Este fin de semana se develó en Santiago del Estero un secreto que permaneció oculto por más de 50 años. En el pueblo de Vinará -ubicado en el departamento de Río Hondo- se puede encontrar la imagen de la vírgen de la Inmaculada Concepción que, de acuerdo con los lugareños, llora lágrimas de sangre. Debido a esta increíble cualidad, los residentes le atribuyen diferentes milagros de sanación.
La llegada de la imagen tallada en yeso de la Vírgen de Vinará se remonta al año 1968. En esa época, la familia Pediconi habría donado un terreno para dar lugar a la construcción de la primera capilla de Vinará.
En diálogo con el medio Infobae, Mónica Pediconi aseguró que el territorio es “un lugar particular, ya que aparecía una misteriosa luz que emergía de la tierra”. Con la ayuda de la comunidad, que actualmente consta de 2 mil habitantes, la capilla se terminó en 1973. Mismo año en el que un sacerdote proveniente de Estados Unidos, Esteban Crisanda de La Salette, obsequió una la imagen de 1.20 metros de altura de la vírgen que advoca a la Inmaculada Concepción.
Los habitantes de Vinará sacaron a luz el secreto bien guardado sobre las lágrimas de la virgen cuando un grupo de niños presenció el acontecimiento. “El 26 de marzo de 2022 lloró gotas que caían en su cara. El 13 de mayo, el día de la Virgen de Fátima, por la tarde la vieron 7 niños de la catequesis”, expresaron los vecinos.
Si bien aseguran que en el año, la imagen de la virgen ha llorado 14 veces, esta no sería la primera vez que sucede. De acuerdo con Mónica, la primera vez que notaron un acontecimiento similar fue a los pocos días que el sacerdote la obsequiara: “Iban a traer a la Virgen del Tránsito como patrona de Vinará pero no se la dieron, y la trajeron a ella. Apenas pasaron tres días ella empezó a llorar: la vieron el padre Esteban, la hermana Santina y otro sacerdote”, aseguró.
Otro evento similar ocurrió en la década de los 80. Esa vez fue Adrián, un restaurador de imágenes religiosas, quien vió caer agua desde el pie de la vírgen mientras realizaba renovaciones en la misma.
Por otro lado, el periodista Omar Villavicencio, asegura haber tenido una experiencia fuera de lo común en presencia de la divinidad: “Yo estaba cubriendo la procesión en Termas de Río Hondo cuando sacaron a la Virgen junto a otra imagen. De repente experimenté algo en el cuerpo, algo muy grande por dentro. Levanté la mirada y vi el rostro pálido de la Virgen y noté que lloraba”.
Continúo: “Percibí por segundos un perfume a rosas, todo eso me impactó. Inmediatamente, recordé la película de la Virgen de Fátima y la danza del sol.”. El periodista interpreta esta experiencia como un pedido de la vírgen por que se cuente su historia.