Un reciente descubrimiento de fósforo en la luna de Saturno ilusiona a los científicos con la posibilidad de hallar vida más allá de la Tierra. Científicos alemanes hallaron el elemento en pedazos de hielo extraídos de la luna de Saturno Encélado, en lo que es la primera vez que se encuentra en un océano que no es de este planeta.
El fósforo es considerado el elemento más raro y esencial para la vida tal como la conocemos, ya que contribuye a la fertilidad del suelo terrestre. Los fosfatos, a su vez, son esenciales para componentes clave de la vida en la Tierra, como el ADN, el ARN y las membranas celulares.
De los seis elementos necesarios para la vida (carbono, hidrógeno, nitrógeno, oxígeno, fósforo y azufre), el fósforo “es, con diferencia, el menos común del universo” según Frank Postberg, científico planetario de la Universidad Libre de Berlín.
De hecho, era el único elemento de los seis que los astrónomos aún no habían detectado en océanos más allá de la Tierra, hasta que en 2014 la nave espacial Cassini voló hacia el polvo del segundo anillo más externo de Saturno, compuesto por granos de hielo expulsados de Encélado.
Ahora, un estudio de la revista Nature contó que los científicos están estudiando esos granos de hielo medidos por el Analizador de Polvo Cósmico de Cassini y que han detectado restos de fósforo.
Nuevas investigaciones
Los investigadores sugieren que sus concentraciones pueden ser al menos 100 veces mayores en los mares ocultos de Encélado que en los océanos de la Tierra. Además, los nuevos hallazgos también sugieren que las aguas de otros mundos helados podrían estar igualmente cargadas de fósforo, como Europa, la cuarta luna más grande de Júpiter, y Titán, la mayor luna de Saturno.
Cuando la nave espacial Cassini llegó por primera vez a Saturno en 2004, los científicos esperaban que Encélado fuera una bola de hielo. Pero, al año siguiente, detectaron penachos de vapor de agua y partículas heladas que brotaban de géiseres en la superficie, revelando la existencia de un océano global entre la corteza helada de la luna y su núcleo rocoso.
Postberg, autor principal del nuevo estudio, y sus colegas descubrieron anteriormente que el océano de Encélado también podría contener moléculas orgánicas complejas.
Esto lo convierte en “el lugar más prometedor, la fruta más al alcance de la mano, de nuestro sistema solar para buscar vida extraterrestre”, aseguró Carolyn Porco, científica planetaria y jefa del equipo de imágenes de Cassini, que no participó en el nuevo estudio.
Hasta ahora, nadie había detectado fósforo en el hielo de Encélado o de mundos similares, lo que ponía en duda que estos lugares pudieran ser realmente habitables. “Existían dudas sobre si el fósforo podría ser o no el cuello de botella para la posibilidad de aparición de vida”, dijo Postberg al respecto.
Aunque la detección de fosfatos en Encélado presagia interesantes posibilidades, el reducido número de granos de hielo que examinaron los investigadores deja algunas preguntas sin respuesta.
En el futuro investigarán si estos fosfatos se encuentran realmente en todas partes del océano de Encélado o solo en unos pocos puntos. “El siguiente paso es volver a Encélado y buscar, con las herramientas adecuadas, biomarcadores orgánicos”, revelaron los científicos.