En un allanamiento realizado en la mañana de ayer en un domicilio particular en Coronel Campos al 800 en San Rafael, desarticularon un vacunatorio clandestino contra el Covid-19.
Convocaban a vecinos por WhastApp para recibir la vacuna contra el coronavirus. El médico Rubén López, Hugo Ochoa, propietario de tres geriátricos, junto a la esposa y la hija quedaron detenidos. También fueron aprehendidos un enfermero con licencia vencida, tres vecinos que concurrieron a vacunarse y un remisero trucho, aunque este último oficiará como testigo.
Entre las principales hipótesis que manejan en la fiscalía es que nunca vacunaron a los ancianos o que le sobraron dosis. Tampoco descartan el robo. Lo llamativo hasta el momento es que nunca hubo un pedido monetario por la inoculación.
“Es todo muy extraño, el doctor lo presentaba como un favor a los vecinos de la zona donde vive y no cobraba por la vacuna, aparentemente, pero es raro porque montaron toda una estructura con enfermero, remis para llevar la gente. Es raro que hicieran todo gratis. Además o nunca vacunaron a los viejitos o tenían que justificar esas vacunas de alguna forma”, dijo una fuente ligada a la causa.
Entre las tareas a realizar pero por las autoridades sanitarias está el determinar la trazabilidad de las lotes para determinar de donde salieron, si del vacunatorio central en San Rafal o desde la Nación a través de PAMI. Después intentar especificar si fueron dosis que nunca aplicaron, eran sobrantes o fueron robadas.
Durante el procedimiento encontraron ampollas vacías y vacunas listas para aplicar. Las que estaban refrigeradas, unas 10 dosis fueron devueltas al área sanitaria. La denuncia la realizó Abel Freidemberg, director de la región sur del Ministerio de Salud, y el procedimiento lo llevó a cabo el fiscal Javier Giaroli.
El hecho salió a la luz por un llamado que recibió el funcionario de Salud en la tarde del sábado.
“Tomé conocimiento de un audio de un médico de San Rafael que ofrecía a sus vecinos armar grupos para recibir la vacuna contra el coronavirus. Esto se iba a realizar en un domicilio particular en calle Coronel Campos en la mañana de hoy (por domingo). Al estar en presencia de un hecho delictivo me puse en contacto con el fiscal Giaroli”, comentó Freidemberg.
Todo indica que las dosis de AstraZeneca tenían como destino los geriátricos Renacer 1, 2 y 3. A partir de ahí el doctor López invitaba a los vecinos por WhastApp y armaba grupos de cinco personas.
En la jornada de ayer había una convocatoria a las 11 de la mañana en la casa del dueño de los geriátricos y en ese momento irrumpió la Policía junto con el fiscal. Encontraron a 3 personas de 40 citadas con el enfermero. Además estaba el matrimonio Ochoa y la hija. También atraparon al remisero trucho que llevaba y traída a los vecinos.
Como el médico no se encontraba, fueron a buscarlo a su casa en el callejón San Isidro en Las Paredes.
En el caso de las personas que fueron a inocularse el fiscal les inició un proceso por contradecir el artículo 205 del Código Penal ya que estarían violando el orden establecido para colocarse la vacuna.
Pero la investigación recaerá sobre el médico y el dueño de los geriátricos y su familia. El origen de las vacunas es fundamental para establecer el delito.
En principio le caería peculado pero en la fiscalía no descartan el robo o entre otros.
En cuanto al enfermero, al tener la matrícula vencida deberá responder por ejercicio ilegal de la medicina.
En el caso del remisero, el fiscal lo demoró pero para tomarle declaración como testigo.
Por ahora los detenidos no han prestado declaración.