En las últimas horas cientos de mendocinos –y probablemente en el resto del país pase lo mismo- recibieron un particular mensaje a través de WhatsApp que los dejó desorientados. Al leerlo, muchos creyeron que estaban frente a una oportunidad por demás atractiva, sin embargo todo fue decantando paulatinamente.
Se trata de un mensaje de alguien que no se identifica pero que realiza una singular propuesta laboral al destinatario para ganar dinero de forma rápida y efectiva. El texto asegura que un “Centro Comercial online está contratando agentes comerciales en línea”.
Para hacer el engaño más apetecible, el ‘comunicado’ detalla que “La ganancia es de $1000 a $5000 diarios”. Acto seguido, pide al lector que ingrese a una url que lo deriva a un chat de WhatsApp cuya seguridad es más que dudosa.
Algunos usuarios de la red de mensajería recibieron la ‘oferta’ desde un número radicado en Buenos Aires (código 54 11), pero otros incluso se encontraron con cifras más extrañas (código 91) que llegan hasta la India y cuya foto de perfil es una pareja de tez morena y de ropa oriental.
Qué es el phishing y por qué no hay que responder estos mensajes
Si bien es común que circulen mensajes falsos en redes sociales, recibir un mensaje directo –no reenviado- desde un número extraño puede tomar por sorpresa a más de uno y caer en la trampa de estafadores. Se trata de casos de phishing.
El portal web del antivirus Avast define al phishing como una técnica de ciberdelincuencia que utiliza el fraude, el engaño y el timo para manipular a sus víctimas y hacer que revelen información personal confidencial. En las telecomunicaciones se emplean trucos diversos de ingeniería social para obtener datos privados de sus víctimas.
Básicamente, los ciberdelincuentes buscan que sus víctimas sigan una serie de instrucciones para brindar al criminal y de forma voluntaria –sin darse cuenta- datos personales que luego se emplean para otros delitos.
En el caso de mensajes que pidan entrar a un enlace, lo que hay que hacer es justamente lo contrario ya que el destinatario puede terminar siendo víctima de robo de nombres de usuario y contraseñas, contactos, perder cuentas en línea de los usuarios y, posteriormente, robar dinero o distribuir spam y malware a través de las plataformas afectadas. Ante esto, se recomienda no contestar los mensajes y eliminarlos en el acto.