La provincia de San Juan está consternada tras conocerse la historia de una nena que asistió a la escuela en un estado dramático debido a la pobreza y el frío en plena ola polar que afecta a todo el país.
El hecho ocurrió en la localidad de Las Casuarinas y fue relatada por el personal de la institución: en la escuela Juana Ibarborou una nena de 9 años llegó descompuesta, tiritando por el frío y sin ningún tipo de reacción.
La historia se dio a conocer a través del relato que hizo la directora de dicha escuela, Beatriz Martínez, a Radio Sarmiento. En ese medio, la docente aseguró que “La nena llegó en las primeras horas de la mañana y la gente de la recepción, porteros y auxiliar, vieron que no respondía, que tiritaba. Venía sin campera, con una remera manga corta, debajo del guardapolvo, con una calza de algodón y zapatillitas. De inmediato la niña fue acercada a un lugar cálido, una pequeña cocina que tenemos en la escuela”.
“Temblaba, lloraba, no podía expresar nada. Recurrimos a lo que teníamos a mano, algo de ropa para abrigarla. Luego la trasladamos a otra cocina donde estaba encendida la estufa, se le dio un té calentito de a sorbos, porque no podía sostener nada, ni la cuchara. La arropamos toda la mañana, mientras la docente estaba con ella”, continuó.
Tras esto, la directora dio aviso de la situación a los organismos correspondientes para iniciar los protocoles respectivos frente a casos de vulneración de derechos: “Además llamé a la policía porque necesitaba que alguien constatara el estado de la niña. Se hicieron presentes y observaron su situación. En ese momento podía ya responder algunas preguntas. Además, continuamente se le tomaba la temperatura porque al principio no marcaba nada el termómetro. La recuperó y al mediodía tenía 36.4°”.
Según se pudo reconstruir a partir del relato de la pequeña, su familia vive en estado de pobreza extrema y que no es la primera vez que ocurre algo así: son cuatro hermanitos de 13, 11, 9 y 5 años que viven en el mismo rancho, aunque la mamá tiene otros hijos mayores e incluso nietos. Ninguno de los progenitores tiene trabajo.
“Para llegar a la escuela recorren cerca de tres kilómetros en bicicleta. La realidad de esta familia no es nueva. El año pasado, con la entrega de los módulos me pude contactar con la mamá en dos oportunidades y aproveché para preguntarle por los niños, aconsejarla, pero lo cierto es que hubo una distancia. Este año notamos una serie de inasistencias y volví a visitarlas, estaba la madre... Necesitan ayuda, un seguimiento, que les arreglen el lugar donde viven, que les provean agua, son carentes de muchas cosas materiales”, agregó la maestra.
En tanto, desde la Dirección de Niñez, Adolescencia y Familia visitaron la vivienda y constataron el estado de pobreza extrema. La pequeña y una de las hermanitas fueron trasladadas a un hogar del Estado hasta que algún familiar se haga cargo.