La crisis sanitaria y la obligación de cumplir determinados horarios de atención al público, más los aumentos de funcionamiento, determinaron el cierre del café y confitería “Ríe Greta”, tradicional punto de reunión de muchos mendocinos. El lugar ocupaba el centro de la galería Piazza, en San Martín 1027, y era una habitual cita gastronómica de todos los días.
El centro comercial donde estaba inserto este café también vio alejarse muchos negocios, pero la caída del establecimiento de comidas y tertulia es un duro golpe a las prestaciones del tradicional complejo, ubicado al lado de la sede de Los Andes.
La galería levantó sus instalaciones en la década del ’60, pero el comercio que ahora dejó de funcionar tenía una antigüedad de unas dos décadas, tras la remodelación y ampliación del complejo que lo albergaba.
La amable confitería era cita clásica de muchos habitués que se juntaban para tomar café y hablar en un marco amable y confiable, ya que la empresa titular del espacio proveía seguridad.
Al mediodía la convocatoria era alrededor del almuerzo, con platos bien elaborados y precios accesibles, al punto que allí almorzaban muchos empleados de comercios de las inmediaciones, de bancos o dependencias públicas de las inmediaciones.
No pocos periodistas del vecino centenario diario realizaron muchas entrevistas en las mesas de la confitería y testimonio de ello lo dio el veterano hombre de prensa José Félix Suárez, quien entrevistó a glorias del deporte, como Víctor Legrotaglie o el fallecido Pedro “il Piedone” Manfredini, entre muchos más.
Por la tarde, especialmente los viernes y sábados, conjuntos de amigas se reunían en las instalaciones ahora cerradas para festejar un cumpleaños o como una rutina de amistad y encuentro. Los días del Maestro o del Amigo sólo se conseguía un lugar con reserva previa. Las reuniones de fines de semana se amenizaban con música grabada y, en ocasiones, con la presencia de un afamado ejecutante de órgano, quien ofrecía un variado programa musical.
Un eslogan publicitario de la casa, difundido a través de una página web, pontificaba que el buen café que se servía “hará que tu comida esté incluso más deliciosa, lo que, con seguridad, te hará volver”.
Y con prescindencia de los platos que se servían, de la repostería y las infusiones y las picadas, otra oferta del lugar, la estratégica ubicación de “Ríe Greta” hacía que llegar al sitio, incluso en horarios pico, fuera sencillo.
Un gran número de usuarios estimó que el servicio era adecuado y “fascinante” la estructura y el contexto del lugar. Así piensa el publicista y periodista Eduardo Navarro, un habitué bastante frecuente, junto con su esposa Lucía Cornejo, quienes aunque residen en Luján de Cuyo, tomaban café o almorzaban en el establecimiento. “Tenía una combinación de buen ambiente, precios accesibles y carta de nivel, que nos hacía elegirlo”, contó el colega.
Este final es parte de un contexto complejo para el comercio en general, y así lo estimó Adrián Alin, presidente de la Cámara Empresaria de Comercio, Industria, Turismo y Servicios, quien opinó que esta pérdida comercial es una combinación de dificultades por el pago del alquiler y el aumento de las expensas.
Otra versión agregó que incidió para concluir la concesión el hecho de una menor afluencia de comensales y las exigencias de horarios dispuestos por las autoridades sanitarias. “El negocio dejó de ser rentable”, apuntó una persona cercana a la administración de la galería, cuya conducción sin embargo no hizo comentarios sobre el asunto.
No se sabe si en un futuro inmediato o mediato otro local gastronómico volverá al lugar, que se queda sin este rubro. Mucho más atrás en el tiempo, el complejo también perdió un tradicional patio de comidas que estaba en el primer piso y al que se accedía por una escalera mecánica.