La estabilización de casos de contagios de COVID19 en el AMBA observada en la última semana fue uno de los argumentos expuestos sobre la mesa que reunió ayer a Horacio Rodríguez Larreta y a Axel Kicillof para discutir qué tan flexible será la cuarentena a partir de la próxima semana. También se evaluó como positivo la situación controlada del sistema de salud. Otras razones -para flexibilizar- tienen menos relación con la cantidad de camas de terapia ocupadas (65% en AMBA): la necesidad de empezar a levantar el consumo y la actividad económica, muy golpeadas en el Área Metropolitana.
Rodríguez Larreta recibió en las oficinas de Parque Patricios al gobernador bonaerense. Más de una hora de charla a solas. Puntualmente, los mandatarios observaron los resultados obtenidos durante la fase de cuarentena más estricta que dispuso el presidente Alberto Fernández el 1 de julio y que vence este viernes 17. En aquella oportunidad, mientras casi todo el país quedó en fase de “Distanciamiento Social”, el AMBA, por ser foco principal de la pandemia, permanecía en la etapa de “Aislamiento Social”.
Hoy y mañana, coinciden los gobiernos del AMBA, serán clave para la consolidación de los números al cumplirse los 14 días de la cuarentena estricta impuesta a principios de mes.
En el diseño de la nueva etapa se admite que dentro del AMBA “podría haber algunas medidas diferenciadas que tengan que ver con la idiosincrasia poblacional”: en los 40 municipios del AMBA hay realidades muy distintas, donde conviven áreas rurales, con conglomerados industriales.
El vicejefe de Gobierno porteño, Diego Santilli, adelantó que existen ya unos 100 protocolos listos para implementarse dentro de un esquema de reactivación de actividades en el distrito.
“A partir del día 18 de julio debería empezar a recuperar comercios esenciales o industrias con protocolo y, paulatinamente, ir incorporando otras actividades con protocolo e, incluso la actividad deportiva”, dijo Santilli a radio La Red.
Se habla de “aperturas parciales”, “por día” o, inclusive, “en semanas alternadas”. Este diseño de nueva cuarentena contempla la reapertura de unos 65 mil comercios, tal como funcionaron en parte de junio en la Capital Federal. No se incluirá la reapertura total de la construcción, en la primera fase prevista a partir del 18 de julio. Tampoco se ve una reapertura inmediata para gimnasios, shopings y restaurantes. Larreta conversó todo esto con Kicillof y hubo conformidad en términos generales.
Nos juntamos con Kicillof para repasar la situación actual de la pandemia en el Area Metropolitana. Vamos a seguir observando la evolución de los datos para luego tomar la decisión de los próximos pasos para cada distrito.
Fernán Quirós, el ministro de Salud porteño, aludió a “una evidente estabilización de los casos” de coronavirus en el distrito. Pero el mismo funcionario desestimó la posibilidad de que en la próxima etapa de la cuarentena se permitan reuniones sociales: “si todo sigue como viene, no estamos imaginando liberar reuniones sociales, y menos en espacios cerrados”, dijo.
Sobre las diferencias en la siguiente fase entre la Ciudad de Buenos Aires y los municipios bonaerenses del AMBA, Quirós habló de “las características demográficas, sociales y económicas de cada jurisdicción, incluso entre los diferentes municipios de provincia; son diferentes y las decisiones operativas tienen que ser adaptadas a cada realidad”.
“Doy un ejemplo: casi toda la producción industrial de los elementos que se comercializan en la Ciudad se producen en el conurbano bonaerense, entonces la industria bonaerense es esencial, para ellos y para Capital; en cambio acá es mucho más esencial el comercio de barrio que distribuye esos productos”, explicó Quirós.
“Se estima que por cada infectado detectado hay otros 10 asintomáticos, por lo que se estima que en la Ciudad de Buenos Aires se infectó ya alrededor del 12 por ciento de la población”, dijo el ministro porteño.
“Creemos que acá todavía van a aumentar los casos pero estamos en una curva relativamente madura”, insistió. Calificó de “más o menos estables” a los porcentajes de ocupación de camas de terapia intensiva, estabilizados entre un 62 y 65 por ciento durante la semana pasada.
Funcionarios porteños y bonaerenses seguirán de aquí al viernes de manera conjunta la evolución de los datos en el AMBA, tal como acordaron Rodríguez Larreta y Kicillof. El gobernador bonaerense, a su vez, se reunirá con los intendentes del conurbano.
Lo que muestra el mundo es un ´Stop and Go´, un ir y venir, empezar y volver para atrás (con la cuarentena), dependiendo cómo se mueven los contagios (de coronavirus)
“Lo que muestra el mundo es un ´Stop and Go´, un ir y venir, empezar y volver para atrás (con la cuarentena), dependiendo cómo se mueven los contagios (de coronavirus)”, explicó Kicillof después de la reunión con Larreta. “No es algo que pase en Argentina o en la provincia, es algo que pasa en Israel, en los mejores países que han controlado la pandemia y hoy tienen rebrotes y deben volver a aislamiento”, ejemplificó.
Kicillof estuvo en Vicente López, con el intendente Jorge Macri, en un acto de entrega de respiradores a un centro médico municipal. En el AMBA, la pandemia impuso una relación racional y cordial entre los gobiernos de signo político contrario. “Estamos haciendo lo que corresponde: trabajar en equipo, ir ajustando, aprender de esta enfermedad e ir trabajando en los tres niveles Nación, provincia y municipio”, dijo Macri, primo del expresidente de la Nación.
“Todo indica que la curva de contagios se aplanó y que se amplió el tiempo de duplicación”, dicen en el entorno de Kicillof. Con el amesetamiento de la curva, evitado el colapso del sistema de salud, se puede comenzar a pensar en una apertura gradual de actividades.
El viceministro de Salud bonaerense, Nicolás Kreplak, coincide con su par porteño, el ministro Quirós: “si se termina de establecer la tendencia” de “meseta” en los contagios de coronavirus, se podría pensar en “retomar actividades”.