Censaron en lectura a los alumnos de Mendoza y los resultados fueron alentadores

La DGE presentó los resultados del censo de fluidez lectora y, si bien hay un porcentaje de chicos con problemas “críticos” de aprendizaje, se vio una mejora en los primeros años censados.

Censaron en lectura a los alumnos de Mendoza y los resultados fueron alentadores
Censaron en lectura a los alumnos de Mendoza. Mercedes Monzón (directora de Evaluación de Calidad Educativa), José Thomas (director General de Escuelas) y Silvina Del Pópolo (directora de Planificación de Calidad Educativa).

Un 55% de alumnos de cuarto grado del nivel primario de Mendoza se encuentra en un nivel aceptable de lectura y un 25% está por encima del nivel esperado. Al mismo tiempo, un 22% de los chicos está en un nivel “crítico” de fluidez lectora, con claras dificultades que habrá que trabajar intensamente.

Esos son los resultados más destacados del “Censo de fluidez lectora”, que implementó entre el 15 de marzo y el 15 de junio la Dirección General de Escuelas (DGE) en alumnos de cuarto y quinto grados de primaria, y en primer año de secundaria, de escuelas mendocinas. En total, el estudio involucró a 66.000 alumnos mendocinos, que debían leer un cierto número de palabras por minuto ante el docente, y a partir de diversos criterios, se evaluaba su desempeño.

El censo, así, terminó involucrando al 72% de la matrícula de esos cursos evaluados, un porcentaje “alto” según consideró la DGE, teniendo en cuenta las dificultades propias de un año en el que todavía la presencialidad no es plena.

En total, participaron, de este modo, 21.500 alumnos de cuarto grado, 22.000 alumnos de séptimo y 23.500 de primer año de la secundaria. Esto incluyó a 908 del total de 1.263 escuelas que hay en la provincia.

La diferencia con primer año

Si bien los datos de cuarto grado parecen, según la estimación de la DGE, alentadores, esto se da en comparación con los de primer año. En cuanto a los chicos evaluados en este año, el censo observó que el 32% de los estudiantes están en un nivel crítico de lectura; un 63%, en un nivel esperado y apenas un 3%, por encima de las expectativas.

“El dato con respecto a cuarto grado es muy bueno, porque, además, la medición ha sido en un año de pandemia”, subrayó el titular de la DGE, José Thomas. Para el funcionario, es, en definitiva, preferible una diferencia a favor de los cursos más bajos, porque esto significa que hay mejor base y menos para corregir en el futuro.

Además, Thomas indicó que estos resultados se asemejan a los de las Pruebas Aprender (la encuesta a gran escala que hace el sistema educativo a nivel nacional), pero que, en este caso, hay ventajas. “Los resultados son similares a los de las Pruebas Aprender, algo que era esperable. La gran diferencia es que con este censo no tenemos sólo un número, sino a un estudiante identificado, lo cual permitirá tomar decisiones puntuales sobre él y un poco más amplias en cuanto al colegio o el ámbito socioeducativo en el que se mueve”.

Además, según el funcionario, este censo permite trabajar con lo que él considera que es “el gran problema del sistema”, esto es, “la gran heterogeneidad que se observa”. Se refiere con esto a la enorme disparidad que puede observarse en los niveles socioeconómicos de las distintas escuelas, algo que se influye siempre en los resultados educativos.

A la hora de tomar estos resultados para mejorar los números, la directora de Planificación de la Calidad Educativa, Silvina Del Pópolo, explicó que “en lo que viene aplicaremos estrategias ‘remediales’ para chicos con nivel crítico; estrategias de intensificación para los de nivel medio y de sostén para los que estén en un nivel más alto” de fluidez lectora.

Al mismo tiempo, dijo Del Pópolo, harán un “trabajo preventivo” para los chicos más pequeños. “Hay muchos estudios sobre la importancia del nivel socioeducativo de la familia en la educación. En los primeros años de vida se forjan las conexiones neuronales que abonarán el terreno para el buen desempeño del chico. Por eso trabajaremos también en jardines maternales y salas de 4 años, con un programa llamado Nutrición del Lenguaje. Se buscará potenciar el lenguaje en los primeros años de vida y luego se vinculará con el programa Queremos Aprender. Porque, para la educación, nutrir de palabras es tan importante como nutrir de alimentos”.

Pruebas Aprender y vacunación de docentes

Con respecto a la controversia planteada hace unas semanas, cuando el Ministro de Educación de la Nación, Nicolás Trotta, habría deslizado la posibilidad de no hacer las Pruebas Aprender este año, José Thomas explicó que “por ahora las Pruebas Aprender no se han suspendido para 2020”. A este respecto, adelantó que la Nación ha propuesto un “gran plan de evaluación nacional, con la que personalmente estoy acuerdo. Lo que pasa es que hay que ver si realmente se hace”.

En cuanto a las Pruebas Aprender, planteó lo que ha sido la disidencia con la propuesta del ministerio nacional. “Nuestra discrepancia es que Mendoza no cree que no hayan que hacerse las Pruebas Aprender en noviembre, que es lo que se está proponiendo. Nosotros creemos que a esa altura podemos tener a los docentes vacunados con las dos dosis, así que pensamos que podrían hacerse”.

En caso de que la situación epidemiológica se complique, Thomas estimó que “igual hay que prepararse para hacerlas este año. Si más cerca de la fecha no se puede, recién decidir pasarlas a 2022, pero no negarse a hacerlas desde ahora”.

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