Desde la pandemia a esta parte, en el mundo se ha notado un crecimiento de personas que son diagnosticadas con el llamado síndrome de Burnout, que es un cuadro de estrés crónico protagonizado por un agotamiento físico y emocional producto de la tarea laboral realizada.
En Mendoza, esta situación empezó a evidenciarse en consultorios de psicólogos que atienden a colegas y a otros profesionales médicos que llegan con esta afectación en su persona.
La psicóloga organizacional y directora del @espaciodemar, Alejandra Rigo, explicó a Los Andes que es importante tratar este tema en la sociedad porque existe un “trato inadecuado por parte de las empresas con sus empleados, muchas veces se convoca a profesionales a dar charlitas que no quedan en la nada y enfrente uno tiene a muchas personas con este síndrome y que, en algunos casos, puede llevar a un suicidio”.
La especialista reconoció que observó el incremento de consultas de este tipo de enfermedad laboral en la provincia y que la mayor afectación es hacia “personal de la salud que está en contacto con pacientes con enfermedades crónicas y/o personal de instituciones públicas donde son exigidos más allá de su capacidad real de trabajo”.
La economía apremia
La crisis sanitaria que se vivió desde 2020 con la pandemia por coronavirus y los problemas económicos como los que atraviesa Argentina, son un caldo de cultivo para este tipo de enfermedades.
En este contexto, la psicóloga mendocina Rosario Vega (mat. 1481) sostuvo que muchos de sus colegas sufren este síndrome, o al menos evidencian características similares, debido a “una situación económica apremiante pero también a una sobre exigencia del profesional que está ligada también a valores de la sociedad, donde para ser exitoso deben hacer X tareas al día”.
La especialista explicó que hay muchos psicólogos que ven sobrepasada su tarea por la exigencia de algún prestador de salud para el que trabaje, lo cual no solo deteriora su condición física-psíquica, sino también afecta a la calidad del servicio que le presta al paciente. “A veces no todo es el dinero que percibe por su trabajo, hay condiciones en su ambiente laboral que impactan en el desempeño y más en profesiones como la psicología donde se debe crear un espacio con un paciente”, contó.
Como tratamiento o método para mejorar este tipo de afectaciones, Vega destacó que “hay que tratar de darse el tiempo para el trabajo pero también para la vida personal, a veces es difícil uno darse cuenta de que está ‘quemado’ por el trabajo y es importante utilizar alguna técnica de relajación que permita obtener un bienestar”.
El apoyo social
Para el psicólogo Mario Lamagrande, los casos de síndrome de Burnout en nuestro país tienen un correlato inicial con la crisis del 2001, que generó una debacle social y económica en Argentina.
En aquellos tormentosos tiempos para los argentinos, psicólogos y trabajadores sociales se colocaron en la primera fila de la trinchera para combatir todos los problemas que aquejaban a los ciudadanos. “Las enfermedades psicosociales no deben subestimarse, los problemas económicos afectan mucho y eso hace que el psicólogo sea muy demandado por el entramado social de un país, el tema está en ver quien contiene a ese profesional que está trabajando sobrepasado. Es clave lo que se conoce como apoyo social, porque es una red de contención –y supervisión- que el psicólogo necesita para no sentirse desamparado”, reconoció.
Por otro lado, Lamagrande contó que todos aquellos profesionales que trabajen con personas “tienen más posibilidades de poder tener Burnout en algún momento, muchas veces pasa en Juzgados o en algunas empresas que no creen en el diagnóstico del trabajador y lo consideran mañas”.
Otro punto importante para entender lo complejo de esta situación es lo que se denomina sobrecarga por conexión virtual, algo que prolifero durante la pandemia. “El hecho de trabajar muchas horas y sentir que no cortas nunca es difícil y más en profesiones donde se trabaja con personas, lo ideal es buscar un mix entre lo virtual y lo presencial”, señaló.
En primera persona
Una profesional de la salud mendocina, con más de 20 años de trabajo dentro del mundo de la psiquiatría, padeció este síndrome que se ha vuelto frecuente en las personas, sobre todo post pandemia. En su caso, pidió resguardar su identidad, todo inició con ataques de pánico, generados por un alto nivel de estrés, que derivaron en una depresión severa y demás patologías, entre ellas el Burnout.
De acuerdo a su testimonio, todo lo que vivió le impidió atender a sus pacientes como lo hacía habitualmente hasta que pudo superar diversas situaciones de salud –llegó a estar en coma por una neumonía aspirativa- que hoy quedaron atrás. “Me siento mejor, pero el temor de volver a vivenciar esas crisis está siempre presente”, comentó la profesional que retomó su atención en consultorio.
Qué dicen desde el Colegio
Desde el Colegio Profesional de Psicólogos de Mendoza también opinaron al respecto de los casos de síndrome de Burnout entre sus asociados y su actual presidente, Gabriela Dik, argumentó que uno de los ejes de trabajo en su gestión está relacionado al ‘cómo cuidar a quienes nos cuidan’.
“La sobre demanda del trabajo del psicólogo es algo que se viene dando, no tenemos como colegio una demanda activa pero es una situación que sucede y por eso nosotros trabajaremos en un eje sobre grupos de trabajo para ayudar a aquel profesional que este padeciendo el síndrome de estar quemado por el trabajo. Nuestra profesión tiende a ser más solitaria y por eso consideramos importante el poder ayudarnos entre nosotros”, puntualizó.
Dik (mat. 1971) añadió que hay muchos asociados al colegios que se desempeñan en la salud pública y allí, los sueldos bajos y las malas condiciones laborales, atentan directamente contra la salud mental del profesional. “Se ha incrementado la demanda de pacientes y los psicólogos están saturados”, admitió.
Crecieron las licencias psiquiátricas
El gremio ATE, que agrupa a gran parte de lo trabajadores estatales en Mendoza y el país, trabajan en un proyecto para atender los problemas de salud mental qué hay dentro del Estado, debido a algunas problemáticas que se acentuaron tras la pandemia por COVID 19.
Según comentó la secretaria adjunta, Adriana Iranzo, el objetivo es “confeccionar una mesa interdisciplinaria entre el gremio, la patronal y los propios trabajadores para presentar en ámbitos laborales porque luego de la pandemia no hubo una contención y se exacerbaron situaciones como suicidios, licencias psiquiátricas y renuncias, algo que no pasaba en el Estado”.
La dirigente gremial reconoció que están trabajando junto a un psicólogo para realizar un análisis y llevar adelante esa propuesta.
“Se ha deteriorado la capacidad cognitiva y emocional de los trabajadores, por eso queremos atender esta problemática, uno de los principales motivos de licencias son por estrés laboral, salud mental y aumento mucho la violencia institucional, donde se sobre exige al personal ante la falta de recursos. Siempre se trabaja en pos de proteger a los trabajadores”, añadió Iranzo.
Argentina, primera en el ranking
Según los datos publicados en 2022 sobre el Informe Burnout, se reveló que los argentinos encabezan la lista y son los más afectados de la región: el 86% dijo experimentar este cuadro. Le sigue Chile, con un 82%, Panamá con 78%; Ecuador con 74% y Perú con 66%.
Este estudio regional fue realizado entre el 5 y 26 de septiembre del año pasado por Jobint, una compañía que reúne algunos de los portales de empleo online como Bumeran y Hiring Room, en el que participaron 4820 personas.