Los últimos diez días se aprecian cambios en los datos de Covid-19 en la provincia. Con intermitencias y demasiado incipientes como para hablar de una tendencia, se ha notado una disminución en la cantidad de testeos y de la positividad.
Si bien el promedio diario de determinaciones desde hace unas semanas era de alrededor de 1.800, la última semana hubo días que no llegaron a 1.500.
Por otra parte, la positividad (proporción de positivos en relación al total de test) que llegó a tener picos de 50% ha presentado varias jornadas por debajo de 40%.
Estas pequeñas modificaciones se aprecian desde hace unos diez días.
Después de las inquietudes por la positividad muy elevada que presenta la provincia, el 23 de octubre fue de 34% y el 25 de 38%. Luego volvió a pasar el 40% para ubicarse en torno al 39% el 29 y 30 de octubre. Más notorio fue el descenso el 31 cuando marcó 33%, el 1 de noviembre 39% y al día siguiente, 30%.
Tras la llegada de los test de antígenos, que permiten resultados en 15 minutos, el gobierno planteó el fortalecimiento de la estrategia de testeos. Gracias a esto se elevaron e incluso muchas jornadas llegaron a superar los 2000 diarios.
Sin embargo, los últimos días se aprecia un descenso. El miércoles 24 de octubre fueron 1.274, el día siguiente, 1.471, el 30, 1.495 y el 2 de noviembre 1.239. Los fines de semana suele haber menor notificación, en gran medida porque los centros de salud no atienden, sin embargo, el domingo 1 de noviembre también fue bastante inferior el número con 855.
¿Menos circulación del virus?
Hay que recordar que hay quienes sostienen que hay que testear más (ver aparte).
La especulación es que pueda haber menos circulación de virus, consideró Carlos Espul, coordinador de la Red de Laboratorios Públicos de Mendoza.
“Aparentemente está bajando el número de positivos”, destacó. “Hay que ser prudente para decir que estamos en una meseta, para saber si esto puede establecerse como una tendencia habría que esperar al menos una semana más”, dijo.
Para el bioquímico, a primera vista la situación parece estar calmándose un poco y señaló que un indicador que hay que observar es el de la duplicación de casos.
Pero por otra parte, el especialista reconoció que si hay menos intensidad de búsqueda puede haber menos tasa positiva.
Menos PCR
Hay que tener en cuenta que la llegada de los test de antígenos marcaron un cambio. Permitieron la realización de determinaciones in situ, por lo que pudo fortalecerse el trabajo en territorio (en los barrios) y los testeos en centros de salud. Esto ha tenido como consecuencia una disminución en la cantidad de PCR que se realizan y por ende quitar un poco de la sobrecarga a la Red de Laboratorios Públicos.
Las explicaciones apuntan a que el test rápido funciona como una especie de filtro. Estos se realizan a quienes tienen síntomas compatibles con Covid y si da positivo se toma como válido. Esos son PCR que no se realizan; si da negativo y la persona tiene síntomas sí.
“Sabíamos que el número de PCR iba a descender porque se está usando otra herramienta diagnóstica”, afirmó Espul.
Mario Bustos Guillén, director del Laboratorio de Salud Pública dijo que “se nota una baja en la cantidad de PCR que nos llegan. Ahí ya hay un colador. El que sí llega es el que dio negativo con síntomas y se le hace PCR, pero de diez serán 3 ó 4”, detalló.
Conjeturas
La realidad es que en un lapso tan acotado no pueden hacerse interpretaciones firmes, sin embargo hay algunos factores que podrían incidir.
Una de las conjeturas que manejan en el ministerio de Salud es que ya pasó la temporada de mayor circulación de enfermedades respiratorias. Si bien estas bajaron drásticamente este invierno, muchos se han acercado a consultar al presentar síntomas que la Covid comparte con ellas. Probablemente bajó la circulación de estas y por ende, las consultas.
Para Espul no hay que apresurarse pero especuló: “Quizás nos estemos enfrentando a una especie de meseta”.
Por otra parte cree que es probable que la gente consulte menos porque asume que ya tiene la infección, Agregó otra posibilidad: “hay que tener en cuenta que el test de antígenos está hecho a personas con sintomatología, si yo golpeo una y otra casa y no hay síntomas no se hace”. Esto lo lleva a suponer que quizás hay menos sintomáticos o menos personas infectadas. Para Bustos Guillén influye que a medida que se van contagiando las personas, hay menos huéspedes dónde pueda alojarse el virus.
Alarma por alto porcentaje de positividad
Entre tanta terminología y conceptos incorporados durante la pandemia entre los ciudadanos no especializados está el de positividad. Es uno de los tantos que eventualmente se instala para espantar un poco por los indicadores que generan alarma.
Justamente ese tuvo su momento de fama hace unas semanas, cuando se supo que Mendoza prácticamente quintuplicaba lo recomendado por la Organización Mundial de la Salud. Llegó a tener picos de 50% cuando para la entidad debía mantenerse en menos de 10% de los testeados. Para bajar este indicador lo que se recomienda es testear más. Además, la provincia es de las que menos testea entre las jurisdicciones más grandes del país y en un país que testea poco en relación a otros.
