Estudios sobre las cepas que van surgiendo del coronavirus, sugieren que una de las nuevas subvariantes es más resistente a las vacunas. Esto quiere decir que puede “escaparse” o “burlar” las defensas del sistema inmunológico e incluso mantener una gran capacidad de contagio.
Las variantes que circulan hoy en mayor medida en el mundo son cepas de ómicron y las prevalentes son hasta el momento la BA.2 y la BA.5. De acuerdo con los nuevas investigaciones realizadas por el Departamento de Enfermedades Infecciosas del Imperial College de Londres, la subvariante que deriva de la BA.2, clasificada como BA.2.75, es preocupante y debe ser monitoreada.
Quien se encarga de esa tarea es el virólogo del Imperial College de Londres, Tom Peacock. El académico indica que la nueva subvariante tiene 45 mutaciones en común con BA.5 y 15 peculiares. De acuerdo al virólogo de ese departamento, entre esas 15, 8 son mutaciones de la proteína Spike (BA.5 tiene “solo” 3) o espiga, la que le da la forma de “corona” al coronavirus y permite que se enganche en las células e ingrese en ellas.
Por el momento, según informó, hay muy pocos casos confirmados de la BA.2.75 en el mundo, pero se da en diferentes regiones: India, Australia, Canadá, Alemania, Reino Unido y Nueva Zelanda. Por lo que aún no hay suficientes datos epidemiológicos para ver cómo se transmite en la población humana, detalla La Nación.
Los expertos indican que detrás del último aumento de casos en la India podría estar esta nueva subvariante ya que en los últimos 10 días, los casos pasaron de 15.000 y 19.000, mientras que el número de los últimos meses se había mantenido por debajo de los 3 mil.
Cuáles son las diferencias
La diferencia entre la BA.2.75 y la BA.2, de la cual se origina, es que posee dos mutaciones clave: G446S y R493Q. La primera, la G446S, permite que esta nueva subvariante sea resistente a las vacunas que sí son efectivas ante la variante BA.2, explican los científicos del Laboratorio de Evolución de Proteínas y Virus de Fred Hutch (EEUU).
Oscar Cingolani, profesor argentino de Medicina y director del Centro de Hipertensión Arterial y de la Unidad de Cuidados Críticos (UCC) Cardiovasculares del Hospital Johns Hopkins, desde sus redes sociales dijo al respecto: “Uno de los motivos de preocupación sobre esta variante es la mutación G446S, la cual experimentalmente se sabe esquiva neutralización inmune”. Además, aclaró: “Aún no hay motivo de alarma. Se la observa de cerca”.
Así, la BA.2.75 tiene mayor facilidad para superar la barrera de anticuerpos que crean las vacunas e incluso una infección reciente de Covid. No obstante, tiene un efecto menor en aquellos que se hayan enfermado a raíz de una variante BA.1.
Debido a la gran cantidad de mutaciones dentro de las cada vez más variantes del SARS-CoV-2 se da una mayor transmisibilidad de los virus. No obstante, los especialistas insisten en que las vacunas aún siguen siendo efectivas para evitar la enfermedad grave.