Rubén López, el hijo del albañil y militante peronista Jorge Julio López, que desapareció en 2006 en el marco del juicio al represor Miguel Etchecolatz, dejó este 18 de mayo un fuerte mensaje al censista en la puerta de su vivienda de Los Hornos con la leyenda: “Acá tendría que vivir un hombre”.
”Censo digital cumplido, Los Hornos, calle 140 y 69. No sabía cómo explicar la situación, así que dejé en la puerta el papel pegado. Espero se entienda”, publicó Rubén en sus redes sociales junto a un emoji que representa el llanto.
En la nota, puede leerse: “Según la carátula de la causa, ‘Presunta desaparición forzada’. ¡Acá tendría que vivir un hombre!”.
La desaparición de Jorge Julio López: ¿qué pasó?
El albañil Jorge Julio López desapareció el 18 de septiembre de 2006, cuando estaba previsto que se presentara en el Salón Dorado del Palacio Municipal de La Plata para escuchar los alegatos del juicio contra el represor Etchecolatz, donde él había testificado a fines de junio de ese año, en uno de los testimonios más relevantes para lograr condenar al exjefe policial, quien recibió cadena perpetua.
López pudo identificar al represor como quien participó del operativo en el que fue secuestrado a fines de octubre de 1976 y como uno de los que les aplicaba torturas a él y a otros detenidos en el centro clandestino de Arana.
El viernes pasado, el exjefe de la Policía bonaerense durante la última dictadura recibió su novena condena: Etchecolatz quedó sentenciado a prisión perpetua junto a otro expolicía Julio César Garachico, acusados de haber secuestrado y torturado a siete víctimas y haber asesinado a otras tres. Las acusaciones contra ellos habían sido sostenidas por el sobreviviente López, antes de desaparecer en plena democracia. Precisamente, él testimonió contra Etchecolatz en el primer juicio que se hizo tras la derogación de las leyes de Obediencia Debida y Punto Final.
La última sentencia fue dictada por el Tribunal Oral Federal 1 de La Plata, con los jueces Andrés Basso, José Michilini y Alejandro Esmoris.
Etchecolatz no participó de la audiencia: estaba internado en el sanatorio Estrada de Merlo tras una serie de síntomas de fiebre y vómitos. No obstante, personal del juzgado reportó sus últimas palabras previas a la sentencia: “Etchecolatz dijo que es inocente, que él no hizo nada de lo que se acusa en este debate y que entiende que se ha violado el proceso de la Constitución Nacional”.