Nélson y Guillermo representan dos ejemplos de solidaridad en el marco de la pandemia de coronavirus. Es que ambos donaron plasma de maneras diferentes y explicaron su experiencia para alentar a aquellos que tienen alguna duda al respecto.
En este caso, hay dos métodos: aféresis y hemodonación. Nélson pasó por los dos procesos y dió detalles en diálogo con Vía País: “Me dieron el alta definitiva y me convocaron para donar plasma y del Conicet para un estudio. Con respecto a la aféresis, te conectás a una máquina y dura entre 45 minutos y una hora”.
Se trata de un procedimiento que consiste en conectar por vía venosa a través de uno o dos accesos al donante o al paciente, a una máquina separadora de células (glóbulos rojos, glóbulos blancos y plaquetas), mediante un equipo de bolsas y tubos de recolección estériles.
En ese sentido, Jorge Geffner, investigador del Conicet y doctor en Bioquímica, resaltó que la mayoría de los centro de hemoterapia cuentan con esas máquinas y que “todo es descartable”.
Por su parte, Guillermo, otro de los pacientes que donaron plasma, le contó a este medio que “tuvo una situación leve de enfermedad a fines de marzo” y que haber donado plasma (por hemodonación) “fue un proceso lindo por saber que uno está ayudando y es muy fácil para el paciente”.
A diferencia de la aféresis, la hemodonación es un proceso más rápido. Sin embargo, con el otro método se logra obtener mayor cantidad de plasma para los pacientes que transcurren la enfermedad.
Por último, Geffner resaltó que el trasplante de plasma se aplica en pacientes críticos o moderados y destacó que “los datos son alentadores pero es difícil concluir seriamente”.
Este texto fue publicado originalmente por Los Andes. Se reproduce aquí con la autorización correspondiente.