Unas mil mulas que se utilizan para subir pesadas cargas en el parque provincial Aconcagua serán controladas para evitar casos de maltrato animal esta temporada. Desde la Secretaría de Ambiente y Ordenamiento Territorial de Mendoza han decidido implementar una actualización del Programa de bienestar animal.
Como cada año, miles de turistas –la mayoría extranjeros- llegan a la provincia para realizar alguna excursión de montaña y el parque Aconcagua se convierte en su lugar de estadía previo a algún ascenso, principalmente al cerro más grande de América.
Ya publicada en el Boletín Oficial, fue aprobada la implementación de una actualización del Programa de bienestar animal que consiste en el cuidado de las mulas a través de un capacitación para todos los actores de esta temporada, desde arrieros hasta guardaparques, veterinarios, turistas y prestadores turísticos. Todos fueron capacitados por el Colegio de Veterinarios de Mendoza.
El director de Recursos Naturales Renovables de la provincia, Sebastián Melchor, explicó que el programa está vigente desde 2006 y era llevado adelante por la fundación Cullunche. “Lo que hemos hecho este año desde la Dirección, fue una actualización del protocolo de Bienestar animal para que exista un control profesional sobre las mulas cargueras, en este caso a cargo de veterinarios de la provincia”, señaló.
El funcionario aclaró que los veterinarios serán los encargados de controlar el ingreso de mulas al parque Aconcagua. “Nosotros somos la autoridad aplicación del programa. Se busca garantizar el bienestar del animal de la mejor manera y hay que entender las alternativas que tenemos para el aprovechamiento de las actividades en Alta Montaña”, apuntó Melchor.
Por su parte, Noelia Guevara, la coordinadora del Programa por parte del Colegio Médico Veterinario de Mendoza, explicó que trabajaron en conjunto con la Dirección de Recursos Naturales Renovables para llevar a cabo esta actualización.
La especialista resaltó la importancia de la capacitación realizada previo al comienzo de la temporada y señaló que uno de los objetivos es el cuidado delas mulas y el sostenimiento del trabajo de las personas que pasan mucho tiempo con ellas, como son los arrieros.
“Otro de los puntos del programa es el control de estos animales que trabajarán durante toda la temporada en el parque Aconcagua porque es muy importante controlar su salud, pero también la regulación de las cargas que llevan. Es que, si no está bien distribuida, eso puede generar algún inconveniente en el animal, que debe ser atendido por los veterinarios dispuestos para la temporada”, detalló Guevara.
Según explicó la coordinadora del Programa, cada mula posee un chip con un número, lo que permite identificarlas y sabe a qué empresa prestadora de servicios pertenecen.
Para esta temporada del parque Aconcagua se dispondrá de unas mil mulas, aproximadamente. Si bien no hay estadísticas de temporadas pasadas, se cree que la cifra de animales fue creciendo y al final de la presente, se analizará si este número fue justo o no.
“Hemos notado que muchas empresas de turismo han comprado libretas sanitarias y se han comprometido al traslado seguro de los animales”, acotó la veterinaria.
Arrieros y mulas
El Programa de Bienestar Animal establece diferentes puntos y obligaciones para los encargados de las mulas cargueras que trabajarán durante la temporada del Aconcagua. En el caso de los arrieros, figuras importantes por su acercamiento y relación estrecha con las mulas, deben tener una credencial y haber completado el curso de manejo y bienestar animal dictado por el Colegio de Veterinarios.
Además, estos trabajadores tendrán consigo una tarjeta de ingreso al parque, donde figurarán sus datos personales y el de la empresa para la que hacen su trabajo. Un dato importante es que este programa admite un máximo de mulas de cargas por arriero.
Para el control de mulas, además del microchip, estarán identificadas por el color de albarda, el cual corresponde a la empresa a la que pertenecen. Los animales serán controlados para que no ingresen con alguna lesión y con la carga correspondiente.
Cullunche, en contra del uso de mulas
La Fundación Cullunche, que trabaja en la protección y cuidado de la fauna en la provincia, ha mostrado una posición diferente sobre el Programa de bienestar animal, del cual fueron parte hasta el año 2017.
Jennifer Ibarra, su titular, reconoció que abogan por la erradicación de las mulas en el parque Aconcagua. “No estamos de acuerdo con que en el lomo de las mulas se cargue toda la ganancia del turismo, porque mientras algunos disfrutan, los animales sufren”, indicó.
Por otro lado, Ibarra apuntó que “el mundo ha evolucionado y hay ciertas prácticas que ya no van”. “En la época de San Martín se usaban mulas, pero estamos en el año 2023. Cuando nosotros estuvimos y formamos parte del Programa tratamos de tener la menor mortalidad posible de mulas al final de cada temporada”, concluyó.
Temporada de muchas reservas
Los prestadores turísticos que operan en el parque provincial Aconcagua ven con buenos ojos el comienzo de esta temporada, que ha sufrido demoras por la nieve caída en la montaña en las últimas semanas.
Nicolás García, quien trabaja en la empresa Grajales Expedictions, indicó que ya cuentan con muchas reservas de huéspedes. Según explicó, el 80% de los visitantes son extranjeros. Estados Unidos se encuentra en la cima del ránking de visitantes. Son quienes realizan las clásicas actividades que se ofrecen, como trekking largo o ascenso de algún cerro.
García admitió que la nieve caída en la montaña complicó un poco a los campamentos, pero aseguró que ya están preparados para recibir a los turistas. “La gente que decide pernoctar en los campamentos generalmente ya tenía reservado su viaje. Hay casos donde reservan una semana antes, pero son los menos. También están aquellos turistas que solo vienen por el día”, explicó.
Una de las novedades que tendrá este año la temporada Aconcagua tiene que ver con el acondicionamiento de dos campamentos ubicados en el camino del Valle de Vacas, que es otra opción para el ascenso al Coloso de América.
“Es una noticia importante porque ahora estos campamentos cuentan con mejores servicios para el turista y ya quedan estables en ese camino, que es otra opción al tradicional Valle de Horcones”, relató García.
Luego se refirió a la utilización de mulas cargueras en el lugar, algo que se ve como tradicional pero que genera algunas críticas. Para García, es posible trabajar con estos animales “con los cuidados pertinentes para que no sufran ninguna lesión”. “El hecho de tener veterinarios idóneos en el parque es algo importante para esta actividad. Cuando se creó el parque Aconcagua se planteó la posibilidad de incluir una telesilla como medio de transporte, pero no hubo consenso entre los prestadores y se decidió continuar con las mulas, que también son importantes para el ecosistema del lugar”, añadió.