Expertos de la Universidad Hospital Italiano de Buenos Aires advirtieron que el desarrollo de adicciones en la adolescencia como la ludopatía genera consecuencias a nivel psicológico que impactan en el desarrollo y calidad de vida futura. Esto en reacción a la aparición de casos en adolescentes y púberes sobre lo que han advertido las autoridades y generado acciones.
Pero un aspecto importante es que se pueda detectar esta situación para poder actuar, algo en lo que tienen un papel clave los padres. Por ello, apuntaron qué conductas y signos pueden ser una señal de alarma para detectar este tipo de conductas y sus consecuencias.
Los médicos de la Universidad mencionaron los principales efectos de esta enfermedad y las medidas para prevenirla. Además, advierten sobre el rol de la tecnología como impulsor de las apuestas digitales.
“Hay que tener en cuenta que las características propias de los seres humanos en la primera etapa de la vida los vuelven un grupo especialmente vulnerable. Es un momento en el que la búsqueda de gratificación inmediata y la curiosidad por nuevas vivencias confluyen y exponen a niños y adolescentes a conductas de riesgo como las apuestas”, explica la doctora Gisela Rotblat, docente y secretaria académica de la Especialización en Psiquiatría Infanto-Juvenil de la Universidad Hospital Italiano de Buenos Aires.
Signos tempranos y efectos de la ludopatía
La ludopatía puede tener graves repercusiones en la salud mental de las personas más jóvenes, manifestándose en una variedad de efectos. Entre los signos tempranos, Rotblat destaca los cambios de hábitos (tendencia al aislamiento, pérdida de interés social y académico) y en el ciclo del sueño, ansiedad e irritabilidad, y los cambios bruscos de estado de ánimo.
En etapas más avanzadas, puede provocar depresión, ansiedad, sedentarismo, obesidad, mayor riesgo de adicciones futuras, aislamiento social que afecta el desarrollo emocional y hasta intentos de suicidio. Asimismo, la activación de los sistemas de recompensa rápida en el cerebro generan comportamientos compulsivos, y esto puede tener consecuencias neurobiológicas duraderas, alterando el desarrollo cerebral en una etapa crítica de crecimiento.
Nuevas tecnologías y adicciones
El nacimiento de nuevas plataformas y tecnologías dio lugar a que la disponibilidad y el acceso a los juegos y apuestas sea mucho más fácil para la sociedad moderna. Esto puede crear hábitos específicos de conducta y fomentar la adicción especialmente en grupos vulnerables como los niños y los adolescentes.
“Actualmente el juego y las apuestas en versión online son prácticas con escasas normativas para su ingreso y uso. Además, están altamente motivadas por la excesiva publicidad. Basta con observar el patrocinio en las camisetas de los dos equipos de fútbol más importantes de nuestro país, los streamers más populares y el contenido que producen o los anuncios a diario en televisión con personalidades renombradas del mundo del espectáculo”, afirmó el doctor Andrés Luccisano, subjefe del Servicio de Salud Mental Pediátrica del Hospital Italiano de Buenos Aires.
Un informe del Observatorio de Adicciones y Consumos Problemáticos de la Defensoría del Pueblo bonaerense revela que el 12,5% de los jóvenes argentinos de entre 15 y 24 años ha apostado online en algún momento de su vida. La estadística resalta la creciente normalización de las apuestas en la cultura juvenil y la necesidad de establecer medidas de control efectivas.
Consejos para las familias
En este contexto, la doctora Rotblat, quien también es jefa del Servicio de Salud Mental Pediátrica del Hospital Italiano de Buenos Aires compartió consejos para cuidar la salud mental y prevenir el desarrollo de adicciones en niños y adolescentes:
- Ofrecer espacios para realizar actividad física. Según el Instituto Nacional Americano de la Salud Mental, el ejercicio reduce la ansiedad, disminuye la depresión moderada y mejora el bienestar emocional.
- Habilitar otras prácticas o ámbitos de reconocimiento, de pertenencia y de entornos saludables, como los culturales y los creativos.
- Contar con espacios de diálogo en los que se sientan escuchados y respetados.
- Fomentar el uso balanceado de los dispositivos y plataformas para evitar las dependencias digitales que puedan llevar al desarrollo de la ludopatía u otras adicciones.