¿Qué plato nos da tanta libertad para crear combinaciones únicas de ingredientes? La respuesta es la pizza. Este plato no sólo es la comida favorita de las Tortugas Ninja sino que también, muchas veces, es el recurso fácil para salvar una improvisada cena con amigos.
No cabe duda de que la pizza dice mucho de nosotros. Tanto es así que hasta expertos en lenguaje corporal aseguran que podemos determinar nuestra personalidad según la forma de comerla. Sobre todo si sos de los que no puede evitar utilizar cuchillo y tenedor o de aquellos que la disfrutan más al día siguiente. Pero, aunque no lo creas, llevamos toda la vida recalentando la pizza mal.
Tenemos tendencia a meter las porciones en el microondas, cuando existen otras maneras de recalentarla sin perder su sabor y textura.
Según Fox News y Usa Today, la mejor forma de recalentar la pizza al día siguiente para no perder su base crujiente es tostarla en una sartén antiadherente. Para ello, solo tenés que calentar la sartén a fuego medio-bajo, colocar una porción sobre ella y esperar unos tres minutos (sin darle la vuelta). También podés poner la tapa y añadir antes de colocar la pizza un par de gotas de agua en la sartén para derretir el queso con el vapor.
El truco para recalentar la pizza en el microondas
Recalentar la pizza en el microondas es la práctica más habitual, pero no la más indicada, ya que la masa queda blanda y los ingredientes de encima se resecan. Sin embargo, existe un truco para mejorar esta práctica.
Colocar la pizza en un plato y meterla en el microondas con un vaso de agua (sin llenarlo hasta el borde) para que la humedad evite que se resequen los alimentos. Otra alternativa efectiva es poner un trozo de papel de cocina absorbente sobre el plato y colocar encima las porciones de pizza.
Cuánto tiempo dura la pizza en la heladera
Expertos recomiendan no guardar la pizza en la heladera más de un día (siempre tapada con un film).
La pizza se puede congelar entera o en porciones. Si sabés que no vas a comer la pizza de una vez, es mejor que la cortés en secciones o en porciones individuales, antes de envolverla para ponerla en el congelador.
Es importante envolverla de forma segura para evitar las quemaduras por congelación.