Por ahora, Mendoza está muy lejos de los caos por cortes de luz de varios días como los que ha estado sufriendo últimamente la Ciudad de Buenos Aires. Allí, cientos de usuarios han salido a las calles para reclamar que todo vuelva a la normalidad desde mediados de marzo y de hecho, hasta se cursa una denuncia penal con las distribuidoras de energía por los malos servicios.
Aun así, y salvando las distancias, si vamos a los números de lo que sucede en el conglomerado de Gran Mendoza, todos los días se producen en promedio dos cortes de energía, que corresponden a afectaciones por mantenimiento preventivo e impactan en unos 140 usuarios, contemplando a Edemsa y a la Cooperativa de Godoy Cruz.
Pero a eso se suman los cortes de agua. De acuerdo con un informe de la principal prestadora que es Aguas Mendocinas (Aysam), en Gran Mendoza se realizan unos 36 cortes mensuales. Estos corresponden a cinco cortes programados y avalados por el Ente Provincial de Agua y Saneamiento (EPAS), mientras que los otros 31 corresponden a fallas e imprevistos.
En síntesis, entre el agua y la luz hay unos 40 cortes de servicio que se producen en el Gran Mendoza, y que arectan a cientos de usuarios. Sean informados o por contingencias, complican en menor o mayor medida la vida cotidiana de las personas.
La complicación se ve acentuada en una época en la que hay una mayor dependencia de la electricidad para trabajar, para hacer tareas como preparar alimentos y, en los días de altas o bajas temperaturas, para refrigerar el ambiente o para calefaccionarse.
Alguien que ha vivido problemas como estos hace algunos días es Irma que vive en Rodeo de la Cruz (Guaymallén), y quien comentó que esta semana tuvo un corte en su zona, del cual no estaba al tanto, y estuvo por horas sin servicio.
“Como no sabía que esto iba a pasar tuve que dejar algunos quehaceres pendientes como lavar y planchar, que lo hago para algunos clientes, y me retrasé. Recién después una vecina después me comentó que el corte estaba avisado”, dijo.
En un período de entre tres y cuatro horas, también en Guaymallén, Carlos no tuvo servicio en su cuadra, pero no tuvo complicaciones con la mercadería (alimenticia) de su local. “Me preocupé cuando se cortó la luz, pero tuve suerte y se conservó el frío y permitió conservar la cadena”, admitió.
Los Andes accedió a un informe del Ente Provincial Regulador de la Electricidad (EPRE) que explica esta recurrencia de interrupciones del servicio. En dicho informe se sostiene que “en el Gran Mendoza se realizan en promedio dos cortes por mantenimientos programados por día, de tres horas, estimativamente, afectando a 140 usuarios”, aunque este es un número que varía, según aclararon desde el organismo.
“Es importante destacar que estos cortes son considerados a la hora de medir la calidad de servicio prestada a cada usuario de Mendoza. Es decir, que se incluyen en el cálculo de los indicadores, sanciones y bonificaciones a los usuarios que han sido afectados”, explicaron fuentes del EPRE.
En el balance, el ente regulador destacó que “los mantenimientos programados son trabajos de mejora que deben realizar las empresas del servicio eléctrico sobre sus instalaciones a fin de mejorar la calidad del mismo, en sus zonas de concesión, y abastecer la demanda eléctrica”.
A la vez, aclararon que las 11 distribuidoras que hay en Mendoza (entre las cuales Edemsa y la Cooperativa Eléctrica proveen al Gran Mendoza) solicitan e informan con antelación por todos los canales disponibles la programación de las interrupciones para reparaciones.
¿Qué establece la normativa?
La normativa vigente establece que las distribuidoras pueden realizar mantenimientos programados sin autorización del EPRE hasta cuatro horas y sin afectar al mismo grupo de usuarios en la misma semana.
Todas las distribuidoras, las 11, programan e informan con una semana de antelación en sus redes, web, medios de comunicación locales y provinciales los mantenimientos que realizarán, su duración y la zona que afectarán; como lo hace también el EPRE.
Para el caso de los usuarios electrodependientes, que son personas que realizan tratamientos médicos con la electricidad y los intensivos se les informa personalmente de la afectación del servicio.
“Cabe señalar que los usuarios electrodependientes se encuentran perfectamente identificados y georeferenciados, y en aquellos casos extremos se les asiste con un grupo electrógeno”, recalcaron.
En la misma línea, desde Edemsa, Renato Di Fabio (titular de Relaciones Institucionales) consignó: “Los trabajos de mantenimiento sobre la red eléctrica se realizan en la mayoría de los casos sin afectar al servicio, pero hay otros en que, por seguridad del personal que está trabajando y de los usuarios, es necesario suspenderlo por un tiempo breve”.
Di Fabio añadió que “las maniobras son para renovar instalaciones, para reparar daños ocasionados por las contingencias climáticas, viento Zonda o granizo, o para reparar instalaciones por hechos de vandalismo o robos”.
A la vez, el vocero de Edemsa recalcó que también se aprovecha la intervención para incorporar tecnología, como los reconectadores automáticos. Y, por último, subrayó: “En muchos casos es imposible realizar tareas de mantenimiento sin afectar el servicio porque es como querer arreglar una calle que está rota sin cortar el tránsito, se hace muy difícil y también es peligroso para las personas que están trabajando en esa tarea”.
De acuerdo con datos de la empresa, en los últimos tres años se han invertido $9.000 millones (sólo en 2022 se desembolsaron $3700 millones, no sólo en tareas de reparación, sino en nuevos suministros y ampliaciones de la red.
Cortes de agua
En cuanto al agua, este año, como consecuencia de las tormentas convectivas que se dieron a principios de marzo y la afectación a las plantas de tratamiento por el barro y sedimentos, hubo al menos dos días en los que los usuarios de Aguas Mendocinas estuvieron sin servicio, en distintos departamentos.
En ese caso, se trató de una razón excepcional y que incluso complicó la provisión de agua potable en productores medios, como los municipios de Luján y de Maipú.
Desde la empresa que abastece a casi todo el gran Mendoza reconocieron que “se producen 31 cortes imprevistos al mes y son cinco, en promedio”, los que se informan a través de los canales oficiales para conocimiento de los usuarios.
Es decir que se producen 36 interrupciones por distintas razones, ocasionado inconvenientes en el servicio con este recurso vital, mayormente por la rotura de caños que son de vieja data.
La empresa no brindó más datos y prefirió responder con ese reporte ante la requisitoria de Los Andes.