. Por último, pero no menos importante, la coexistencia de otras enfermedades tales como la hipertensión arterial y la enfermedad renal pueden incrementar el riesgo de complicaciones.
Es de suma importancia que los pacientes diabéticos acudan, luego de su diagnóstico, al control oftalmológico, en donde se evaluará la agudeza visual del paciente, la presión intraocular y el fondo de ojo.
La realización del fondo de ojo es fundamental, ya que es el único lugar del cuerpo dónde se pueden ver los vasos, arterias y venas, en forma directa.
La diabetes afecta a los vasos de forma considerable, de hecho, la ceguera que la diabetes produce es a expensas del daño de los vasos de la retina. Además, al saber el estado de salud de los vasos, podemos inducir que la vasculatura en el resto del cuerpo se encuentra en un nivel de daño semejante, siendo este un dato muy importante para el médico diabetólogo. Al alterarse el funcionamiento de los vasos de la retina, estos comienzan a distribuir la sangre en forma irregular e insuficiente, habiendo áreas de la retina donde la sangre no llega como corresponde (y por ende, tampoco llegan los nutrientes y el oxígeno a esos tejidos). Por consiguiente, el cuerpo intenta suplir dichas carencias generando nuevos vasos, pero estos son de una calidad muy inferior, los cuales sangran muy fácilmente. Si este cuadro no es tratado a tiempo, lleva a la perdida de la función retinal con el consiguiente riesgo de ceguera irreversible.
Por lo antedicho, el estudio de la retina mediante el fondo de ojo es muy importante. Ante el comienzo de los signos de enfermedad retinal se debe comenzar con el tratamiento, sin descuidar el tratamiento sistémico de la diabetes.
Diagnosticada la afectación a tiempo podemos prevenir mayores daños con diferentes tratamientos. Cabe remarcar que el avance tecnológico en los últimos años nos ha permitido una mejor y más rápida detección de complicaciones, tal es el caso del uso de la tomografía de coherencia óptica (OCT) para la detección del edema macular diabético. De la misma forma, se han desarrollado y difundido en los últimos años nuevos tratamientos para las complicaciones oculares de la diabetes, como sucede con la inyección intravítrea de antiangiogénicos en la retinopatía diabética, asociada a la aparición de neovasos y en el edema macular. Además, el tratamiento con láser sigue siendo muy importante en la prevención de ceguera por diabetes cuando es realizado en tiempo y forma.
En conclusión, es de vital relevancia el control de la diabetes para evitar la aparición de complicaciones como así también el examen del fondo de ojo en todos los pacientes diabéticos. El tratamiento es preventivo, por lo cual se recomienda iniciarlo previo a que el paciente perciba el daño que puede poner en riesgo definitivo su visión. Por esto recomendamos el control anual con fondo de ojo en todos los pacientes diabéticos.