El Caso Próvolo se reactiva en los Tribunales mendocinos, a más de tres meses desde que se celebrara la última audiencia preliminar. El martes próximo (16 de junio), a partir de las 8:30, las nueve mujeres imputadas dentro del caso de abuso sexual y corrupción de menores en el instituto religioso para chicos sordos Antonio Próvolo (Luján de Cuyo) -que ya tiene a cuatro condenados, entre ellos dos curas- deberán presentarse de forma presencial en la sala 4 del Fuero Penal Colegiado.
En el recinto estará además el juez Horacio Cadile; mientras que el resto de los actores (abogados querellantes, defensores, fiscales y los letrados de la causa civil) participarán de forma remota de la audiencia por medio de la aplicación Microsoft Team.
En total son casi 20 los actores que participarán de forma virtual de la audiencia e, incluso, tienen la posibilidad de hacerlo también las imputadas (todas están en libertad, a excepción de la monja Kumiko Kosaka que tiene prisión domiciliaria). Si optara por participar de forma remota y no presencial en Tribunales, la religiosa debería ser trasladada a las salas externas del complejo penitenciario Boulogne Sur Mer para conectarse, dado que se encuentra privada de la libertad.
El 11 de marzo se celebró la última audiencia de forma presencial en el palacio judicial, y en aquel momento los abogados defensores de las imputadas llegaron a plantear una serie de “irregularidades graves” que consideran que se cometieron a lo largo de la instrucción. Incluso, llegaron a plantear nulidades y sobreseimientos. Por tal motivo es que se espera que el martes se sucedan planteos similares.
Nueve imputadas
En la segunda causa del caso que ya tuvo a dos sacerdotes, a un ex jardinero y a un ex monaguillo condenados a 45, 42, 18 y 10 años de prisión respectivamente; hay 9 mujeres imputadas.
Entre ellas se destacan dos monjas -Kosaka, quien tiene las imputaciones más aberrantes e incluso algunas como autora de los abusos-; y Asunción Martínez. Kosaka tiene 7 imputaciones, entre las que se destacan algunas como autora de hechos y otras como partícipe (incluso está acusada de ser la “entregadora” de algunas víctimas para que sean vejadas por el cura Horacio Corbacho. La religiosa japonesa es la única de las imputadas que está en prisión -domiciliaria-.
La monja Martínez, la ex representante legal, Graciela Pascual, cuatro ex directoras del establecimiento, una psicóloga y una ex cocinera, en tanto están imputadas como partícipes por omisión (no denunciar los hechos que ocurrieron en el Próvolo).
Pascual era la mano derecha del sacerdote también condenado, Nicola Corradi. Y de acuerdo lo denunciado por las víctimas durante la instrucción -y que también se desprende de las declaraciones del primer juicio-; “la jefa” -como la llaman las víctimas- estaba al tanto de todo lo que ocurría en el instituto y sus albergues. E, incluso, amenazaba a los padres de los niños para que no hiciesen ninguna denuncia ante cualquier sospecha.
A las dos monjas y a Pascual se le suman entre las imputadas las ex directoras Gladis Pinacca, Cristina Leguiza, Valesca Quintana y Laura Gaetan; la psicóloga Cecilia Raffo y la ex cocinera Noemí Paz.
La causa que motiva el segundo de los juicios cuenta con 8 denunciantes, y muchos de ellos son las mismas víctimas que integraban el primero, que tuvo una sentencia histórica en noviembre del año pasado. Al igual que en el primer debate, la intención de sus abogados es que cuando comience el juicio las víctimas no declaren de forma presencial para evitar la revictimización. Por lo que -salvo excepciones- en el juicio volverán a reproducirse las cámaras Gesell registradas durante la instrucción del caso.
La audiencia preliminar, etapa en que se encuentra el proceso actualmente, es la instancia previa al inicio del debate en concreto. Y también el que se oficializan las imputaciones y se definen las pruebas y testimonios. Se espera que haya, al menos, 40 audiencias en este plano antes de que comience el juicio propiamente dicho.
Probables condenas a prisión
La acusación del Ministerio Público Fiscal contra las 9 imputadas tal y como está formalizada prevé más condenas a prisión dentro del Caso Próvolo.
De acuerdo a la imputación con que han llegado a esta instancia, las mujeres podrían llegar a recibir condenas altas y similares a las de los autores (la máxima es de 50 años de prisión).
Por parte de la defensa, todo parece indicar que la estrategia apuntará a exculpar a las involucradas. O, en caso de que haya condena, sea por “encubrimiento”. En este caso, las penas son menores. No obstante, esta misión no será fácil para los abogados defensores. Es que cada vez que las imputadas que están o estuvieron cumpliendo prisión preventiva solicitaron el recupero de la libertad para que se las considere como encubridoras y no partícipes, la Justicia no hizo lugar al cambio de calificación.