La Cámara Empresaria de Guaymallén volvió a la carga contra la construcción de nuevas ciclovías por “el daño que implica al comercio”, según manifestó en un comunicado. Por tal motivo, el ente convocó a “vecinos, organizaciones intermedias, empresarios y sindicatos a integrarse a este reclamo”. Desde la municipalidad aseguran que “está comprobado que las ciclovías no bajan las ventas” y que atenderán las quejas de los vecinos.
Con junta de firmas y una carta de pedidos específicos incluida, la protesta de la entidad que nuclea a los empresarios de Guaymallén insistió en su reclamo contra la construcción de nuevas ciclovías, fundamentando que reduce la circulación vehicular y se “reduciría la posibilidad de estacionar”. Se trata, principalmente, de la ejecución de ciclovías en las calles Sarmiento -que lleva a la Feria de Guaymallén- y en calle Moldes, en Dorrego, aunque también entran en juego obras de calle Remedios de Escalada, entre Marques y Julián Barraquero.
“La municipalidad le notificó a los comerciantes que iban a hacer la ciclovía, a pesar de que hace más de un mes se hizo una presentación con firma de los comerciantes de la zona con la idea de cambiar el recorrido a una calle paralela”, manifestó a medios locales Pablo Espósito, presidente de la Cámara Empresaria de Guaymallén. Además, aseguró que serían aproximadamente 150 comercios los que se verían afectados.
Julián Fernández, coordinador de la oficina de proyectos de la Municipalidad de Guaymallén, respondió a Los Andes: “Estamos explicándoles que la ciclovía no es un sinónimo de pérdida de ventas. Se va generando alrededor de la ciclovía un clima y hay muchos comerciantes con los que hemos conversado que están de acuerdo. Estamos tratando de llegar a un consenso entre todos”.
“Hace dos semanas estamos hablando permanentemente con los vecinos, pero hay mucha intolerancia entre la gente”, reconoció Fernández.
Siguiendo con el reclamo, Espósito remarcó: “No va a haber lugar para estacionamiento y descargar mercadería. En las perpendiculares la gente no quiere estacionar por cuestiones de seguridad, ya que por la noche son bocas de lobo”. Ante esto, el responsable de los proyectos manifestó que entiende “que algunos rubros en particular a los que el cliente se le dificulta estacionar lejos por el producto que se tiene que llevar o cargar en el vehículo, y eso es entendible”.
Por eso, Fernández anticipó: “Tendremos que empezar a ser un poquito más ordenados, como generando una playa de estacionamiento para que paren los clientes o poner horarios para la carga y descarga de mercadería”.
En el mismo sentido, el funcionario expresó que en todas se da la particularidad: “Por ejemplo, en calle Remedios de Escalada, tenemos una ciclovía que con 3.5 kilómetros de extensión casi, y donde tenemos problemas es en un tramo de 250 metros, y no de todos sino de algunos”. Y continuó: “En calle Pedro Molina se repite lo mismo, el problema está entre Rafael Obligado y Mitre: es una extensión de 4 kilómetros y tenemos problemas en dos cuadras y media. Y así también con moldes. Si cuantificás, es un porcentaje muy pequeño en donde hay conflicto”.
Pese a los reclamos, el coordinador de la oficina de proyectos de Guaymallén insistió con que “las ciudades van creciendo, mutando, y se tienen que ir adecuando a las realidades”, y que el que se está desarrollando en Mendoza “es un proyecto súper ambicioso y es la primera vez que se hace en toda Argentina”, en relación a que se trata de una red de ciclovías que conecta áreas que “están bajo jurisdicción de 7 municipios distintos”.
“Es un proceso que va a llevar tiempo. Esto ha sido un disparador, nosotros apostamos a la empatía social de todos para ver si logramos un consenso y vamos ordenando para lograr una convivencia entre lo que solicitan ellos y la ciclovía. Se puede hacer, no es imposible”, dijo Fernández.
