El relato de la ex bailarina de Showmatch, Julieta Antón, tras sufrir el ataque de Sebastián Villarreal, un alumno de su escuela de danzas es estremecedor: “Esto empezó hace muy poquito pero no quiero hablar mucho. Sí voy a decir que (Villarreal) venía a las clases dos horas antes del inicio y ayer (martes) también. Él era raro, tenía actitudes extrañas. Tuve miedo de él”, relató.
En la tarde de este martes, Julieta se encontraba dando clases en el El Club de Danza, en Lacroze 2090, en Palermo, cuando su alumno Sebastián Damián Villarreal (30), oriundo de Berisso, la atacó con un cuchillo. En medio del ataque, la dueña del lugar, Sofía Bovino (36), quiso defenderla y también terminó herida.
“Está obsesionado conmigo”, fue la frase que Antón le dijo a uno de los policías que la asistieron antes de ser trasladada por el SAME.
Especialistas definen a las relaciones obsesivas como esas relaciones en las que por lo menos un integrante de la relación tiene comportamientos y actitudes totalmente impropias, que pueden llegar a suponer una situación de vulnerabilidad psicológica y emocional para la otra persona.
Daniel Cebreros, psicólogo, sexólogo clínico y docente universitario, explicó cómo es qué surgen estos tipos de relaciones: “Una persona cuando se enamora tiende a obsesionarse con la otra persona. Cuando el amor es no correspondido suele generarse una situación de angustia, ansiedad, enojo como todo lo que no se puede controlar. Cuando se da este tipo de amor no correspondido suelen generarse sentimientos muy oscuros, sentimientos de ira, de envidia, cuestionamientos como ¿por qué no me ama? ¿por qué a mí no?, etcétera".
La Dopamina, más conocida como la “hormona del amor”, tiene la característica de fijar en la cabeza las ideas, esas ideas pueden llevar a ciertos puntos que por ejemplo cuando el amor se rompe, igual que las personas sufren alguna adicción, las consecuencias de la abstinencia generan fuertes sentimientos de ansiedad y malestar. Cuando el amor surge, se genera un impulso que lleva al acercamiento, cuando ese amor es no es correspondido se transforma en acoso.
Según Daniel, en esta situación particular lo que sucedió es que el joven perdió el control y eso lo llevó a atacar: “Le generó tanto malestar este amor no correspondido que si le sumamos un autoestima frágil y un control de impulsos deficitarios, el resultado no podía llegar a ser otro que cometer este tipo de catástrofe”.
Las personas más vulnerables potencialmente podrían ser las que más sufren desbordes. Daniel afirma que el contexto en el que estamos viviendo tiene mucho que ver con este tipo de reacciones. “Hay mucho estrés en el ambiente y eso está generando que ciertas personas terminen realizando este tipos de acciones catastróficas. Se llega a un punto de quiebre, la persona estalla y se produce un desborde conductual, que en este caso fue acuchillar a la bailarina.” afirmó el psicólogo.
Sebastián Villarreal estaba acusado, en una primera instancia, de “lesiones graves y agravadas de manera reiterada”, delito que tiene prevista una pena de entre tres y diez años de cárcel. Sin embargo, el fiscal a cargo de la investigación recaratuló la causa a “tentativa de femicidio reiterado”.
El titular de la Fiscalía Penal, Contravencional y de Faltas 5 del Ministerio Público Fiscal de la ciudad de Buenos Aires, Miguel Kessler, resolvió cambiar la imputación, que era por “lesiones graves en contexto de violencia de género”, ante la declaración de testigos que afirmaron que el acusado manifestó, durante el ataque, que iba a matar a las dos víctimas.