En las últimas horas volvió a ser noticia en Mendoza un viejo método delictivo que, por más años que tenga, aún no se soluciona: grandes escombros que cruzan el camino y ladrones agazapados en las orillas esperando para ir al acecho sobre aquel auto que se detenga. Pese a su antigüedad, el modus operandi no ha perdido vigencia y en las últimas semanas muchos mendocinos han sido víctimas de este tipo de inseguridad. Damnificados aseguran circular con miedo y reclaman por la falta de medidas de autoridades y funcionarios.
Durante la madrugada de este jueves, dos mujeres fueron asaltadas en Ruta 29 y Acceso Este, zona del departamento de Maipú. Las víctimas impactaron el vehículo contra los escombros ubicados en el medio del camino y, cuando se detuvieron, dos ladrones en moto las abordaron con un arma de fuego y les robaron sus pertenencias. Una de las damnificadas recibió un disparo en la mano al intentar resistirse.
Pero al parecer el hecho no es un caso aislado, y decenas de mendocinos denunciaron este tipo de robo en las últimas semanas. Hace aproximadamente 20 días, María Alejandra volvía junto a su esposo de Ciudad hacia su casa en zona Este, sin saber que en minutos estarían en riesgo: “Eran cerca de las 21:30 e íbamos a la altura de la calle (Nicolás) Serpa, en el Kilómetro 8. De repente nos encontramos un montón de piedras en la ruta, como ya nos habían contado que solía pasar este tipo de cosas y que no fuéramos a detenernos, les pasamos por arriba a las piedras”, comenzó relatando a Los Andes.
“El auto se nos rompió, pero seguimos andando y llegamos hasta un poste de luz donde nos detuvimos”, recordó Alejandra. Para poder irse, agentes de tránsito que habían llamado otras víctimas les ayudaron a cambiar la rueda deteriorada. “Les comentamos a los policías lo que estaba pasando y nos respondieron que es habitual, que cuando corren las piedras del camino las vuelven a poner”, agregó la mujer.
Gracias a su reacción y decisión de no frenar, su suerte no fue la de otros y el hecho resultó sólo con daño material. Sin embargo, la experiencia sirvió para que Alejandra y su esposo alertaran a sus conocidos de lo que habían pasado. Dos semanas después, transitando por la misma ruta, dirección y horario, su amiga Mónica regresaba junto con su esposo a su hogar: “Pasamos el puente de la calle Serpa y a los minutos sentimos un estruendo, un ruido terrible de algo que habíamos pisado o atropellado, uno no sabe en ese momento qué es lo que pasa. Pero al tener la experiencia de mi amiga, que nos había contado la situación que tuvieron, yo seguí”.
Al recordar lo que le había contado Alejandra 15 días atrás, Mónica siguió su camino hasta una estación de servicio. “A los minutos llegaron tres vehículos más, todas personas del Este, que además de venir con sus vehículos en llanta, venían golpeados, robados, y a su vez les habían roto los vidrios de los autos. Estaban muy shockeados”, manifestó la protagonista, y añadió: “Fue un episodio horrible. Lo natural que uno hace es pararse, es la primera reacción. Si yo no hubiera tenido el comentario de mis amigos también me hubiera parado”.
Mónica contó que “había presencia policial en la estación de servicio, y nos dijeron que llamemos nosotros al 911. Les manifesté que lo hagan ellos que eran de la fuerza, pero cargaron combustible y se fueron”. Según las víctimas, la poca presencia policial es una de las causas por las que ocurren los robos: “Es una oscuridad absoluta y no hay policías. Nos comentaron que esto viene pasando desde hace meses, que no se toman medidas, que siempre son 4 o 5 los damnificados”, dijo Mónica. Alejandra aseguró que “nos resulta muy preocupante porque muchísima gente va de zona Este a Ciudad diariamente, y si es una ruta tan transitada, ¿cómo puede ser que ya las autoridades no hayan tomado medidas para iluminar, para poner policías, o para poner un puesto policial?”.
Ambas coincidieron en que “ya se está haciendo habitual, a cualquier hora y todos los días”, por lo que Mónica cuestionó: “¿Va a hacer falta que haya un muerto para que se arme todo un movimiento y se pida seguridad?”. Para Alejandra, “si están tomando medidas, que quiero creer que sí, no estarían funcionando”; mientras que Mónica pidió “que las autoridades y los funcionarios que correspondan tomen las medidas necesarias para prevenir, y no tengamos que llorar la muerte de una persona inocente”.